Tendencias históricas de la formación pedagógica en enfermería en Cuba desde 1959 hasta 2022
Xiomara Parra Mejías
José Antúnez Coca
Yaritza Tardo Fernández
Volumen: 16
Número: 2
Año: 2024
Recepción: 04/08/2023 Aprobado: 02/07/2023
Artículo de revisión
Para ello el gobierno estableció pautas y trazó objetivos estratégicos para la igualdad
de todos sus ciudadanos.
Al tener que afrontar la pérdida aproximada de 6 000 médicos y otro personal de la
salud, incluyendo enfermeras, al triunfo de la Revolución, se traza el objetivo de
convertir a nuestro País en una Potencia Médica, con el simple fin de responder a las
necesidades de salud del pueblo en general sin distinción de raza, sexo, edad o rango
social (García Céspedes, Fuentes González, Zaldívar Álvarez y Bell Castillo, 2019).
Los niveles de salud alcanzados en Cuba, el desarrollo de la educación médica, los
avances científicos tecnológicos y las necesidades sociales, en especial de salud de la
población, obligaron a la modificación en la formación de recursos humanos en la
enfermería, por lo que se crea a partir del año 1976 la formación del personal de
enfermería con nivel escolar universitario.
La formación del profesional de Enfermería coloca en el centro, el contenido humanista
desde una visión cultural, política-ideológica, y de orientación ética humanista y bioética
como resultado de la cooperación interdisciplinaria para integrar el sistema de
conocimientos, habilidades y valores de la enfermería y la pedagogía que conforman la
personalidad de dicho enfermero, al mismo tiempo, que consolida los valores sociales y
de identidad profesional, que se requieren potenciar en su formación permanente
(Waissbluth, 2018).
Para Pérez Pérez, Díaz Díaz, Hurtado Montero, Araña Hernández y Ángulo Valladares
(2021), el profesional debe desarrollar las funciones que le corresponden en las
actividades asistenciales, administrativas, docentes e investigativas, en las diferentes
condiciones que se presenten para el desarrollo de su trabajo, dentro del marco de
competencias establecido en el modelo del profesional, en particular el enfermero.
En el Informe a la UNESCO, de la comisión internacional sobre educación para el siglo
XXI se plantea: “Nunca se insistirá demasiado en la importancia de la calidad de la
enseñanza y, por ende, del profesorado” (p. 186). Así pues, mejorar la calidad y la
motivación de los docentes debe ser una prioridad de todos los países (Waissbluth,
2018).
En el aspecto docente, se parte de la concepción de ofrecer al profesional las bases
teóricas metodológicas para el desempeño de la función docente, con el propósito de
elevar el nivel científico técnico de este personal para planes perspectivos del desarrollo
de la docencia e investigación en enfermería, brindándoles el sistema de habilidades y
conocimientos que en el plano pedagógico debe dominar, sustentada esta concepción
en una base científica común, más amplia y sólida que posibilite una participación
importante en la promoción, prevención, reparación y rehabilitación de la salud de la
persona, la familia y la comunidad, así como la transmisión de conocimientos a futuras
generaciones, en el contexto del hombre como unidad biopsicosocial (Antúnez Coca,
González Oliva, Busquet Borges y Martínez Lambert, 2018).
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