El ciclo de vida del producto está compuesto por las etapas obtención de las materias
primas y componentes, producción, distribución, uso y fin de vida. En ellas se
consideran la extracción de las materias primas, el acondicionamiento y su consumo
energético asociado, los procesos de transformación a los que son sometidos los
materiales y distintos componentes hasta la obtención del producto acabado, las
acciones relacionadas con el proceso de embalaje, distribución y comercialización,
tanto del producto acabado como de las materias iniciales y componentes que darán
lugar al producto final, la vida útil del producto y su interacción con el resto de recursos
auxiliares y los diferentes escenarios de eliminación ante los que se encuentra un
producto, una vez agotada su vida útil para las funciones a las que estaba destinado,
desde el punto de vista didáctico constituye parte del contenido del ecodiseño.
Esta concepción no modifica las etapas del proceso constructivo de artículos, sino que
ofrece un enfoque al tener en cuenta los aspectos ambientales, por lo que se introducen
criterios a las acciones que comprenden cada una de las etapas del proceso
constructivo; en este sentido el aspecto ambiental se ha definido como “Elemento de las
actividades, productos o servicios de una organización, que puede interactuar con el
medio ambiente” (NC-ISO 14 040, 1999, p. 4).
En la Norma ISO 14 000 se plantea que los aspectos ambientales de un producto son
aquellas entradas y salidas derivadas del mismo y vinculadas al medio ambiente. Los
diferentes aspectos ambientales potenciales de un producto son, entre otros: consumo
de materiales, uso de sustancias peligrosas, consumo de energía, consumo de agua,
emisiones atmosféricas, vertidos líquidos, residuos, contaminación del suelo, ruido y
olores, los cuales son la causa de los impactos ambientales, de ahí la necesidad de
identificarlos y actuar sobre ellos para minimizar su incidencia sobre el medio ambiente
para cumplir la política trazada por el estado cubano respecto a la gestión ambiental y
conferirle una visión ambiental al contenido de la disciplina.
Concebir el proceso constructivo de artículos desde estas concepciones, exige
comprender que en el PEA de la DPC, el reciclaje trasciende la selección de materiales,
pues el estudiante, al interactuar con los residuos durante las fases del reciclaje,
determinan sus características y los impactos que ocasionan al medio ambiente en la
medida que identifican los problemas ambientales, aspectos que serán considerados
como criterios para el diseño del artículo y del proceso tecnológico, lo cual le permite
integrar criterios ambientales y técnicos en todas las etapas y reducir los impactos
ambientales que este produce, al significar la importancia del análisis del ciclo de vida
del producto, que le confiere un nuevo enfoque al diseño en el proceso constructivo,
orientado a ciclos cerrados de flujo de materiales, donde los residuales de una
actividad, constituyen la materia prima de otra actividad constructiva.
El análisis de estas posiciones y una interpretación de las concepciones más
significativas en el abordaje de los procesos productivos evidenciada en publicaciones
del PNUMA citada por Terry y Abó (2013), González (2005), Tortosa (2013), Fernández
y Rubio (2007), permiten comprender que los aspectos ambientales son elementos
importantes a incorporar en los procesos productivos, lo que implica una nueva
concepción denominada producción más limpia la que es definida como la aplicación
continua de una estrategia integrada de prevención a los procesos, productos y
servicios, para aumentar la eficiencia y reducir los riesgos a la vida humana y al medio
Opuntia Brava ISSN: 2222-081x vol. 11. Monográfico Especial. Febrero 2019
Recepción: 21-06-2018 Aprobado: 06-1-2019