La relación familia-escuela-comunidad en la prevención socioeducativa de las conductas disruptivas
en escolares adolescentes
Tamara Estrella Smith Calderón
Benito Ricardo Payarés Comas
Magdalena de la Caridad Montalvo Díaz
Volumen: 17
Número: 2
Año: 2025
Recepción: 27/02/2025
Aprobado: 01/04/2025
Artículo original
Es por ello, que diversos países de África, Asia, América Latina y el Caribe enfrentan la
desigualdad familiar en los centros de enseñanza. Se pone de manifiesto los beneficios
para las familias pudientes donde las condiciones sociales de los estudiantes se ocultan
tras los diagnósticos individualizados, de manera que estos interiorizan que sus
fracasos u oportunidades están marcados por el status social de donde provienen.
Siendo así, diversas organizaciones internacionales como la Convención sobre los
Derechos del Niño, Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, 1946),
Organización Mundial de la Salud (OMS,1948), Organización de Naciones Unidas
(ONU, 1945), Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (UNESCO), trabajan para prevenir la violencia que afecta prácticamente a todos
los sectores sociales de una manera u otra.
Por su parte, Rodríguez et al. (2020) explican que “el tema de la violencia es una de las
problemáticas sociales que más afecta a los seres humanos sin distinción de país, raza,
sexo, edad, clases sociales” (p.158). En este contexto, Salvatierra y Cedeño (2019)
aluden “la implementación de medidas de prevención encaminadas a incorporar
estrategias situacionales, involucrando a los actores locales en el territorio, para actuar
de manera conjunta, participativa y multisectorial” (p.10).
El Centro de Diagnóstico y Orientación (CDO, 1960), garantiza el proceso de
diagnóstico con calidad y enfoque preventivo de los adolescentes problemáticos,
mediante la orientación, seguimiento y evaluación de especialistas. A pesar de ello
existen diferentes familias que no cooperan en la educación de los hijos, por lo que
Quispe et al. (2023) aluden que una familia funcional es aquella que equilibra el sistema
familiar.
Por el contrario, “una familia disfuncional hace referencia a aquella cuyo sistema no es
capaz de satisfacer las necesidades emocionales básicas de los miembros” (Quispe et
al., 2023, p. 2). Referido a ello, Córdova et al. (2021) explican que “la falta de atención
de los padres, escaso y mal dialogo entre ellos, disfuncionalidad del hogar, irrespeto
entre sus progenitores; es uno de los principales factores posibles de aparición de las
conductas disruptivas” (p.14).
En relación a Cuba, la familia se reconoce como la célula fundamental del
funcionamiento social y la responsable de la formación de las nuevas generaciones. De
igual manera, el centro escolar, tiene la responsabilidad de orientar a los niños y
adolescentes en correspondencia con las posibilidades creadas por el medio social. A
pesar de la situación actual, se exhiben índices propios de países desarrollados en
materia de salud, educación, cultura, entre otros, con el protagonismo activo de la
familia, la escuela y la comunidad en cada territorio.
A propósito, Pupo et al. (2023) aseguran que: “la comunidad educativa desempeña un
papel fundamental, por ende, la escuela, la familia y la comunidad se convierten en el
trinomio formativo de la vida del adolescente” (p.1). Sin embargo, Ambuila y Prado
(2020), develan que “algunos padres de familias hacen uso de medios físicos para
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