La educación emocional de los profesores universitarios
Yannia Torres Pérez
Fidel Jesús Cabrera de la Rosa
Volumen: 17
Número: 4
Año: 2025
Recepción: 18/06/2025
Aprobado: 08/09/2025
Artículo original
El curso favoreció la adquisición de conocimientos sobre educación emocional. El 4
(10%) aseguró haber logrado perfeccionar su tema de investigación doctoral y el 2(5%)
de maestría. De todos, 5 (12%) refirió una nueva visión para la tutoría en tesis de
pregrado y postgrados. El 8% de los discentes realizaron búsquedas novedosas y
enriquecieron el número y diversidad de fuentes bibliográficas a consultar por todos,
incrementando así la formación cultural de los cursistas y profesoras.
Estas transformaciones se evidenciaron con expresiones como: “me siento con
herramientas necesarias para llevar a la práctica educativa y transformar la manera de
pensar y actuar de mis estudiantes de la Universidad de Granma”. Los
comportamientos socio afectivos y habilidades cognoscitivas, psicológicas, sensoriales
y motoras me permiten llevar a cabo adecuadamente mi desempeño profesional”. “En la
preparación de los docentes, adquiere un valor significativo la educación emocional”.
El total de los cursistas se sintieron motivados por el contenido abordado. De ellos, 31
(75%) altamente y el 10 (25%) en término medio, ninguno refirió desmotivación y no
hubo bajas. En concordancia con estas cifras se incrementó la matrícula en un 20% y
se formó un grupo de interacción vía Whatsapp que aún mantiene vigencia, mediante el
cual se mantiene el intercambio vivencial y científico sobre el tema.
El análisis de situaciones pedagógicas, vivencias profesionales, historias de vida, video
debates y Estudios de Casos, contribuyeron a la formación y/o enriquecimiento de las
competencias emocionales, la conciencia emocional y la autorregulación emocional. Al
identificar el papel de las emociones positivas y negativas experimentadas
cotidianamente tanto en el ámbito profesión al como personal, sus causas y
consecuencias se alcanza un nuevo nivel de autoconciencia y se favorece la regulación
del comportamiento hacia estados placenteros. Se constató satisfacción en este
sentido. Los profesores expresaron: “ahora no supongo, aclaro”, “estoy aprendiendo a
hablar más de la solución que del problema”, “organizo mejor el tiempo para poder
descansar”.
Las reflexiones sobre las habilidades para la vida y el bienestar, las competencias
sociales y la autonomía emocional conllevaron a 41 (100%) de los cursistas al análisis
de la inteligencia emocional y su importancia para su trabajo. Todos, consideraron que
el desarrollo alcanzado en las mismas repercutió tanto en lo académico como en las
relaciones interpersonales, el cuidado de la salud y la protección contra conductas
como la violencia, impulsividad y el desajuste emocional. Todos coincidieron que desde
las primeras etapas de la vida debe enseñarse a utilizar la inteligencia emocional.
El 60% logró mejorar los mecanismos de afrontamiento en las situaciones complejas,
así como el manejo de los conflictos en el aula. También lograron nuevos modos para
favorecer el clima sociopsicológico durante la clase. Todos aprendieron estrategias y
técnicas para lograr la autorregulación emocional.
En cuanto a la autonomía emocional se tomó conciencia de la importancia no contagiar
a los estudiantes con las emociones negativas que se sienten debido a las
frustraciones. En este sentido, expresaron frases como: “Pienso que nosotros, los
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