emotividad, entre otros elementos indispensables para un proceso verbal eficiente.
Estos aspectos se perfeccionan en el contexto situacional en el que se produce la
emisión oral, pues esta no siempre es perdurable, tiene carácter variable, convencional
e histórico, es espontánea al expresar las ideas.
En correspondencia con lo antes expuesto, el desarrollo de la expresión oral depende
del modo en que se emprende la actividad pedagógica, el tiempo destinado a la
interactividad del profesor con sus alumnos, de la relación alumno-alumno
responsabilidades, acciones específicas y retos. Asimismo, de las particularidades del
saber científico, habilidades, procedimientos que se orientan, adquieren y ponen en
práctica, cuestiones normadas que guían el entrenamiento de destrezas y condicionan
determinado desempeño, así como acciones o situaciones comunicativas a ejecutar en
el plano laboral en función del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Comunicación, pensamiento y lenguaje
Para desarrollar la temática en cuestión, se hace necesario abordar el término
comunicación, el cual proviene del latín comunicare y significa “establecer algo en
común con alguien, compartir apreciaciones, ideas, conocimientos”, entre otros
elementos. Por tanto, el lenguaje puede ser cualquier forma de expresión al servicio de
la comunicación. La expresión es la manifestación concreta de uno o varios lenguajes
en cada situación comunicativa (verbal, gestual, artística, matemática, etc.). La
comunicación es un acto de relación humana en el que dos o más, intercambian un
mensaje mediante un lenguaje o forma de expresión.
El medio fundamental de la comunicación humana es el lenguaje oral, la voz y el habla
que le permite al sujeto expresarse y comprender ideas. El desarrollo del lenguaje oral
se concibe como el desarrollo de la capacidad de comunicarse verbal y lingüísticamente
en un contexto determinado (Oramas, 2015).
La comunicación sufre transformaciones sistemáticas sujetas a las múltiples y
complejas influencias del entorno de los sujetos. Diversos autores consultados, entre
los que se destacan Morales, Caballero y Marrero (2018) y Teruel (2016), refieren que
la comunicación es una forma de relación activa del hombre con el medio, un proceso
de interacción, un medio de transmisión y asimilación de la experiencia histórico-social
para el intercambio de información y vivencias, así como para el establecimiento de
vínculos afectivos.
Por tanto, el desarrollo de habilidades en la expresión oral exige, desde esta
aproximación, su contextualización a las características psicopedagógicas del
estudiante, así como la integración de lo cognitivo-instrumental y lo afectivo-
motivacional en su nexo con las funciones informativa, reguladora y afectiva de la
comunicación. En relación con la función comunicativa del lenguaje, posibilita expresar
significados por medio de las palabras que tienen un contenido semántico, pero los
términos pueden asumir diferentes significados en el intercambio comunicativo humano,
al entrar en juego aspectos sociales, personales, de preferencia, de sensaciones, entre
otros.
El intercambio verbal entre los hombres tiene gran significación a lo largo de la historia
de la humanidad. El hombre no puede vivir ni satisfacer sus necesidades materiales y
espirituales sin comunicarse con sus semejantes. Es en este proceso de la
Opuntia Brava ISSN: 2222-081x vol. 11. Núm.1. enero-marzo 2019
Recepción: 26-01-2018 Aprobado: 10-07-2018