Importancia del género Naturaleza muerta en la formación sociocultural del Licenciado en Ciencias
Alimentarias
Mercedes Caridad García González
Humberto Silvio Varela de Moya
Adonis Isidro Ordán Bolívar
Volumen: 17
Número: 1
Año: 2025
Recepción: 12/11/2024 Aprobado: 08/01/2025
Artículo de revisión
perspectiva, por ejemplo: Los comedores de patatas; Naturaleza muerta con uvas,
manzanas, limones y pera; Naturaleza muerta con peras; Naturaleza muerta con cesto
de verdura y Naturaleza muerta con verdura y frutas, son ejemplos de sus bodegones
más famosos, entre muchos otros.
El género Naturaleza muerta o Bodegones en Latinoamérica y Cuba
Latinoamérica y Cuba no quedan detrás. Es importante resaltar que en toda América
hubo pintores con preocupaciones afines, orientación y reconocimiento en el género.
Por ejemplo: En México sus principales exponentes fueron Agustín Arrieta (1803-1874),
José J. Montiel (1824-1899), Manuel Ocaranza (1841-1882), Hermenegildo Bustos
(1832-1907), Frida Kahlo (1907-1954), Diego Rivera (1886-1957), Rufino Tamayo
(1899-1991), entre otros (Muñoz y Rivera, 2021).
En Colombia, el origen del bodegón se identifica en el siglo XIX, sintiéndose su fuerza
en el XX con maestros como Francisco Antonio Cano (1865-1935), Roberto Páramo
(1859-1939) e Ignacio Gómez Jaramillo (1910-1970), pasando por Fernando Botero
(1932-2023), Alejandro Obregón (1920-1992), Enrique Grau Araújo (1920-2004) y
Germán Vieco Betancurt (1933-2009), hasta llegar a Bernardo Salcedo (1939-2007),
Ana Mercedes Hoyos Mejías (1942-2014) y muchos otros que han hecho de la
naturaleza muerta uno de sus géneros pictóricos más representativos (Muñoz y Rivera,
2021).
De acuerdo con Padrón (2013), en Cuba fue el poeta, pintor y escultor Manuel Justo de
Rubalcaba (1769-1805) el primero que incursionó en el bodegón. El que da en el siglo
XVII la primera naturaleza muerta de que se tiene noticia en la historia de la pintura con
frutas de toda América. Desde el siglo XIX se diseñaron expresivos bodegones, entre
ellos se encuentran los de los artistas: Dulce María Borrero de Luján (1883-1945), María
Josefa ‟Pepaˮ Lamarque (1892-1975), Leopoldo Romañach Guillén (1862-1951),
Armando José Isabel García-Menocal y García Menocal (1863-1942), José Joaquín
Tejeda Revilla (1867-1943) y Juan Gil García (1876-1932).
Avanzando en el tiempo, las vanguardias acercan a una Amelia Peláez (1896-1968)
que a los motivos tradicionales del Bodegón agrega el barroquismo de manteles y
vitrales donde las gamas cubanísimas iluminan, uniéndose a Gil dentro de los más
destacados cultores del género. Así pues, se recuerda a la destacada pintora cubana
Amelia Peláez como creadora de hermosos vitrales y murales, pionera del modernismo
en Cuba, que legó un vasto catálogo de lienzos, cartulinas, cerámica, vitrales, murales,
entre otras piezas, que se desplazan entre corrientes como cubismo, abstracción
geométrica y surrealismo.
Con una extensa lista de obras como Naturaleza muerta con piña, Las muchachas,
Peces, Mujeres, Helechos, entre otras y disímiles exposiciones dentro y fuera del país,
la creadora figura en el podio de lo mejor de las artes plásticas en Latinoamérica y el
Caribe. Autora de indudables trazos que identifican la visualidad cubana. Peláez
transformó en colores los objetos más comunes e hizo arte de las rejas, flores,
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