stages in which the transit of the process under study in the analysis period is
considered, as well as the main regularities that characterize this process, are also
valued.
KEY WORD: Historical background; Initial training; Environmental formation; Primary
teacher.
Se ha planteado que, como consecuencia de la denominada modernidad y
globalización, la dirección de los procesos universitarios se ve enfrentada a nuevas
condiciones, cuyas características son la continuidad del cambio, su elevado nivel de
aceleración y la transformación constante del entorno de la universidad en todos los
órdenes, en lo que podría denominarse una explosión de complejidad (Segundo,
González, 2005 citado en Martínez, 2013), aspectos que, a juicio de los autores del
presente artículo, han incidido de forma permanente en la formación inicial de docentes,
como parte de la dirección de los procesos universitarios.
En este orden, el término formación es tratado por diferentes investigadores, algunos de
los cuales lo definen como categoría pedagógica, lo interpretan como proceso, actividad
o evolución, cuya máxima pretensión es el desarrollo de las potencialidades del
individuo a partir de las relaciones de lo externo e interno. Otros reconocen la formación
como finalidad de la educación y dirección del desarrollo, expresado en la posibilidad o
no, de una implicación activa del sujeto, no solo en el conocimiento de sí mismo y su
entorno, sino además en la transformación de ambos (García Acevedo, Colunga Santos
y García Ruíz, 2017).
Para Rodríguez (2015), la formación es atendida por el Estado cubano de forma
sistemática, consciente de la importancia que tiene para el desarrollo del país contar
con profesionales capaces de preparar las nuevas generaciones. De manera similar,
Loret de Mola, Pino y Nordelo (2017), plantean este proceso como el desarrollo de
dinámicas formativas que permiten enfrentar los cambios en el mundo, que promueva
el desarrollo potencial de un profesional apto para delinear transformaciones en
diferentes contextos culturales, de ahí la necesidad del trabajo con otras dimensiones
en la formación de profesionales, como la dimensión ambiental.
De forma particular, en relación con la formación de docentes, un aspecto clave, según
Rodríguez y Parada (2015), es que este proceso exige formar un docente con un alto
nivel de integralidad, que garantice además de los conocimientos y habilidades, la
formación de valores que permitan la expresión de un modo de actuación profesional
positivo a favor del medio ambiente, es decir lograr un profesional de la educación con
actitudes ambientales que garanticen las exigencias que sobre educación ambiental
demanda nuestra sociedad.
Teniendo en cuenta la intención del presente artículo, se asume la definición de
formación planteada por Testa y Pérez (2003, p. 24), al considerarla como la
…categoría que se enmarca en el proceso de constitución de un sujeto determinado en
su integralidad, ya sea a partir de una concepción general o especializada, por lo que la
compleja red de intereses y procesos que se responsabilizan con la construcción de un
sujeto profesional, en un campo o en otro, se denomina comúnmente formación.
Opuntia Brava ISSN: 2222-081x vol. 11. Núm.1. enero-marzo 2019
Recepción: 24-04-2018 Aprobado: 10-09-2018