Tratamiento farmacológico y fototerapia para el manejo de psoriasis
María Salomé Gavilanez Soria
Jeanneth Elizabeth Jami Carrera
Volumen: 16
Número: 4
Año: 2024
Recepción: 11/07/2024 Aprobado: 18/09/2024
Artículo original
psoriasis en gotas son visibles en el tronco, las extremidades y ocasionalmente en el
cuero cabelludo. A diferencia de las placas típicas de la psoriasis, estas lesiones son
más delgadas. A menudo, su aparición puede estar relacionada con infecciones y suele
manifestarse en la infancia y adolescencia.
La psoriasis pustulosa se caracteriza por la acumulación de glóbulos blancos neutrófilos
en la capa externa de la piel y con protuberancias llenas de pus. Los Factores
desencadenantes incluyen; el embarazo, la interrupción abrupta de corticoides, la
hipocalcemia, infecciones y la aplicación de irritantes tópicos en casos de enfermedad
localizada. Se distinguen cuatro tipos: Von Zumbusch, con erupciones súbitas,
enrojecimiento y pústulas; anular, con lesiones circulares; exantemático, con lesiones
pequeñas que aparecen y desaparecen rápidamente; y localizado, que puede surgir
dentro o en el borde de placas psoriásicas precedentes (Arenas, 2019; Bolognia et al.,
2019).
En la categoría de psoriasis localizada se encuentra la psoriasis palmo plantar,
determinada por la presencia de placas eritematosas con descamación (Tobar et al.,
2019). En algunos pacientes, la psoriasis pustulosa palmo plantar puede asociarse con
problemas musculoesqueléticos y otras manifestaciones cutáneas, dando lugar al
síndrome SAPHO, que abarca sinovitis, acné, pustulosas y osteítis (Tobar et al., 2019).
La psoriasis en el embarazo, también conocida como herpetiforme, constituye otra
forma de psoriasis localizada y se asocia con cambios en los análisis de sangre, como
aumento de la velocidad de sedimentación globular, bajos niveles de albúmina e
hipocalcemia. Otra manifestación es la acrodermatitis continua de Hallopeau,
identificada por la presencia de múltiples pústulas con escamas en una base enrojecida
que puede extenderse hacia zonas cercanas, afectando las zonas distales de los
dedos; más las de las manos, que la de los pies (Cabral et al.,2022).
La psoriasis invertida es una variante infrecuente pero significativa de la psoriasis, esta
forma particular de psoriasis se destaca por afectar áreas cutáneas donde la piel se
pliega, como las axilas, los pliegues genitales o el cuello. Es importante reconocerla
debido a sus diferencias en diagnóstico y tratamiento en comparación con los tipos más
típicos de psoriasis, como la psoriasis vulgar o en placas. Para un diagnóstico preciso,
es crucial considerar las afecciones cutáneas que pueden afectar los pliegues, como
infecciones e inflamaciones, incluyendo candidiasis, dermatofitosis, intertrigo por
Malassezia, eritrasma, dermatitis seborreica y eccema (Bolognia et al., 2019).
La psoriasis eritrodermia es una forma poco común de la psoriasis vulgar que se
distingue por su gravedad potencial, a menudo considerada una urgencia
dermatológica. Para diagnosticar este tipo de psoriasis, se realizan evaluaciones
clínicas que incluyen la observación de una erupción cutánea generalizada,
enrojecimiento extremo de la piel y descamación grave. Los síntomas suelen ser graves
y pueden incluir fiebre, escalofríos, debilidad y malestar generalizado (Cabral et al.,
2022). El diagnóstico se basa principalmente en la apariencia y la distribución de las
lesiones en la piel, la cual se caracteriza por un enrojecimiento generalizado de la piel
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