FORMACIÓN Y DESARROLLO DEL INGENIERO INDUSTRIAL: NUEVOS RETOS
TRAINING AND DEVELOPMENT OF THE INDUSTRIAL ENGINEER: NEW
CHALLENGES
Karen Estefania Zambrano Roldan
1
(pbarberab9469@gmail.com) https://orcid.org/0000-
0003-2722-4170
José Patricio Barberan Cevallos
2
(pbarberab9469@gmail.com) https://orcid.org/0000-
0003-1221-8085
Oswaldo Anibal Moreano García
3
(pbarberab9469@gmail.com) https://orcid.org/0000-0001-
9132-119X
RESUMEN
El siguiente artículo tiene como objetivo la formación y desarrollo del ingeniero industrial.
Sobre esta base, en el contexto mundial actual los procesos formativos se caracterizan por
aceleradas transformaciones. En este sentido, el desarrollo de conocimientos, habilidades,
valores y la aplicación de tecnología de punta requiere de un profesional competente. De
ahí que, este debe ser capaz de enfrentar los nuevos retos en su formación para
solucionar los problemas profesionales con elevados niveles de comunicación, flexibilidad,
transferibilidad y creatividad. En consonancia con ello, a través de la observación, la
entrevista y la encuesta se constataron la necesidad de promover el crecimiento personal
de los estudiantes. Consecuentemente, se presenta una alternativa metodológica para
lograr la actuación profesional del Ingeniero Industrial.
Palabras claves: actuación profesional, crecimiento personal
ABSTRACT
The following article has as objective the formation and development of the industrial
engineer. On this basis, in the current world context the formative processes are
characterized by accelerated transformations. In this sense, the development of
knowledge, skills, values and the application of cutting-edge technology requires a
competent professional. Hence, he must be able to face the new challenges in his training
to solve professional problems with high levels of communication, flexibility, transferability
and creativity. In line with this, through observation, interview and survey, the need to
promote the personal growth of students was confirmed. Consequently, a methodological
alternative is presented to achieve the professional performance of the Industrial Engineer.
Key words: professional performance, personal growth
La formación de un profesional con un alto nivel de preparación para su desempeño
implica el logro de elevadas metas en la esfera académica. Asimismo, la aspiración de que
el estudiante posea cualidades acordes a su proyecto social. Por ello, la formación de un
Ingeniero Industrial constituye un reto para todos aquellos que de una forma u otra tienen
1
Economista y Magister en Economía. Profesora en Ingeniería Industrial. Universidad Laica Eloy Alfaro de
Manabí, Ecuador.
2
Profesor de la Facultad de Ingeniería Industrial. Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, Ecuador.
3
Ingeniero Industrial. Maestría en Ciencias, Mención Energía. Profesor de la Facultad de Ingeniería Industrial.
Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, Ecuador.
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que ver con el diseño y puesta en práctica de los currículos de formación, de acuerdo a
Díaz (1993). Sobre esta base, en la actualidad resulta imprescindible para los pueblos en
vías de desarrollo, la formación de hombres de ciencias, expresión concreta de los
esfuerzos que hacen las Universidades para la formación del capital humano altamente
calificado.
En este sentido, el desarrollo integral del Ingeniero Industrial reviste gran interés dadas
las exigencias que la época contemporánea plantea a la formación de las nuevas
generaciones. De ahí que, en las investigaciones se ha hecho énfasis en el estudio y
desarrollo de diversos componentes de la personalidad en el contexto educativo dada las
necesidades personales, grupales y sociales debidamente integradas.
Consecuentemente, en la actualidad, la formación y desarrollo del Ingeniero Industrial
propicia un desarrollo personal. Lo anterior, constituye una necesidad para el proceso
formativo en el que se trabaja para el logro del desarrollo de habilidades, conocimientos y
valores que se expresen en el modo de actuación de los estudiantes de ingeniería
industrial, de acuerdo a los estudios de Barberán(2018)
En consonancia con ello, es necesaria la sistematización de los diferentes referentes
teóricos que sirven como sustento. En este sentido, una síntesis valorativa del enfoque
histórico-cultural para comprender al mundo, al hombre y al proceso de su desarrollo en su
interacción con la realidad. De ahí que, en la esenia de esta teoría se revela por su
pertinencia y vigencia las concepciones acerca de la formación y desarrollo del Ingeniero
Industrial. Por tanto, se logra un proceso de apropiación que demuestra un crecimiento
personal alcanzado.
Asimismo, la relación formación y desarrollo del Ingeniero Industrial otorga un lugar
relevante y rector a la educación. De manera que, el proceso no deja de considerar el
desarrollo real y potencial alcanzado por los estudiantes durante el mismo. Lo anterior, es
expresión de avances hacia estadios superiores en el aprendizaje.
En este sentido, enseñar, hoy día, significa motivar e involucrar a los estudiantes en un
proceso de construcción y reconstrucción de sus propios conocimientos, habilidades,
actitudes y valores. Para ello, es esencial hacer que vivan y sientan que la ciencia es una
actividad humana y no un conjunto de conocimientos aislados que deben aprender de
memoria, en consonancia con los estudios de Leontiev (1975). De ahí que, esta
concepción en relación al desarrollo de conocimientos este a tono con las corrientes
pedagógicas contemporáneas. Las mismas, abogan por un cambio conceptual en la
educación al concebir al estudiante en el centro de atención. Por ello, el rol del profesor
entre otras es de orientador, facilitador o mediador del aprendizaje del estudiante. En
consonancia con ello, la educación requiere necesariamente de una nueva concepción de
la enseñanza, según UNESCO (2011).
Reflexiones de la formación y desarrollo del Ingeniero Industrial
Los aspectos antes mencionados revelan que la formación y desarrollo ha transitado por
diversas etapas. Lo anterior, es expresión de la evolución del proceso. Esto, demuestra
cambios en los métodos de enseñanza. Por tanto, se logra una formación integral en el
ingeniero industrial que le permita enfrentar los nuevos retos.
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En este sentido, enseñar y, sobre todo, educar, formar valores, desarrollar una ética, una
actitud ante la vida, no es una tarea simple. Por ello, introducir nuevas exigencias en la
formación profesional constituye una necesidad. De manera que, el fin de este proceso es
cambiar sustancialmente la idea que se tiene acerca de la profesión.
Consecuentemente, se requiere buscar nuevas formas organizativas, conducir de manera
más flexible las estructuras académicas. Asimismo, utilizar nuevas modalidades que
permitan el desarrollo de una mayor independencia y de las capacidades creadoras de
cada individuo. Para ello, se debe trabajar de manera colectiva e interdisciplinaria,
transformar el papel del Ingeniero Industrial que conduzca hacia la búsqueda continua de
nuevos conocimientos técnicos y tecnológicos.
De ahí que, el razonamiento sobre la realidad como una práctica permanente y
constantemente problematizadora, contribuye a la toma de conciencia de todos los
problemas que se dan en el contexto. En este sentido, resolver los problemas propicia en
los Ingenieros Industriales ser protagonistas de su propia formación. Por tanto, es
necesario las transformaciones para elevar la calidad del proceso formativo.
De esta manera, el proceso formativo de los Ingenieros Industriales tendrá que
sustentarse en la necesaria interacción entre los significados del contenido de la formación
con los significados como forma de concebir el proceso de formación. En consonancia con
ello, tendrá como característica un proceso de desarrollo personal-profesional.
La reflexión conjunta "en", "sobre" y desde” la acción de los Ingenieros Industriales
implica la participación activa en la transformación permanente de la realidad.
Consecuentemente, reconocer que la interacción que se produce entre todos los
participantes, las transformaciones que pueden originarse conlleva a una mediatización de
los objetivos planificados. Lo anterior, implica una concepción del hombre, la realidad, el
conocimiento y del aprendizaje que se traduzcan en formas de pensar, sentir, valorar y
actuar frente a los problemas. Por tanto, se logra una educación que responde a las
exigencias sociales.
En este sentido, la educación activa es un cambio conceptual de la educación formal.
Sobre esta base, frecuentemente se concibe como el tránsito de una educación basada en
la enseñanza, cuyo centro es el profesor, a una educación basada en el aprendizaje, cuyo
centro es el estudiante. Por ello, el cambio conceptual en la educación no radica en mover
el centro de atención de la enseñanza al aprendizaje, sino en lograr una nueva concepción
tanto de la actividad del estudiante como de la del profesor.
No obstante, las corrientes pedagógicas que consideran al estudiante como sujeto activo,
no están completamente esclarecidas las relaciones entre aprendizaje y enseñanza, es
decir, entre la actividad del estudiante y la del profesor. De manera que, en ocasiones sólo
se tiene en cuenta la relación del estudiante con el objeto de conocimiento y, en otras,
aún otorgándole al profesor una función orientadora o mediadora en el aprendizaje del
estudiante. Por tanto, no queda claro cómo estructurar y desarrollar dicha función.
Sobre esta base, en cualquier actividad humana, el Ingeniero Industrial actúa sobre el
objeto impulsado por sus motivos, por las necesidades, internas y externas, que surgen en
él para alcanzar su objetivo. Asimismo, la representación que ha imaginado del producto a
lograr. En este sentido, antes de la ejecución de la actividad en el plano práctico el
Ingeniero Industrial elabora su base de orientación conformada por la imagen. Además, el
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conocimiento previo sobre la propia actividad, sobre el objeto, los procedimientos y los
medios que ha de emplear, las condiciones en que se debe realizar y el producto a lograr.
Para la realización de su actividad el sujeto utiliza determinados procedimientos, es decir,
sistemas de acciones y operaciones que dependen del propio sujeto, de las características
del objeto, de los medios de que disponga, y de las condiciones.
Por otra, la orientación del Ingeniero Industrial en la situación que enfrenta con relación al
objeto, está basada en los esquemas referenciales de que dispone e incluye la
planificación de las futuras acciones. La ejecución consiste en la realización práctica de
las acciones. El control tiene dos vertientes: la regulación sistemática que se efectúa
durante los dos primeros momentos de la actividad y la comprobación final de lo logrado
durante la actividad, que se consuma contrastando el producto alcanzado con el objetivo
de la actividad. La corrección es el momento correspondiente a la toma de decisiones que
permita realizar nuevamente la actividad de una forma cualitativamente superior.
En consonancia con ello, el Ingeniero Industrial, tiene a su cargo la dirección del proceso
de enseñanza aprendizaje. De ahí que, debe planificar, organizar, regular, controlar y
corregir el aprendizaje profesional y su propia actividad. Asimismo, estar en constante
interacción y comunicación donde labora. Para ello, el desarrollo y formación alcanzados
es expresión de una personalidad íntegra, relacionada con el contexto social en que se
desempeña como tal.
Sobre esta base, lo que diferencia al proceso de enseñanza-aprendizaje del ingeniero
industrial de otros procesos, es que lo que se transforma no es un objeto material sino un
ser humano, una persona que se modifica a sí misma con la ayuda de otras personas más
capaces. En este sentido, la ayuda, la guía, orientación y mediación del profesor es
esencial. Consecuentemente, en la actividad del Ingeniero Industrial se logra desarrollar
los conocimientos, habilidades, hábitos, afectos, actitudes, formas de comportamiento y
valores. Lo anterior, en interacción con el medio donde se desenvuelve
De manera que, los motivos que mueven al Ingeniero Industrial a desarrollar su actividad
pueden ser de diversos. Por ello, son esenciales en el proceso de formación. En este
sentido, cuando el ingeniero ama la labor que desempeña, siente la necesidad interna de
elevar la efectividad del proceso de enseñanza-aprendizaje y estar motivado expresión del
crecimiento personal. Sin embargo, si los motivos son extrínsecos, ajenos a la esencia del
proceso que dirige, con frecuencia el profesor limita su labor fundamentalmente a la simple
transmisión de los contenidos de la materia.
Por otra, los productos del proceso de enseñanza-aprendizaje son las transformaciones
logradas tanto en la personalidad del Ingeniero Industrial y en la actividad como en el
proceso mismo. De ahí que, la actividad del Ingeniero Industrial, como cualquier otra
actividad humana, puede ser descrita a través de cuatro momentos fundamentales:
orientación, ejecución, control y corrección.
En este sentido, la orientación comienza con la elaboración de la base orientadora de su
actividad y de la actividad del alumno, que le permita planificar y organizar las acciones.
En el caso de la planificación, según la teoría de la dirección, consiste en la determinación
de una situación ideal o deseada que orienta el trabajo de una institución, un colectivo o
una persona en un período dado. Asimismo, la planificación del proceso de enseñanza-
aprendizaje debe contemplar la delimitación de los objetivos, la selección y estructuración
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de los contenidos, las tareas del estudiante, los recursos pedagógicos, los procedimientos
necesarios y las formas de control para asegurar el cumplimiento de los objetivos.
Por su parte, la organización del proceso de enseñanza-aprendizaje debe comprender la
organización espacio temporal, la organización del trabajo y la organización de su
dirección. La primera se refiere a la partición del proces, y éstos en actividades docentes.
La segunda trata de la distribución más conveniente del trabajo Ingeniero Industrial y del
establecimiento de las medidas para asegurar la eficaz interacción así como la creación de
condiciones ambientales, psicológicas y sociales adecuadas para el buen
desenvolvimiento del proceso. La tercera consiste en la creación de la red de relaciones
entre los profesores e, Ingeniero Industrial.
Asimismo, el momento de orientación en la actividad del Ingeniero Industrial según la
teoría de la actividad, momento para la planificación y organización de acuerdo con la
teoría de la dirección. Esto, se corresponde con el primer momento del procedimiento
básico de la gestión de la calidad total, la planeación, del denominado Ciclo de Deming o
de mejoramiento continuo: Planear, hacer, verificar y actuar.
Por otro lado, el concepto de calidad de la educación incluye varias dimensiones: la
eficacia, la relevancia, la equidad y la eficiencia (Organización de Estados
Iberoamericanos, 2000). En el caso de la eficacia, presupone que una educación de
calidad es la que logra que los Ingenieros Industriales verdaderamente aprendan aquello
que se supone deban aprender. Por tanto, esta se refiere a la calidad con la que el
Ingenieros Industriales haya planificado, organizado, ejecutado y regulado el proceso de
enseñanza-aprendizaje.
Sobre esta base, la educación es relevante cuando los contenidos responden a las
necesidades del Ingeniero Industrial para desarrollarse como persona, intelectual, afectiva,
moral y físicamente para desempeñarse en la sociedad en que vive, de acuerdo a los
estudios de Tunnermann (2000). Por ello, la relevancia se refiere entonces al nivel de
correspondencia de los contenidos con los objetivos educativos, en la medida que éstos
orienten la selección de contenidos que contribuyan a la preparación de los Ingenieros
Industriales para su desempeño en todos los contexto. De ahí que la educación se torna
más relevante.
En consonancia con ello, para desarrollar su actividad con calidad los Ingenieros
Industriales les concierne también el imperativo de actualizar sus conocimientos y
competencias a lo largo de la vida. Para ello, deben perfeccionar su arte y aprovechar las
experiencias realizadas.
Retos en la esfera de la vida económica, social y cultural.
Lo anterior, es muestra de que las universidades deben desarrollar su capacidad de
flexibilizar conceptos y costumbres. Esto, se basa en las concepciones de la dialéctica. De
manera que, las autoridades académicas deben garantizar la realización de las
adecuaciones pertinentes que propicien el cumplimiento de los objetivos de desarrollo
profesional en la práctica social.
Sobre esta base, el ejercicio de la profesión se convierte en el elemento rector de la
formación del Ingeniero Industrial mediante la solución de problemas reales o
estructurados a los que se enfrentará como profesional. Por tanto, les posibilita ubicarse
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en su problemática concreta, profundizar en la teoría enriquecida en la multivariedad de lo
concreto, desarrollar las habilidades profesionales y estimular la lógica del pensamiento y
la creatividad.
Por ello, la solución de problemas exige que el concepto de integración docencia-
producción-investigación se entienda en su concepción más amplia, más rica, cuando esta
se identifica con la obtención de productos finales, como resultado de los procesos
universitarios, de mayor calidad y competitividad. En este sentido el concepto requiere de
tres acciones esenciales:
Intensificar el flujo de información entre la universidad y el sector productivo y de
servicios, que permite una mayor rapidez y eficiencia en la solución de los
problemas, que expresan la necesidad de la sociedad.
Acortar el tiempo que media entre la adquisición de los conocimientos y habilidades
y su utilización en la solución de problemas propios de la actividad profesional, por
parte de estudiantes, docentes y profesionales de la producción y los servicios.
Elevar la docencia y la investigación a un plano superior, ya que el Ingeniero
Industrial, participan activamente en la solución de problemas reales, mediante
formas y métodos que caracterizan el modo de actuación profesional y su contenido
parte de una realidad existente, y por tanto se manifiesta en toda su complejidad y
riqueza.
La universidad debe desarrollar una enseñanza que logre un Ingeniero Industrial de
nuestro tiempo para:
Evaluar realmente la capacidad para enfrentar una situación problémica, que
requiera de la valoración experimental y científica, de juicios personales, de criterios
profesionales, que estimule la creación y la individualidad a la respuesta.
Todo ello exige una docencia de mucha calidad y ella se logra sólo cuando el trabajo
del docente integra lo profesional, lo investigativo y lo técnico-tecnológico, que no
vive al margen de la práctica social ni del desarrollo de su ciencia y de su didáctica
específica.
Tienen que desempeñar un decisivo papel en la superación continua del Ingeniero
Industrial y una de sus más importantes oportunidades de vínculo con la sociedad
con el objetivo de contribuir a la elevación de la calidad, productividad y
competitividad.
En los últimos años se asiste al auge de la ciencia y la técnica en todas las esferas de la
vida y del papel que se le asigna para desarrollar la sociedad en su conjunto. En la
sociedad se desarrolla cada día más una cultura científico-técnica superior. Lo anterior, se
expresa en la amplitud de eventos y foros nacionales e internacionales, la creación de
forma organizativa de cooperación universidad-sector productiva y servicios. Esto, permite
elevar la calidad, productividad y competitividad de los productos finales de los diferentes
procesos.
En consonancia con ello, la cooperación como un factor de racionalidad económica, por
una parte, y como vía para acelerar y aportar resultados más completos y de más calidad,
debe intensificarse y pasar a un estadío superior. Lo anterior, contribuye a la solución
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conjunta de los problemas profesionales, en correspondencia con las necesidades de la
práctica social.
Los aspectos anteriores permiten connotar que la formación y desarrollo del Ingeniero
Industrial debe ser personológico, consciente, transformador, responsable y cooperativo.
Sobre esta base, personológico porque significa que el Ingeniero Industrial expresa
plenamente sus potencialidades en el proceso de aprender. Para ello, aprovecha sus
recursos personológicos de manera efectiva, a la vez que le imprime un sello propio al
proceso. Esto, lo hace distintivo y absolutamente diferente al aprendizaje de los demás.
Por tanto, lo que aprende adquiere un significado y un sentido personal. De ahí que, se
convierte en algo importante y necesario para lograr sus metas, para avanzar en pos de su
propio desarrollo.
Consecuentemente, se siente implicado no sólo en relación con los contenidos que va a
aprender y con los objetivos que ha de alcanzar, sino también en relación con los
procesos mismos de aprendizaje y desarrollo. Por otra, consciente que implica la plena
conciencia del modelo del objeto y de la acción. Esto, permite al Ingeniero Industrial
controlar su marcha y resultado y hacer las correcciones pertinentes. Además, la
conciencia en cuanto a los cambios de mismo que espera lograr en ese proceso.
Asimismo, los recursos internos que posee para enfrentar este proceso y cuáles son sus
potencialidades y limitaciones. Lo anterior, posibilita la toma de medidas preventivas para
evitar las dificultades. Por tanto, ser consciente del transcurrir de sus procesos psíquicos
en la realización de la tarea (metacognición). Por otra, sus vivencias afectivas, reacciones
comportamentales y recursos personológicos para interpretar los estancamientos,
retrocesos y errores expresión del grado de implicación en el proceso.
Respecto a Transformador porque implica que el Ingeniero Industrial, actúa sobre la
realidad y la modifica para lograr su autotransformación. No obstante, ser transformador
no significa que el Ingeniero Industrial tenga que aportar siempre ideas absolutamente
nuevas, o proyectar transformaciones originales, o elaborar un producto creativo; significa
simplemente que aporte un elemento personal al contenido del aprendizaje, que genere
ideas propias, que analice y proyecte, con su propio estilo lo que va a hacer, y lo lleve a
vías de hecho, de manera comprometida, activa y personal, lo que tiene sus
especificidades en cada edad y nivel de enseñanza.
En cuanto a Responsable implica que el Ingeniero Industrial responda por el objeto,
proceso y resultado de su propio aprendizaje. De ahí que significa participar en la
proyección y en la toma de decisiones con respecto a los objetivos a alcanzar, a los
contenidos, al proceso y a las formas y vías de evaluación del aprendizaje y del desarrollo
y asumir la responsabilidad que le corresponde por su compromiso y participación en las
decisiones tomadas.
Finalmente, cooperativo pues el aprendizaje se produce en los espacios de
intersubjetividad grupal o en la relación entre pares, mediante el intercambio de
información, experiencias y vivencias en un proceso cooperativo que enriquece y modifica
las existentes en cada Ingeniero Industrial. En esos espacios se produce un cambio no
sólo conceptual, sino en los contenidos y modos de funcionar de las configuraciones
personológicas del sujeto, que conducen a un nuevo nivel de autorregulación
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comportamental. Lo que cada estudiante aprende está condicionado por la dinámica del
grupo de aprendizaje del cual forma parte.
CONCLUSIONES
La formación y desarrollo del Ingeniero Industrial sólo se produce cuando todas las
características están presentes. De ahí que, constituye un sistema íntegro en el que cada
uno se interrelaciona con las demás. Lo anterior, hace posible un proceso de aprender
donde el Crecimiento Personal se concibe como una unidad compleja de análisis de los
procesos de desarrollo de la Personalidad en la cual se encuentran y pueden ser
estudiados los mismos. Asimismo, la Personalidad y su desarrollo, en el Crecimiento
Personal se manifiesta en la unidad de contenidos y funciones que la caracteriza. Por
tanto, integra aspectos propios del contenido psicológico de la Personalidad y aspectos
relacionados con el modo en que ese contenido funciona en la regulación comportamental.
REFERENCIAS
Barberán, J.P. (2018). La formación del Ingeniero Industrial del Ecuador: una mirada
desde la Universidad Laica Eloi Alfaro de Manabí. Opuntia Brava 10 (1).
Delors, J. (1996). Formar a los protagonistas del futuro. Revista El Correo de la UNESCO.
Año XLIX, pp. 6-11. París, abril.
Díaz, F. (1993). Aproximaciones metodológicas al diseño curricular: hacia una propuesta
integral. Revista Tecnología y Educación 21, pp. 19-39. México.
Leontiev, A.N. (1975). Actividad, conciencia y personalidad. La Habana: Ed. Pueblo y
Educación.
Romero, A. (2014). Avances y desafíos de la formación investigativa en la carrera de
Pedagogía de la Universidad Politécnica Salesiana de Ecuador. Recuperado el 20
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Tunnermann, C. (2000). Universidad y Sociedad (Balance histórico y perspectivas desde
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de postgrado. Universidad Central de Venezuela. Caracas, Venezuela.
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y acción. Recuperado el 14 de agosto de 2011, de
http://www.unesco.org/education/educprog/wche/declaration_spa.htm
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