La formación de líderes científicos escolares en las escuelas pedagógicas
Raudel Cuba Jiménez
Elmis Escribano Hervis
Volumen: 15
Recepción: 31/08/2021
Número: 1
Aprobado: 28/06/2022
y la cultura, pero en lo que debe total convencimiento es en la significación de la ética y
los valores que debe distinguir el liderazgo educativo. “El líder educativo-emprendedor
sustenta sus acciones en la ética, los principios y valores, no se trata de que se hagan
proyectos, sino proyectar la responsabilidad con integridad, pensamiento emprendedor,
significativo, con valor agregado” (Sierra-Villamil, 2016, p. 117).
Se ha demostrado la significación de la formación del liderazgo en la dirección de los
centros educativos “es resultado del desarrollo científico, tecnológico y social, y se
circunscribe en la producción, difusión y aplicación de conocimientos teóricos,
adquiridos en la práctica histórico-social de la humanidad y necesarios para la
transformación de la realidad” En este mismo orden los autores insisten en la
importancia de la formación permanente y lo asumen como “un proceso multifactorial y
paulatino, pero que, con el desarrollo sistemático de programas sobre liderazgo
educacional, se logran ciertas formaciones en la personalidad de los directores de
escuelas trayendo consigo la eficiencia y calidad en el proceso educativo” (Marichal-
Guevara y otros, 2019, p. 73). En este mismo orden, el liderazgo directivo es un ámbito
que, como lo indica el Informe TALIS (OECD, 2019), puede mejorar sustantivamente las
condiciones laborales y de aprendizaje de los profesores, proceso que impacta en los
aprendizajes de los estudiantes (Aparicio-Molina y otros, 2020).
El liderazgo no depende solo del desempeño del director, depende del ejercicio
comprometido y competente de los docentes, las nuevas demandas de la escuela
exigen que se aplique el liderazgo en todos los niveles, donde el docente desarrolle un
rol integral en la transmisión, facilitación e integración de nuevos contenidos de forma
autogestionada, trabaje como tutor, como solucionador de conflictos y como líder
científico investigativo. En este orden del desempeño de los docentes en buena medida
se obtiene como resultado la formación de una cultura científica en los estudiantes.
Señalan Sanz-Merino y López-Cerezo, que
ni el contenido ni el significado de cultura científica pueden restringirse a un conjunto de
saberes científicos y destrezas tecnológicas, sino que su significatividad está vinculada a
su potencial para generar opiniones, decisiones y acciones ciudadanas igualmente
justificadas y motivadas por consideraciones sociales y humanísticas. (2012, p. 57)
En el tema que se aborda en este artículo resulta relevante prestar atención al modo en
que el liderazgo científico del docente fomenta la cultura en esta práctica humana. Debe
mediar un proceso educativo y una comunicación eficaz, en este caso en función de la
ciencia (Pérez-Velázquez y Mondelo-Concepción, 2021). La educación de la cultura
científica debe alcanzar la formación de ciudadanos
que tengan conocimiento del papel y dimensiones sociales de la ciencia y la tecnología,
capacitándolos para actuar en su vida diaria, así como motivándolos para involucrarse
en los debates sociales y políticos sobre estos temas (…) hacer de las aulas lugares de
aprendizaje crítico, de protagonismo social y de participación cívica. (Sanz-Merino y
López-Cerezo, 2012, p. 57)
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