Estrategia educativa para disminuir la deserción escolar de los estudiantes de séptimo año de
Educación Básica
Wendy Maribel Charfuelan Villarreal
Carmen Beatriz Collaguazo Villamarin
Elizabeth Esther Vergel Parejo
Volumen: 17
Número: 4
Año: 2025
Recepción: 07/04/2025
Aprobado: 10/06/2025
Artículo original
vida y en su participación en la sociedad (Urbano, 2022). En este contexto, es
necesario consolidar acciones pedagógicas que promuevan la retención escolar
(Guzmán, 2024; Vera & Pablo, 2021).
Frente a la importancia de la escolarización y la permanencia, resulta necesario
reflexionar sobre la prevención de la deserción escolar como una prioridad en el ámbito
educativo. Esta problemática afecta significativamente los procesos de aprendizaje y el
desarrollo socioemocional de los estudiantes, generando consecuencias que se
extienden a lo largo de toda la vida (Velásquez & Villarreal, 2021). Por ello, es
indispensable diseñar acciones preventivas desde las instituciones educativas.
La prevención de la deserción escolar requiere la articulación de esfuerzos entre los
diversos actores educativos, incluyendo a las familias, docentes y autoridades. La
implementación de programas integrales que atiendan tanto las necesidades
académicas como las emocionales de los estudiantes es una estrategia clave para
fomentar su permanencia en la escuela (Altamirano, 2023). Además, es fundamental
establecer mecanismos de seguimiento que permitan detectar oportunamente riesgos
de abandono (Toala Ponce & Alpízar Muni, 2024). La comprensión profunda de estos
desafíos es indispensable para generar respuestas pertinentes y eficaces.
El abordaje de la deserción escolar debe considerar los múltiples factores que inciden
en esta problemática, desde los aspectos familiares y económicos hasta las
condiciones pedagógicas y el clima escolar. Las estrategias preventivas deben estar
basadas en un diagnóstico riguroso que permita identificar las principales limitaciones y
necesidades de los estudiantes (Nava-Díaz, 2023). Solo así es posible diseñar
intervenciones que promuevan su permanencia y éxito escolar.
La participación activa de las familias en las actividades escolares constituye un
elemento clave en la prevención de la deserción. El establecimiento de vínculos sólidos
entre la escuela y la familia fortalece el compromiso con el proceso educativo y
contribuye a crear un entorno de apoyo que favorece la retención de los estudiantes
(Rabuco, 2022; Quiñones & Prado, 2024). Este enfoque integral es esencial para
garantizar trayectorias escolares continuas y exitosas.
La implementación de estrategias educativas específicas para disminuir la deserción
escolar es una necesidad fundamental en el ámbito de la Educación Básica. Estas
estrategias permiten generar ambientes pedagógicos que favorecen la motivación, el
sentido de pertenencia y el compromiso de los estudiantes con su proceso formativo
(Chipantiza, 2023). Asimismo, contribuyen a consolidar la permanencia escolar y a
reducir los factores de riesgo asociados al abandono.
El diseño y aplicación de estrategias orientadas a disminuir la deserción escolar debe
sustentarse en diagnósticos precisos y en la participación activa de la comunidad
educativa. La creación de programas que integren aspectos académicos,
socioemocionales y familiares favorece la construcción de entornos educativos
inclusivos y resilientes (Játiva Gordillo et al., 2022). De esta manera, se fortalece la
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