Fundamentos epistemológicos sobre la prevención de ceguera por glaucoma
Noraidis Suárez Estévez
Liamet Fernández Argones
Maria Rita Concepción Garcia
Volumen: 16
Número: 2
Año: 2024
Recepción: 12/09/2023
Aprobado: 03/03/2024
Artículo de revisión
objeto de la medicina, con sus objetivos de promover, prevenir, curar enfermedades y
rehabilitar los enfermos (Velázquez et al., 2021).
Si analizamos el concepto aportados por Núñez Jover, el estudio del glaucoma conlleva
necesariamente la colaboración de varios campos de las ciencias médicas. Así como
“los servicios de atención oftalmológica deben ser integrales incluyendo promoción,
prevención, tratamiento y rehabilitación, interrelacionando todos los servicios de
atención de la salud (Rodríguez et al., 2020, p. 7). Se necesita además la integración
con otras ramas de las ciencias como la psicología, que permite comprender el
comportamiento del individuo ante determinados procesos de salud-enfermedad; a su
vez la sociología, que permite comprender el proceso de integración social (Velázquez
et al., 2021); y educadores, debiendo existir una interrelación entre salud y educación,
implementada desde el Programa para la atención a las personas con discapacidad
visual del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) en Cuba (Rodríguez et al., 2020;
Lantigua et al., 2022; MINSAP, 2024).
“El deterioro de la visión afecta gravemente a la calidad de vida de la población adulta.
Las tasas de participación en el mercado laboral y de productividad de los adultos con
deterioro de la visión cada vez son más bajas” (Serpa et al., 2023). La enfermedad
implica, además, un tratamiento permanente, controles periódicos y exámenes
complementarios. Los pacientes con glaucoma son más propensos a reportar
depresión, ansiedad, quemaduras, caídas, dificultades para caminar, para leer y
actividades cotidianas en el día a día de un individuo (Scott y Marsh, 2020). Esto trae
consigo valores más elevados de depresión y ansiedad entre las personas (Serpa et
al., 2023).
Rupert Bourne, asesor regional de salud visual de la Organización Panamericana de la
Salud, en la Guía Latinoamericana de GPAA para el médico Oftalmólogo General
(2019), expresa que “El hecho de que es irreversible, difícil de detectar y difícil de tratar
significa que a menudo se considera un problema menos urgente”.
Las estrategias mundiales de lucha contra esta enfermedad están dirigidas hacia el
diagnóstico precoz y tratamiento efectivo. Varias investigaciones internacionales se han
realizado para la evaluación de novedosas tecnologías que mejoran el diagnóstico del
glaucoma, como la utilización de tonómetros de mayor precisión, tomógrafos,
perímetros y micro perímetros. Al unísono, se incrementan los tratamientos
antiglaucomatosos en colirio, las nuevas técnicas de tratamiento con láser (iridotomía,
iridectomía y trabeculotomía láser) y cirugías incisionales más invasivas (Barría von y
Jiménez, 2019; Romero, 2020; Serpa et al., 2023; Vargas et al., 2022).
La Asociación Americana Oftalmológica recomienda exámenes regulares para la
detección temprana en pacientes de 40 años o mayores (Schuster et al., 2022).
Exámenes regulares son especialmente importantes en grupos de riesgo con elevada
incidencia y prevalencia de estos desórdenes, por lo que podría ser diagnosticado y
tratado en estadios tempranos (Vargas et al., 2022).
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