intervención del hombre en la naturaleza con fines de producción de alimentos y materia
prima (Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas, 1972).
En tal sentido, los agrónomos estudian la manera de hacer el suelo más productivo, lo
clasifican y analizan para determinar si este contiene sustancias vitales para el desarrollo
de los cultivos. Asimismo, prestan especial interés al movimiento de los nutrientes a
través del suelo, los cuales son absorbidos por las raíces de las plantas. Sus prácticas
se encaminan al desarrollo sustentable de la sociedad y el medio ambiente.
Es por ello que se “… destaca la formación del profesional de las ciencias agrícolas, que
se potencia desde una concepción integral en la dinámica de los agroecosistemas, y se
sustenta en la idea de fomentar desde el proceso de formación inicial y permanente, un
desarrollo más equilibrado entre lo tecnológico y lo sociohumanista” (Sosa, Guzmán y
Pérez, 2018, p. 2).
Por consiguiente, el ingeniero agrónomo se instituye como un profesional capaz de
manejar los recursos naturales renovables en forma racional. Su actividad se encamina
al desarrollo del sector agropecuario, el entorno rural y la industria agroalimentaria. De
ahí que planifica, coordina y realiza estudios e investigaciones sobre manejo de suelos
con fines agrícolas, lo cual incluye el control de la fertilidad, el riego, el drenaje, la
mecanización agrícola y otros aspectos esenciales para su labor.
De igual modo, este profesional genera proyectos de mejoramiento genético y
agronómico, así como se encarga del control de plagas y enfermedades por medio del
uso de pesticidas, biocidas, y otros, en plantas y animales. Su accionar se caracteriza
por el uso de técnicas agroindustriales en el procesamiento de productos agropecuarios,
la asistencia técnica y adiestramiento de agricultores, y por realizar estudios
socioeconómicos relacionados con el sector agrícola, el medio ambiente, las energías
renovables, etc.
Lo antes expuesto evidencia la importancia de este profesional para la sociedad, la
economía y el sector agroalimentario. Por tal motivo, constituye una demanda social la
formación de Ingenieros Agrónomos en las universidades con la calidad y la eficiencia
que dicho proceso requiere, ya que estos tienen una importante misión en sus manos,
sobre todo la relacionada con la protección medioambiental, el control de los cultivos y la
concientización de la población con respecto a las buenas prácticas agrícolas.
Los herbicidas y su importancia en el control de malezas para el mejoramiento del
proceso productivo
En la agricultura es usual la existencia de problemas relacionados con las malas hierbas
que afectan las cosechas, por ello resultan esenciales los herbicidas en esta actividad
indispensable para la economía y la sociedad. En tal sentido, según su naturaleza
química, hay más de doce familias de compuestos químicos para erradicar dichas
hierbas, lo que constituye un avance notable de la ciencia en los momentos actuales.
Por consiguiente, se puede apuntar lo siguiente:
Los herbicidas son compuestos complejos que tienen la capacidad de controlar las plantas
indeseables o malezas en los cultivos. Estos plaguicidas como otros productos para la
protección de los cultivos, deben ser utilizados de acuerdo al conocimiento de todas sus
características y propiedades, para así obtener el máximo provecho de su acción, ya que