Estrategia de formación doctoral para la captación, seguimiento e incorporación a programas de
doctorados
Osmar Rey Rodríguez Peña
Volumen: 16
Número: 1
Año: 2024
Recepción: 30/09/2023 Aprobado: 18/12/2023
Artículo de revisión
Lograr que los docentes que forman parte del claustro en las instituciones de la
Educación Superior ingresen al proceso de formación doctoral ha constituido un reto
para elevar los niveles de profesionalización y la calidad educativa. En tal sentido,
Hernández, Rodríguez, Piñón, del Canto, Guerra y Portela (2009) son del criterio que
esto “los capacita para desarrollar proyectos de investigación complejos y para cumplir
una función de liderazgo intelectual que permita irradiar en situaciones concretas un
cúmulo apreciable de conocimientos. De ahí su importancia para el desarrollo de un
país” (p.1).
La formación doctoral como todo proceso de formación proporciona a los graduados
universitarios un conocimiento profundo y amplio en un campo del saber, así como
madurez científica, capacidad de innovación, creatividad para resolver y dirigir la
solución del problema de carácter científico de manera independiente y la obtención
final de un grado científico.
La formación doctoral en Cuba se encuentra en un proceso de actualización, a partir del
Decreto-Ley No.372 “Del Sistema Nacional de Grados Científicos” (Consejo de
Ministros, 2019), de 25 de marzo de 2019 y de la Resolución 139/19, del Ministerio de
Educación Superior. En ello se establece la organización y funcionamiento del Sistema
Nacional de Grados Científicos (MES, 2019), así como la estructura, composición y
funcionamiento de la Comisión Nacional de Grados Científicos (CNGC) al proponerse
nuevos lineamientos que potencian la formación de los doctorandos desde el trabajo
colectivo en grupos y en los proyectos de investigación.
La Universidad de Las Tunas (ULT) para constituirse en rector de la investigación y el
posgrado en el territorio tiene que enfrentar el reto de la formación científica de su
claustro y multiplicar aceleradamente el número de doctores.
Las especiales características de los estudios de doctorado y la variedad de
necesidades y métodos de formación investigadora de los distintos ámbitos del
conocimiento, aconsejan un alto grado de flexibilidad en la regulación de estos estudios.
Se asume la posición de Torres, Padilla y Veitía (2020) cuando establecen que el
programa de doctorado en Ciencias de la Educación
da respuesta a las necesidades de formación investigativa en problemas pedagógicos
de la educación y en sus aspirantes se desarrollan habilidades que les permiten el
perfeccionamiento de los diferentes subsistemas educativos, tanto de la dirección de los
procesos académicos y la docencia, como en la investigación. (p. 16)
Un elemento de gran significación en el contexto cubano lo ha constituido la creación de
las Escuelas Preparatorias para la Formación de Doctores, dirigidas a lograr la
preparación de los profesores, principalmente los más jóvenes, para el ingreso a un
programa de doctorado, de forma tal que en vez matriculados logren una progresión
exitosa, que les permita concluir en el tiempo planificado. Según Jiménez (2017), en el
contexto europeo han sido muy valiosas las experiencias en este sentido.
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