La empatía: su expresión en escolares primarios
Larissa Machuca Fernández
Meglis Rivero Favier
Roxana Rodríguez Venereo
Volumen: 17
Número: Especial 2
Año: 2025
Recepción: 14/10/2024
Aprobado: 17/03/2025
Artículo original
sienta las bases para el desarrollo socioafectivo de la personalidad, a partir de un
entorno escolar inclusivo y respetuoso.
En esta dirección, la escuela es la institución clave para la estimulación de esta
habilidad socioafectiva. Una de sus funciones es promover la formación integral
teniendo en cuenta bases morales, sociales y culturales del contexto. En este sentido,
la empatía es considerada como una habilidad desarrollable que se ha integrado al
ámbito educativo por la estrecha relación que tiene con las interacciones personales y
las emociones, elementos que favorecen el clima escolar y las relaciones que allí
emergen para alcanzar el bienestar particular y social.
El trabajo educativo orientado a la estimulación de la empatía, se realiza mediante los
modos de actuación del psicopedagogo escolar, el empleo de herramientas didácticas o
la labor educativa del maestro durante el acompañamiento a los estudiantes dentro de
las instituciones educativas.
Actualmente, con esta finalidad, se otorga un protagonismo importante a una formación
en los docentes que contenga la dimensión socioafectiva; en tanto, el maestro debe ser
formado bajo los principios de la educación emocional y direccionar sus intervenciones
en torno a este aspecto, de manera que se permita ser sensible ante las experiencias
emocionales de sus estudiantes. (Machuca Fernández, 2022, p.49)
De esta forma, la promoción de la empatía tiene implicaciones en la estimulación de
valores y conductas que se relacionan con la educación de la dimensión moral, la
promoción de habilidades sociales y conductas de ayuda que inevitablemente
repercuten en la convivencia social, familiar y escolar; puesto que: “diversos estudios
centrados en analizar la empatía de niños, adolescentes y jóvenes indican que
contribuyen a una mejora de las habilidades sociales y, específicamente, del
comportamiento prosocial” (García et al, 2018, p. 266). En esta dirección vale acotar
que, según los investigadores Heras-Sevilla et al (2016) el desarrollo emocional en la
infancia es diferente en niños y niñas.
De igual modo, Machuca Fernández (2022) corrobora este resultado en el estudio del
desarrollo socioafectivo en el escolar primario, donde constata que:
Las niñas poseen un alto nivel de regulación emocional en comparación con los niños,
por lo cual, al entablar relaciones con los demás, tienden a fijarse mucho más en las
señales que expresan el estado emocional de quienes las rodean, de manera que
emplean, en más ocasiones, la toma de perspectiva en el otro y las respuestas
empáticas ante las situaciones de aflicción o conflicto, más predominantes en las niñas
con respecto a los niños. (p. 63)
En consideración a todo lo anterior, y a partir de los postulados del Modelo de escuela
cubana (2004) se explica en apretada síntesis algunas de las manifestaciones del
universo emocional del escolar primario. Se hace énfasis en el primer momento del
desarrollo por corresponderse a los intereses de la investigación.
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