Las investigaciones más recientes confirman la naturaleza sociocultural del concepto.
Las razas son construcciones sociales que identifican o marcan a grupos humanos
respecto a otros grupos, en dependencia de relaciones que sostienen entre sí;
construcciones elaboradas en un medio específico, históricamente determinable, en
íntimos nexos con las relaciones sociales, las clases sociales y las acumulaciones
culturales de la sociedad de que se trate (Martínez, 2012, p.1)
De las posiciones científicas contrapuestas derivaron diferencias entre determinados
grupos humanos, y como consecuencia se contribuyó al fomento de los prejuicios, los
estereotipos y la discriminación, aspectos que los autores han denominado de variadas
maneras como: cuestión racial, problema racial, fenómeno de la racialidad o tema
racial. Se refiere en lo fundamental a problemáticas sociales marcadas por el color de la
piel, como desigualdades, marginalidad, exclusión social, pobreza, representaciones e
imaginario social, en la generalidad sobre las personas de piel negra y mestiza.
Lo racial es el fenómeno que se manifiesta en aspectos vinculado a diferentes grupos
raciales construidos socioculturalmente, entiéndase relaciones raciales, filiación racial,
prejuicios, estereotipos, discriminación y otros análogos a estos, la clasificación racial
humana, cobra significado en su acepción sociocultural, como construcción que varía en
correspondencia con los contextos en que se desarrollan los seres humanos,
incorporándoles valores, creencias ideas y patrones como instrumento de poder y
dominación de un grupo sobre otro, que justifica actos como el colonialismo histórico
europeo o los genocidios y segregacionismos perpetrados contra poblaciones enteras a
lo largo de la historia humana. (Díaz, 2015, p. 4)
Reformar el pensamiento en relación al término raza requiere además cambiar los
modos de hacer y de actuar; en las sociedades construidas sobre la base del mestizaje
como componente esencial, resultado de la conquista y colonización, configuró lo
multirracial y multiétnico. En Cuba este proceso tuvo particularidades, dadas no solo por
la aceleración con que se produce, sino además por la diversidad en la mixtura,
fenómeno al que Ortiz denominó transculturación.
En cambio, se precisa asumir que este amestizamiento no puso fin a la diversidad, dado
esencialmente por el origen, las condiciones de llegada, los puntos de partida de los
grupos humanos que se integran, con énfasis en la diversidad racial que va
conformando una estructura socioclasista, y cultural, que trasciende la sociedad para
reflejarse en el espacio educativo.
A propósito de la diversidad como categoría del proceso educativo
Los enfoques en relación a promover el desarrollo de una educación multicultural
enfocada a la diversidad, se ubica en las décadas de los 60 y 70 principalmente en
países como Estados Unidos, Canadá y otros, se centran fundamentalmente en el
desmontaje del discurso científico en relación al término raza y que había sido asimilado
en los espacios educativos, en relación a ello predominan ideas que acentúan la
discriminación.
Concepto introducido por Fernando Ortiz para analizar el complejo proceso de integración cultural que se produce
en Cuba, refiere que en Cuba prácticamente en un día se pasaron varias edades, por la rapidez con que se da la
integración del español, el indio que casi fue exterminado y la transmigración de una nueva población, los africanos.
Todo ello originó una transplantación, a una cultura de nueva creación.
Opuntia Brava ISSN: 2222-081x vol. 11. Núm.1. enero-marzo 2019
Recepción: 15-03-2018 Aprobado: 09-10-2018