Conceptuación de la formación de valores
La formación de valores es un proceso activo, complejo y contradictorio como parte en
la formación de la personalidad, que se desarrolla en condiciones históricas sociales
determinadas y en el que intervienen diversos factores socializadores, como la familia,
escuela, comunidad, medios de comunicación masiva, organizaciones políticas y de
masas, entre otros al respecto se ha dicho:
Para cada momento histórico y para cualquier sociedad concreta existe un sistema de
valores objetivamente conformado, resultado de la propia estructura de las relaciones
sociales que se define por interés, no de un individuo o clase, sino por toda la sociedad
según el nivel de desarrollo que haya alcanzado en ese momento. (Fabelo Corzo, 1989,
p. 32)
Coincidimos con Fabelo Corzo, porque los valores se forman y se desarrollan
justamente en el marco de las condiciones sociohistóricas concretas, lo que significa
que en los momentos actuales hay que proyectar el trabajo educativo a nivel de toda la
sociedad y todos los niveles de enseñanzas de nuestras escuelas; para lograr la
preparación del hombre integral, expresado en una coherencia de formación patriótico-
militar, internacionalista, política-ciudadana, científico-ambientalista y en lo laboral-
vocacional, expresado en su forma de sentir, pensar y actuar con profundas
convicciones comunistas y con un sistema de valores que lo identifican como agente
transformador y activo dentro de la sociedad
“… las nuevas condiciones sociales constituyen un conjunto de positivas influencias
educativas que se ponen de manifiesto en la formación de valores de los jóvenes…”
(Baxter, 2007, p. 43). La política educacional cubana enfatiza en la formación integral de
los educandos, para que sean individuos comprometidos con la sociedad, en los que
realmente se concreten los valores revolucionarios deseados, con integridad física y
moral. Esto requiere de grandes esfuerzos por parte de los educadores, directivos
estudiantiles y administrativos, quienes deben promover acciones dirigidas hacia este fin.
Por otra parte, “… la educación tiene la misión de desarrollar la formación de valores en
los estudiantes como un todo en su personalidad durante el proceso docente educativo,
y no como elementos aislado en su preparación como profesional…” (Sánchez
Aguilera, y Díaz Cantillo, 2018, p. 2).
Coincidimos con Sánchez y Díaz por la importancia que tiene el proceso docente
educativo con la puesta en práctica de actividades que permiten contribuir al
fortalecimiento de los valores morales y específicamente la formación del valor
responsabilidad.
La responsabilidad como valor moral
Respecto a la moral, Chacón Arteaga (2000) refiere que se trata de un reflejo en la
conciencia de las condiciones materiales en que viven los hombres, a partir de la
formación histórica en su relación entre sí, de las actitudes y conductas asumidas en el
transcursos de sus vidas, que se expresan en forma de principios, normas, sentimientos
y representaciones sobre el bien y el mal, el deber, lo justo o injusto, que en su
conjunto, regulan y orientan la elección moral de cada individuo y el comportamiento
humano en general.
Opuntia Brava ISSN: 2222-081x vol. 11. Núm.1. enero-marzo 2019
Recepción: 16-02-2018 Aprobado: 19-10-2018