Incidencia de la inteligencia artificial en la gestión estratégica
Jorge Andrés Izaguirre Olmedo
Jorge Eduardo Vélez Martell
Volumen: 17
Número: 2
Año: 2025
Recepción: 18/02/2025
Aprobado: 27/03/2025
Artículo original
significativo en la adquisición de tecnología avanzada, datos y capacidades
innovadoras en un país.
Lv et al. (2022) ampliaron el análisis y no se circunscribieron solo al servicio público,
sino al cliente en general. Señalaron que elegir las soluciones adecuadas para los fallos
de servicio representa un desafío para las empresas. Dada esa realidad, estudiaron las
necesidades psicológicas básicas de los consumidores: ser rechazado o ignorado
debido a la falta de flexibilidad y sentido común en la IA. Indicaron que los chatbots que
expresan gratitud tienen más probabilidades de ser perdonados por los consumidores
ante un rechazo.
Al respecto de la tendencia actual del uso de IA en planificación estratégica, Ruokonen
y Ritala (2023) estudiaron el potencial y los desafíos que enfrentan diferentes empresas
al adoptar una estrategia centrada en IA. Buscaron responder si la aplicación de IA en
los planes estratégicos es aplicable para todo tipo de empresas; por eso, desarrollaron
una investigación cualitativa analizando casos como Netflix y Spotify, así como
compañías emergentes. Sus resultados identificaron tres tipos de estrategias centradas
en IA: magnate digital, con crecimiento continuo de datos y predicciones basadas en IA;
enfoque de nicho, que desarrollan algoritmos de IA en temas específicos; y, estrategia
de incremento de activos, que utilizan sensores y datos de proceso para alimentar
algoritmos de IA y capturar valor de su acceso y control superior de sus activos físicos.
Al respecto, Swanson et al. (2022) señalan que los métodos de aprendizaje automático
ofrecen oportunidades para mejorar la gestión. Sin embargo, esto requiere la
disponibilidad de datos adecuados. La falta de consistencia en la información y
disponibilidad de datos desagregados limita la aplicación de métodos de inteligencia
artificial. Estas limitaciones representan oportunidades para que los métodos de IA
aporten positivamente, por lo que se necesita desarrollar estándares de recopilación y
compartición de datos junto con investigadores y expertos de la industria en IA.
De manera similar, Biloslavo et al (2023) en su estudio determinaron que la IA mejora la
eficiencia al procesar grandes cantidades de datos rápidamente, identificando patrones
y tendencias que no son evidentes de inmediato; esto es crucial en entornos volátiles,
inciertos, complejos y ambiguos que requieren razonamiento sofisticado y aprendizaje
continuo, donde la velocidad y precisión en la toma de decisiones son vitales. Además,
la IA puede predecir tendencias y ayudar en la gestión de riesgos proporcionando una
ventaja competitiva. Sin embargo, los gerentes deben ser conscientes de los posibles
sesgos de la IA y entender cómo los algoritmos aprenden y evolucionan para evitar
problemas como la privacidad de los datos y el sesgo algorítmico, para abordar estos
desafíos y garantizar prácticas responsables y sostenibles.
Por su parte, Tariq et al. (2021) concluyen que alcanzar la excelencia operativa
depende tanto de las fuerzas impulsoras como de la superación de barreras. Identifican
que las fuerzas impulsoras para lograr esta excelencia mediante la IA incluyen la
mejora de las capacidades computacionales de las máquinas, el desarrollo de IA
basada en datos, los avances en el aprendizaje profundo, la computación en la nube, la
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