La preparación del docente para conducir el desarrollo de la lateralidad en el proceso de enseñanza-aprendizaje
Osaida Torres Góngora
Alexis Guevara Rojas
Elsa del Carmen Gutierrez Báez
Volumen: 16
Número: 4
Año: 2024
Recepción: 15/07/2024
Aprobado: 08/09/2024
Artículo de revisión
El agente educativo que trabaje con niños de estas edades puede contribuir al
desarrollo de este proceso al aprovechar la necesidad que ellos tienen de ser
independientes en sus acciones. Cabreja (2023) sugiere que solo se les debe ofrecer
las ayudas necesarias, ya sea al peinarse, desvestirse o vestirse, abotonarse y
desabotonarse, quitarse y ponerse las medias, acordonarse los zapatos, comer solos,
lavarse las manos, entre otras diversas acciones que ya están en condiciones de
realizar.
Por ello, en la planificación de las actividades, las acciones pedagógicas, los sistemas
de clases deben hacerse desde una concepción desarrolladora de la enseñanza-
aprendizaje, donde se consideren todos los componentes del proceso de enseñanza-
aprendizaje desarrollador, los principios didácticos, los objetivos, el contenido de
enseñanza, los métodos, los procedimientos metodológicos, los medios de enseñanza,
las formas de organización y la evaluación.
Por este motivo, se torna imprescindible que los contenidos se desarrollen de manera
práctica, despertando en cada educando inquietudes permanentes por medio de la
observación e indagación reflexiva de objetos, fenómenos y procesos en la naturaleza
mediante paseos y excursiones y de actividad práctica en ella. Sin dudas, este proceder
metodológico ofrece la posibilidad de identificar sus características y relaciones
esenciales, compararlos, para derivar posteriormente otras acciones de aprendizaje
como la clasificación, la explicación, la argumentación, la elaboración de suposiciones o
de hipótesis, la valoración de lo aprendido, entre otras exigencias. Todo ello requiere de
los procesos de lateralización donde implica la orientación espacio-temporal el empleo
del lenguaje representado por letras, símbolos y números.
Existen distintos tipos de lateralidad en dependencia de la predominancia que tenga la
persona a nivel auditivo, manual, ocular o podal.
Diestro: persona que realiza acciones motrices orientadas al lado derecho.
Zurdo: cuando el hemisferio derecho ejerce y guía la acción motora del lado
izquierdo de forma dominante. La persona va a realizar sus actividades con
predominio del lado izquierdo.
Ambidiestro: zurdo para algunas actividades y diestro para otras. Pueden utilizar
sin complejidad un lado del otro.
Lateralidad cruzada: la persona presenta un predominio diestro en un miembro y
un predominio zurdo en otro. Ejemplo: mano y ojo predominante no pertenencen
al mismo lado.
Ferré (2000) considera que el proceso de la lateralidad no termina nunca. En ocasiones
enfrentamos situaciones en la cotidianidad de enfermedad, accidente, aprendizaje que
nos hacen utilizar el lado no predominante de nuestro cuerpo. En este caso la
lateralidad es invertida.
Existen algunos rasgos que permiten identificar algunos trastornos de la lateralidad:
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