Las obligaciones del alimentante y sus cargas familiares, frente a la seguridad jurídica en Ecuador
Christian Lenin Lucero Pulley
Yudith López Soria
Holger Geovanny García Segarra
Volumen: 16
Número: 3
Año: 2024
Recepción: 12/04/2024 Aprobado: 29/06/2024
Artículo de revisión
atención a personas enfermas o ancianas, y la promoción de un ambiente familiar
saludable y solidario.
En el contexto ecuatoriano, las cargas familiares suelen ser compartidas entre los
distintos miembros de la familia, aunque las responsabilidades pueden variar según
factores culturales, de género y de edad. Por ejemplo, tradicionalmente, se espera que
los padres provean el sustento económico, mientras que las madres asumen un papel
central en el cuidado y la crianza de los hijos. Es importante destacar que las cargas
familiares pueden ser motivo de estrés y tensiones dentro del hogar, especialmente,
cuando los recursos son limitados o cuando hay situaciones de crisis como el
desempleo o la enfermedad. Sin embargo, también pueden fortalecer los lazos
familiares y promover la solidaridad y el apoyo mutuo entre sus miembros.
Las cargas familiares en Ecuador, abarcan una amplia gama de responsabilidades y
compromisos relacionados con el cuidado, la protección y el sustento de los miembros
de la familia. Estas cargas son compartidas entre los miembros del hogar y pueden
tener un impacto significativo en la dinámica familiar y en la calidad de vida de todos
sus integrantes. El cumplimiento de las obligaciones del alimentante puede estar
influenciado por las cargas familiares y el contexto socioeconómico en el que se
encuentre. Las cargas familiares pueden incluir hijos, cónyuges, pares, ancianos u otros
parientes que dependan económicamente del alimentante. Estas cargas pueden
aumentar la presión financiera sobre el alimentante y afectar su capacidad para cumplir
con sus obligaciones alimenticias.
Los alimentantes pueden enfrentar una gran carga financiera acumulativa si tienen
responsabilidades familiares, como cuidar a hijos, cónyuges o padres ancianos. Si hay
muchos dependientes que necesitan ayuda financiera, esta presión financiera aumenta.
El costo de satisfacer las necesidades básicas, como la alimentación, la vivienda, la
educación y la atención médica, puede ser significativo y, en algunos casos, superar los
ingresos del consumidor. Se vuelve aún más difícil para el alimentante, hacer frente a
las obligaciones alimenticias si enfrenta limitaciones en sus ingresos, como salarios
bajos, desempleo o subempleo. Incluso si el alimentante trabaja, puede que no gane lo
suficiente para cubrir todas las necesidades de sus dependientes y, al mismo tiempo,
cumplir con sus propias obligaciones financieras.
En la mayoría de los casos, el alimentante puede carecer de recursos adicionales para
afrontar gastos imprevistos o situaciones de emergencia financiera. Si surge una
situación inesperada, como una enfermedad, un accidente o reparaciones significativas
en el hogar, los recursos financieros disponibles pueden verse aún más
comprometidos, lo que puede complicar aún más el cumplimiento de las obligaciones
alimenticias. El alimentante también puede enfrentar la carga adicional de préstamos
estudiantiles, hipotecas y pagos de tarjetas de crédito. Estos compromisos financieros
pueden disminuir aún más la capacidad del alimentante para brindar apoyo financiero a
sus dependientes, especialmente en casos de altas tasas de interés o deudas
significativas.
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