FORMACIÓN INTEGRAL Y EDUCACIÓN RACIAL EN EL ESTUDIANTE
UNIVERSITARIO: PROPUESTA METODOLÓGICA DESDE LA ESTRATEGIA
EDUCATIVA DEL AÑO ACADÉMICO
INTEGRAL FORMETION AND RACIAL EDUCATION IN THE UNIVERSITY
STUDENT: METHODOLOGICAL PROPOSAL FROM THE EDUCATIONAL
STRATEGY OF THE ACADEMIC YEAR
Oscar González Fernández
1
(oscargf64@gmail.com) http://orcid.org/0000-0002-2523-
8651
Sars Díaz Pérez
2
(saraisdp99@ult.edu.cu) http://orcid.org/0000-0002-7596-2592
RESUMEN
Educar la racialidad constituye un imperativo para la sociedad cubana en el contexto
actual, dada la emergencia de expresiones de prejuicios, estereotipos y discriminación,
que trascienden a la Universidad con énfasis en las personas de piel negra y mestizas.
Aunque el tema ha sido abordado por diferentes disciplinas, son limitadas las
propuestas desde las ciencias pedagógicas. Un diagnóstico causal realizado en el
contexto de la Universidad de Las Tunas con estudiantes de la carrera de
Comunicación Social permitió caracterizar el estado actual de esta problemática,
revelando desconocimiento sobre el tema racial, carencias en la Estrategia Educativa
del año de acciones que potencien la educación de la racialidad así como la
persistencia de prejuicios, y estereotipos racista en el espacio universitario. En tal
sentido en el artículo se asumen principios esenciales de la formación integral y de la
diversidad como categoría educativa que sirven de fundamento a la propuesta
metodológica, orientada a la educación racial del estudiante universitario. La aplicación
de métodos como la observación, la entrevista en profundidad y la encuesta viabilizaron
la indagación, lo cual revela la necesidad de abordar esta problemática y su inclusión en
el proceso formativo con vistas a complementar las exigencias de la educación
universitaria.
PALABRAS CLAVES: Formación integral, diversidad y educación racial
ABSTRACT
Racial education is an imperative for Cuban society in the current context, given the
emergence of expressions of prejudice, stereotypes and discrimination that transcend
the University with an emphasis on black and mestizo people. Although the subject has
been approached by different disciplines, the proposals from the pedagogical sciences
are limited. A causal diagnosis made in the context of the University of Las Tunas with
students of the Social Communication career allowed to characterize the current state of
this problem, revealing ignorance about the racial issue, deficiencies in the Educational
Strategy of the year of actions that promote education of raciality as well as the
persistence of prejudices, and racist stereotypes in the university space. In this sense,
the article assumes essential principles of comprehensive education and diversity as an
educational category that serve as a basis for the methodological proposal, oriented to
1
Doctor en Ciencias económicas, Lic. en Economía Política, Universidad de Las Tunas, Cuba.
2
Máster en Ciencias de la Comunicación, Lic. en Filosofía e Historia, Universidad de Las Tunas, Cuba.
Opuntia Brava ISSN: 2222-081x vol. 11. Núm.1. enero-marzo 2019
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the racial education of the university student. The application of methods such as
observation, in-depth interview and survey made the investigation possible, which
reveals the need to address this problem and its inclusion in the training process in order
to complement the demands of university education.
KEY WORDS: Integral Formation, diversity and racial education.
Abordar el tema racial en la universidad, obedece a la necesidad de dar respuestas a
uno de las problemáticas sociales que siguen afectando al ser humano, la
discriminación, ya sea por género, clase, etnia, razas y otras. La emergencia en el
contexto actual de tales problemáticas limita el desarrollo social pleno, Cuba no escapa
a esta realidad, que bajo manifestaciones diversas trae consigo crisis en los valores.
Son estos elementos los que demandan una educación contextualizada que incluya el
origen diverso de pueblo cubano, que profundice en las causas de estas
manifestaciones, unido a propuestas educativas que propendan a la formación integral
del estudiante universitario. El insuficiente tratamiento al tema de la racialidad desde el
proceso formativo en la Educación Superior, limita la formación de una cultura racial en
los estudiantes, lo cual hace viable el diseño de acciones que contribuyan a sustentar la
equidad como principio esencial del proyecto social cubano, y la inclusión como
principio de la educación.
Los estudios actuales revelan prevalencia de población blanca en las instituciones
universitarias, unido a las limitaciones en las Estrategias Educativas para promover una
cultura sobre la racialidad que tenga en cuenta la historia y la cultura africana como
parte esencial del mestizaje que integra la nación cubana.
La formación integral del estudiante universitario
La formación integral del estudiante universitario en calidad de proceso debe
encaminarse al desarrollo de competencias, no solo profesionales sino de habilidades
que coloquen al hombre en el contexto en que vive y a su vez hacer del proceso
educativo, un proceso que englobe la cultura, la ética, la identidad y por sobre todo la
condición humana del hombre.
La humanidad encara hoy un mero creciente de retos que tienen como denominador
común su naturaleza global. Para estar en mejores condiciones de enfrentarlos,
necesitamos una eduación que nos prepare para reconocer y combatir problemas de
esa naturaleza. Contamos con ella solo parcialmente. La creación de ese pensamiento
es parte de la reinvensión de la educación y de la universidad como uno de sus pilares.
(Morin y Delgado, 2014, p. 49)
Desde esta perspectiva, la formación integral significa la preparación de los estudiantes
para la producción de conocimientos, la innovación, la transformación y la resolución en
consonancia con el desarrollo científico y social actual, todo ello sobre la base de
principios éticos. Resulta ser la esencia de la formación profesional que expresa la
relación entre cultura, educación, desarrollo y aprendizaje.
Al decir de Suárez (citado por Guzmán, 2017) el desarrollo es premisa que posibilita la
formación integral de los estudiantes como proceso y resultado de todo el sistema de
influencias educativas, consecuencia de la relación entre lo instructivo, lo educativo y lo
desarrollador, en el que el aprendizaje constituye un mecanismo de la educación,
síntesis de los elementos esenciales de la cultura.
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Constituye una necesidad formar un profesional competente, con preparación científica
aparejada al componente sociohumanista. Ello requiere potenciar una educación
desarrolladora cuyo fin y esencia toma en cuenta los principios básicos del humanismo.
En el estudio de la formación integral, resultan claves: la relación que se establece entre la
dinámica de los procesos sociales externos y los internos y la que se expresa en el sujeto
entre espacio, tiempo y distancia formativos. Estas revelan los niveles de conciencia del
sujeto acerca del ritmo de su formación en un período dado, el lugar que ocupa, lo que
aporta, comparte y aprende de las relaciones interpersonales socio-educativas que expresan
su valoración en relación con los otros. (Guzmán, 2017, p. 3)
Se requiere de un pensamiento que comprenda e integre a su vez las complejidades de
los procesos educativos, las mediaciones que se producen en torno a ello, que no solo
emergen del espacio interno sino de los cambios externo, corresponde en esta
dinámica a la universidad ahondar en las búsquedas causales, en la lógica y en la
resolución de las contradicciones. Como señala (Morín, 2014) hay enseñanzas
ausentes y necesarias para la educación contemporánea entre ellas enseñar la
condición humana
3
. La acepción desde la ciencia del concepto raza connota la
ausencia de tal enseñanza.
Las razas han sido un intento de clasificación de los seres humanos. Tal tipificación ha
variado según la época, la cultura, y el contexto; se refieren en lo fundamental a los
aspectos físicos visibles como el color de piel, características del cabello, forma del
cráneo y otros. Buffon fue de los primeros en aplicar el término raza a las variaciones
somáticas que observó entre las personas; hasta entonces el término era empleado
para referirse casi exclusivamente a los animales. El anatomista alemán Johann
Friedrick Blumenbach (1752-1840), considerado fundador de la antropología, propuso
dividir la humanidad según el color de la piel, François Bernier (1864) refiere una
clasificación en distintas razas o especies humanas, argumentando que era posible
dividir la tierra teniendo en cuenta las características físicas de los hombres.
En Cuba los antecedentes del tema están en la obra de Fernando Ortiz, que ubica la
aparición del término en el siglo XII en las lenguas romances, con un sentido despectivo
hacia determinado grupo o personas. En los siglos XV y XVI se aplica a humanos y
animales, lo que implica una acepción zoológica. Supone que su sentido peyorativo y
zoológico hizo posible su aplicación a los esclavos en las primeras etapas de la trata
negrera, a la vez que se expandían por Europa los conceptos discriminatorios basados
en predeterminaciones antropológicas.
La raza es un concepto tan histórico y científicamente convencional y cambiadizo como
social y vulgarmente altanero y despiadado. Pocos conceptos hay más confusos y
envilecidos que el de raza. Confuso por lo impreciso e imprecisable, envilecido por los
ruines menesteres políticos y sociales en que ha sido y es empleado. (Guanche y Matos,
2013, p. 219)
3
Se hace referencia a los siete saberes necesarios para la educación del futuro fundamentados desde la concepción de
Edgar Morin. No se trata de un tratado sino exponer problemas centrales o fundamentales que permanecen por
completo ignorados y que son necesarios para enseñar en el próximo siglo. En cualquier sociedad y en cualquier
cultura, destaca además del saber científico, la condición humana, la comprensión, la ética entre otros.
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Las investigaciones más recientes confirman la naturaleza sociocultural del concepto.
Las razas son construcciones sociales que identifican o marcan a grupos humanos
respecto a otros grupos, en dependencia de relaciones que sostienen entre ;
construcciones elaboradas en un medio específico, históricamente determinable, en
íntimos nexos con las relaciones sociales, las clases sociales y las acumulaciones
culturales de la sociedad de que se trate (Martínez, 2012, p.1)
De las posiciones científicas contrapuestas derivaron diferencias entre determinados
grupos humanos, y como consecuencia se contribuyó al fomento de los prejuicios, los
estereotipos y la discriminación, aspectos que los autores han denominado de variadas
maneras como: cuestión racial, problema racial, fenómeno de la racialidad o tema
racial. Se refiere en lo fundamental a problemáticas sociales marcadas por el color de la
piel, como desigualdades, marginalidad, exclusión social, pobreza, representaciones e
imaginario social, en la generalidad sobre las personas de piel negra y mestiza.
Lo racial es el fenómeno que se manifiesta en aspectos vinculado a diferentes grupos
raciales construidos socioculturalmente, entiéndase relaciones raciales, filiación racial,
prejuicios, estereotipos, discriminación y otros análogos a estos, la clasificación racial
humana, cobra significado en su acepción sociocultural, como construcción que varía en
correspondencia con los contextos en que se desarrollan los seres humanos,
incorporándoles valores, creencias ideas y patrones como instrumento de poder y
dominación de un grupo sobre otro, que justifica actos como el colonialismo histórico
europeo o los genocidios y segregacionismos perpetrados contra poblaciones enteras a
lo largo de la historia humana. (Díaz, 2015, p. 4)
Reformar el pensamiento en relación al término raza requiere además cambiar los
modos de hacer y de actuar; en las sociedades construidas sobre la base del mestizaje
como componente esencial, resultado de la conquista y colonización, configuró lo
multirracial y multiétnico. En Cuba este proceso tuvo particularidades, dadas no solo por
la aceleración con que se produce, sino además por la diversidad en la mixtura,
fenómeno al que Ortiz denominó transculturación.
4
En cambio, se precisa asumir que este amestizamiento no puso fin a la diversidad, dado
esencialmente por el origen, las condiciones de llegada, los puntos de partida de los
grupos humanos que se integran, con énfasis en la diversidad racial que va
conformando una estructura socioclasista, y cultural, que trasciende la sociedad para
reflejarse en el espacio educativo.
A propósito de la diversidad como categoría del proceso educativo
Los enfoques en relación a promover el desarrollo de una educación multicultural
enfocada a la diversidad, se ubica en las décadas de los 60 y 70 principalmente en
países como Estados Unidos, Canadá y otros, se centran fundamentalmente en el
desmontaje del discurso científico en relación al término raza y que había sido asimilado
en los espacios educativos, en relación a ello predominan ideas que acentúan la
discriminación.
4
Concepto introducido por Fernando Ortiz para analizar el complejo proceso de integración cultural que se produce
en Cuba, refiere que en Cuba prácticamente en un día se pasaron varias edades, por la rapidez con que se da la
integración del español, el indio que casi fue exterminado y la transmigración de una nueva población, los africanos.
Todo ello originó una transplantación, a una cultura de nueva creación.
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Torres (citado en Soler, 2018) resalta la idea de que si un niño o niña no es de raza
blanca, o es blanco, pero no de clase media, no habla inglés, es pobre, necesita ayuda
especial debido a problemas de visión, audición, motricidad, lectura, escritura, de
conducta, de crecimiento, o es una chica embarazada o casada de 15 años, no está
suficientemente aseada o muy poco, entonces, en muchos lugares, las autoridades
académicas decidirán que la institución escolar no es el lugar para ese niño o niña.
A criterio de (Soler, 2018) Los aspectos referidos generan proyectos de educación
compensatoria que, aunque de corte asistencial y con la intensión de incluir a la
población en condiciones de desventajas, no siempre tuvieron en cuenta la
preservación de la cultura, las tradiciones y otros aspectos que identificaban a estos
grupos.
Las diferencias biológicas y culturales entre grupos humanos deben ser valoradas como
signos de identidad, ser asumidas como formas naturales que propendan al orgullo, de
forma que se puedan debilitar las influencias del racismo que hace creer a algunos
alumnos que determinados signos o rasgos físicos son superiores a otros. No es
suficiente con reconocer y aceptar los alumnos de diferentes capacidades, intereses,
culturas, etc. sino que debemos ser conscientes, además, del enorme valor de todos
ellos para construir espacios de aprendizaje.
Vila (2006) consideran fundamental asumir y valorar la diversidad como parte de la
realidad educativa por cuatro motivos:
La diversidad es una realidad social incuestionable. La sociedad en que vivimos
es progresivamente más plural en la medida que está formada por personas y
grupos de una gran diversidad social, ideológica, cultural, etc.
Si el contexto social es pluricultural, la educación no puede desarrollarse al
margen de las condiciones de su contexto socio-cultural y debe fomentar las
actitudes de respeto mutuo.
Si aspiramos a vivir, crecer, y aprender en una sociedad democrática
(participación, pluralismo, libertad, justicia) la educación debe asumir un proceso
de cambio y mejora en este sentido.
La diversidad entendida como valor se convierte en un reto para los procesos de
enseñanza-aprendizaje que amplían y diversifican sus posibilidades didáctico-
metodológicas.
De modo general se incluyen en este criterio aspectos esenciales a tener en cuenta en
la concepción de una educación desde la diversidad, connotando la realidad social en la
que se da el proceso, o sea, que puede incluir grupos con ideologías diferentes,
prácticas socioculturales diversas y bajo esas condiciones hay que organizar el proceso
educativo, promoviendo la creatividad pedagógica. La organización del proceso escolar
debe asumir las diferencias inherentes al ser humano, ya sea de género, posición
social, identidad y hasta lo sicológico, estas se coexisten en cualquier ambiente escolar.
En atención a la diversidad en el contexto educativo, connotan los modelos de
educación intercultural, asumida como una forma de entender y vivir la educación, es un
enfoque educativo que tiene un carácter inclusivo, donde la diversidad es un ingrediente
indispensable y positivo para una educación integral y de calidad, considerándose la
diversidad un valor que nos enriquece.
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Existe la tendencia de identificar la educación intercultural con una educación para
inmigrantes, pero en realidad su esencia es atender la diversidad, partiendo de una
concepción que asuma como principio la inclusión; una educación para aprender a vivir
en un contexto multicultural, que promueva desde sus concepciones valores de respeto
y tolerancia hacia lo diverso. Estamos por tanto ante una educación transformadora, no
sólo a nivel educativo, sino también con proyecciones a la sociedad, considerados por
algunos como un nuevo enfoque hacia una educación antirracista.
Se asume desde esta concepción el enfoque holístico de la educación intercultural en
todas sus dimensiones, que demanda una respuesta educativa para la convivencia
ciudadana, una alternativa para superar la tendencia de programas dirigidos a ciertos
grupos, por una concepción de educación para todos en lo cultural y su diversidad.
Desde esta perspectiva, la educación intercultural constituye un enfoque educativo
basado en el respeto y valoración de la diversidad cultural que propone un modelo de
intervención, formal e informal, holístico, integrado, configurador de todas las
dimensiones del proceso educativo para lograr la igualdad de oportunidades y
resultados
Desde las investigaciones en Cuba, lo intercultural se analiza a partir de la educación
posgraduada por el crecimiento de la colaboración cubana y de los servicios
académicos que se prestan en el exterior (Rodríguez, 2014); a su vez por la creciente y
diversa matrícula de estudiantes extranjeros integrados a los estudiantes cubanos. De
modo que la formación de profesionales debe corresponder con el contexto social y
educativo, en el que media la diversidad y demanda de la convivencia pacífica, del
respeto y no de la tolerancia para contribuir al desarrollo pleno del ser humano, al decir
de Morín enseñar la comprensión humana. Otros autores analizan la competencia
intercultural como necesidad en el espacio docente en relación a ello. Campos, Urbay y
Gallardo (2018)
indican la necesidad de concebir la competencia intercultural desde una perspectiva
integrada, donde no solamente se analice la relación sistémica dentro del constructo de
la relación entre conocimientos, habilidades, actitudes y valores, sino que se analice la
competencia a partir de la relación de estos componentes de la competencia con las
competencias discretas, pero que también los ejes centrales de la interculturalidad estén
respaldados por ejes epistémicos como responsabilidad social, respeto a otras culturas y
preservación de la identidad. (p. 200)
Estas perspectivas investigativas responden a las exigencias del modelo de formación
cubano, en cambio atender lo intercultural desde el proceso formativo resulta pertinente,
máxime en un contexto globalizador que demanda formar un individuo con valores que
se correspondan con el proyecto social que se construye, y dentro de lo cual merece
atención la educación de la racialidad; esta presupone la incorporación de
conocimientos, y la formación de valores tendentes a minimizar las expresiones de
prejuicios y estereotipos racistas.
Si nos remitimos al estado del tema racial en nuestro sistema educacional y en el
mundo académico universitario en particular, la situación podría calificarse de bastante
poco satisfactoria “…No existen los estudios raciales en nuestras universidades, pues
estos recién han comenzado a aparece; ni apenas se imparten sistemáticamente tales
contenidos en los programas de pregrado y posgrado” (Morales, 2010, pp.61-62).
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Las investigaciones en Cuba sobre educación y raza son insuficientes dada la ausencia
de la variable color de piel, incluso en los censos poblacionales; y por otro lado las
particularidades del sistema educativo con carácter inclusivo, la igualdad de
oportunidades en todos los niveles de enseñanza sin distinción de color, así como la
garantía de la continuidad de estudios en todos los niveles de escolaridad limita los
estudios de esta naturaleza. En relación a ello se apunta:
Nuestra educación no podría ser calificada como racista, por cuanto todas las personas,
independientemente de su clase de procedencia o color de la piel, tienen acceso a ella,
en igualdad de condiciones y tratamiento. Pero, mirando más profundo, observamos que
los troncos formativos de nuestra nacionalidad y de nuestra cultura no se integran
equilibradamente dentro del contenido de la educación que se imparte. Niños o jóvenes,
blancos, negros y mestizos, no reciben en las aulas una enseñanza que por igual los
asuma como parte de una sociedad uniétnica y multirracial. (Morales, 2010, p. 62)
Resulta paradójico asumir la concepción de lo mestizo como elemento esencial en la
formación de la nación cubana, promover prácticas culturales en correspondencia con
ese mestizaje, crear el marco legal que ampara el derecho por igual de blancos y
negros, y no promover una educación que aunque con carácter inclusivo, tiene ausente
el color de la piel, tiene ausente la aportación en toda su dimensión de negros y
mestizos a la formación de la nación, reducida a un número casi insignificante de
patriotas negros, no se retoman en las clases de historia y cultura las aportaciones de la
cultura africana, y menos aún la historia oral y social de familias negras y mestizas
desarraigadas en el proceso de esclavitud y trata.
En referencia a la ausencia del tema racial en la enseñanza cubana (Martínez, 2011)
reconoce que:
Se abandonó prácticamente la concientización antirracista y la elaboración de una
estrategia de educación de los niños y jóvenes y de reeducación de los adultos para
una integración socialista entre las razas en Cuba, a pesar de que las tareas y los logros
de la Revolución le hubieran brindado un suelo óptimo. Al contrario, se veía mal referirse
a cuestiones raciales”, que serían “rémoras de la sociedad anterior” que el socialismo
en general liquidaría. (p. 3)
Se refiere a aspectos como la carencia de contenidos en las asignaturas, relacionados
con la historia de África, los aportes de los africanos a la cultura mundial; con las
causas históricas, políticas y económicas de la situación actual del África subsahariana,
que rebasen el fenómeno de la trata negrera, o sobre la literatura generada en ese
continente en todas las épocas históricas.
El estudio realizado por el Grupo de Reducción de Desigualdades del Polo de Ciencias
Sociales y Humanidades (2008), en Propuesta para la elaboración de políticas
tendentes a la reducción de las desigualdades raciales, se plantea que: En sentido
general no existen grandes diferenciales según color de la piel en cuanto a los niveles
de instrucción alcanzados por la población en los últimos años. No obstante, en la
información del Censo de Población y Viviendas de 2002 se constatan diferencias
significativas en el nivel educacional superior, donde los blancos culminan más estos
estudios que los no blancos (4,4 puntos). En paralelo, los no blancos están
sobrerrepresentados en los obreros calificados en 10,1 puntos porcentuales por encima
de la media.
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Desde las Universidades, el proceso pedagógico se concreta en estrategias
pedagógicas que van de la transformación del estado real, al deseado lo cual debe
concebirse desde un sistema de acciones flexible, dispuesto a ser modificado y
rediseñado en la medida que se transforme la realidad dentro del proceso de formación.
Las instituciones universitarias constituyen un espacio ideal para promover la educación
racial desde el proceso formativo teniendo en cuenta que entre sus objetivos figura la
formación de profesionales con un sólido desarrollo político, dotados de una amplia
cultura social, humanística y económica, y en correspondencia con ello competentes
para su desempeño profesional. Un diagnóstico realizado para evaluar la gestión del
proceso de formación integral en el eslabón de base por el Ministerio de Educación
Superior (MES) identificó entre otras debilidades que: los proyectos educativos son
formales e inoperantes. No constituyen estrategia común de la comunidad universitaria
del año académico para cumplir sus objetivos educativos e instructivos.
Como resultado del perfeccionamiento de este proceso se establecen los principios,
propuestas de políticas y normas jurídicas para cumplir con este encargo. En relación al
colectivo de año es de su responsabilidad el diseño e implementación de la Estrategia
Educativa del Año Académico para el cumplimiento de los objetivos instructivos y
educativos establecidos en el plan de estudio. Debe promover además la participación
generalizada y activa de los estudiantes no solo en las tareas de la universidad sino
contextualizada y atemperada a las exigencias de la sociedad.
La permanencia de problemáticas raciales no ha sido suficientemente atendidas desde
el proceso educativo en ninguno de los niveles de enseñanza, para diagnosticar el
estado real de la problemática en la Universidad de Las Tunas, se utilizó el muestreo
aleatorio simple, estratificando la población en dos grupos fundamentales profesores y
estudiantes, además de tener en cuenta otras características sociodemográficas como
edad, color de piel, lugar de residencia y sexo. El objetivo de la propuesta se centró en
determinar a partir de los instrumentos aplicados a profesores principales de año y al
grupo de estudiantes, el conocimiento sobre problemáticas asociadas a la racialidad
como estereotipos y prejuicios particularmente hacia las personas negras y mestizas y
en segundo lugar, indagar sobre el tratamiento desde la Estrategia Educativa a estas
problemáticas.
El conjunto de estos elementos, permitió el diseño de la propuesta metodológica,
dirigida a educar la racialidad en el espacio universitario, como alternativa para la
formación de una cultura racial en base a la equidad.
Pasos metodológicos de la propuesta.
Diagnóstico de las problemáticas raciales manifiestas en la comunidad
universitaria, así como la identificación de las mismas por los grupos incluidos en
la investigación.
Elaboración del marco teórico referido a la educación de la racialidad, desde una
concepción de la diversidad.
Determinación del grupo meta a quienes va dirigida la propuesta metodológica, y
análisis de las actividades diseñadas en la Estrategia Educativa del Año a fin de
identificar las posibilidades de implementación de la misma.
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Diseño del sistema de actividades para promover la educación racial, con
enfoque flexible teniendo en cuenta la creatividad del grupo seleccionado.
Los indicadores esenciales de análisis para esta indagación científica, fueron los
siguientes:
Nivel de conocimiento sobre la concepción científica de término raza así como de
problemáticas asociadas a la racialidad.
Representación de los grupos raciales (atendiendo al color de piel)
Identificación de actitudes o comportamiento discriminatorios hacia algún familiar,
amigo o hacia sí mismo en algún espacio social o en la universidad.
El papel de los medios de comunicación en la socialización de una cultura no
racista
Para diagnosticar el tratamiento desde la Estrategia Educativa al tema racial, se
determinan indicadores como:
La existencia o no de una educación que se sustenta en patrones de la cultura
blanca.
La inclusión en la estrategia educativa de actividades en relación a homenajear
personalidades de la historia o la cultura cubana de raza negra o mestiza, así
como recordar acontecimientos significativos tales como el día de la raza, de la
afrodescendencia otros.
Acciones dirigidas al rescate del folklor y otras prácticas culturales como parte del
proceso de integración y mestizaje de la nación cubana.
Resultados de la encuesta a los estudiantes. Valoración cualitativa
En relación al análisis científico de las razas, la generalidad de los estudiantes
manifiesta que, si existen las razas humanas, partiendo de lo que han escuchado y
leído en relación a ello, identifican que como resultado de ese concepto se producen
manifestaciones de prejuicios, estereotipos y discriminación mayormente hacia las
personas de piel negra.
Al evaluar la representación que se tiene de los diferentes grupos raciales a partir del
color de la piel, resultan significativos los estereotipos que identifican a las personas
negras y mestizas, con calificativos muy enraizados en el imaginario popular entre los
que figuran el comportamiento agresivo de las personas de piel negra, calificados como
excéntricos, conflictivos, aunque también se incluyen juicios positivos como que tienen
fortaleza, buenos amigos, posen inteligencia al igual que los blancos y sus prácticas
religiosas valoradas como hechiceras, aunque se reconoce la proliferación en los
últimos años de la incorporación de personas de diferentes grupos raciales a estas
prácticas. Resulta significativo que en estas representaciones confluyen grupos de
blancos, negros y mestizos.
Se identifican actitudes negativas respecto a las personas llamadas por la población
blanca de color para referirse a los negros, figuran entre estas actitudes los chistes
hacia estas personas, se reconoce que en muchas familias persiste el prejuicio para la
formación de parejas, aunque en los jóvenes encuestados no se da como regularidad,
el prejuicio en este sentido si se expresa en algunos casos condicionamiento para
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establecer una relación de pareja, siendo predominante esta exigencia en los varones
de piel blanca.
Las valoraciones sobre el tratamiento a la problemática racial desde la Estrategia
educativa evidencia un conocimiento limitado, sobre todo de qué incluir y cómo,
partiendo de reconocer que no es objetivo de la estrategia abordar problemáticas como
estas, se incluyen mayormente acciones para la educación sexual, el enfrentamiento a
las drogas así como las conmemoraciones a figuras y hechos históricos y desde la
participación de personalidades negras o mestizas, el más connotado es Antonio
Maceo.
Resultados de la entrevista a los profesores
Se coincide en que la educación en Cuba es inclusiva con derechos y garantías para
todos los ciudadanos, se plantea además que no se habían cuestionado que esa
educación inclusiva pondera los estilos de la educación occidental si se tiene en cuenta
que se enseña muy poco o casi nada de la cultura y la historia de África de la que
somos parte. Expresan que hay ausencia de personalidades de piel negra y mestiza
ligadas a la cultura, la ciencia, la plástica y otras manifestaciones.
Es casi nulo el conocimiento de investigaciones y autores que abordan la problemática
racial actual, con excepciones de algunos docentes encuestados que expresan
conocimientos al respecto. En la asignatura estética el patrón de belleza se asocia a la
cultura europea, en entrevista con expertos, se reconoce la producción del cine cubano
en temáticas sobre el problema negro y sobre la discriminación en diferentes épocas
históricas, sin embargo es insuficiente el empleo de las mismas para abordar las
problemáticas raciales de estos tiempos en Cuba que promueva el desarrollo de una
cultura sustentada en la equidad racial y el desarrollo de una conciencia para enfrentar
las manifestaciones discriminatorias.
En relación al diseño de la Estrategia educativa los profesores señalan que su puesta
en práctica responde a las exigencias del perfeccionamiento de los proyectos
educativos y del eslabón de base, y aunque reconocen que hay avances en este
sentido aún son limitadas las acciones para enfrentar problemáticas sociales. En
relación a la discriminación se señala que falta preparación, reconocimiento de la
existencia de problemas de esta naturaleza y la integración de manera más
intencionada y sistémica de la estrategia entre todas sus dimensiones.
El análisis de los resultados expuestos posibilitó el diseño de acciones para contribuir a
la educación de la racialidad desde la Estrategia educativa del año. Entre las acciones
desarrolladas se pueden resumir:
La utilización de los textos de José Martí y Nicolás Guillén en espacios de
debates para profundizar en las concepciones sobre la raza y la reivindicación
del negro, así como su aporte a la historia y a la cultura cubana, siendo esencial
en esta concepción la defensa de la unidad, la identidad y el humanismo en
ambos escritores.
Se aprovechan espacios creados para la promoción de valores de la cultura
cubana que enfatizan en las raíces africanas. Así como la celebración de
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efemérides asociadas a la racialidad como el día de la raza y el día de
afrodescendencia.
Se utilizan los medios y soportes de la comunicación existente en la universidad
como instrumento para el cumplimiento de las acciones, a fin de promover la
construcción de significados, símbolos que se van a integrar en una imagen de lo
racial desde la cultura.
La inclusión en el curso de posgrado “La problemática racial en Cuba: visión
desde las ciencias sociales” de Profesores Principales de Año Académico (PPA).
Las limitaciones identificadas en la Estrategia Educativa, para lograr la formación
integral del estudiante universitario en correspondencia con las exigencias de la
sociedad cubana actual, exige del reconocimiento del problema; y del análisis
coherente, sistemático e integrador para diseñar la misma.
Se evidencia que, desde la Estrategia Educativa del año académico, no se potencian
acciones que permitan enfrentar y aportar soluciones a problemáticas sociales que se
reflejan en la institución educativa como es la discriminación.
La Universidad debe ser un espacio donde no solo se enseñen las culturas sino que se
vivan, lo que implica que el componente mestizo de la nación cubana no borró la
diversidad de culturas que confluyeron en este proceso, por tanto su rescate no solo
debe ser desde prácticas culturales o religiosas, sino formar y educar lo racial en base a
la formación de una cultura sustentada en la equidad.
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