Rasgos que caracterizan al seguimiento a egresados como un proceso formativo
Yosleidy Betancourt Agüero
Luis Carlos Fernández Cobas
Volumen: 16
Número: 1
Año: 2024
Recepción: 05/07/2023 Aprobado: 17/12/2023
Artículo de revisión
Un elemento importante es el carácter evaluativo del proceso orientado al mejoramiento
de la calidad. En este sentido, Guerrero y Capó (2012, citados en Guerrero, 2017)
afirman que el seguimiento de egresados es considerado como:
Un proceso encaminado a la evaluación de la formación, adaptación y utilización de los
mismos, mediante el cual se solicita, se obtiene y se procesa información sobre su
crecimiento individual y social y, consecuentemente, se emite un juicio de valor que debe
ser tenido en cuenta para la mejora de la calidad y pertinencia de la educación superior.
(p.4)
A tenor con lo anterior, es válido señalar que García, Castillo, Álvarez y Salinas (2014)
aseveran que este proceso no puede restringirse a la obtención de información sobre
los egresados, ni tampoco a la consideración de indicadores que reflejen la calidad de
las instituciones educativas, sino que necesita enfocarse desde una perspectiva más
integral explotando sus alcances formativos.
De forma general, varios autores enfatizan en la utilidad del seguimiento a egresados
como instrumento de mejora continua de la calidad de los procesos de formación. En
cambio, en sus juicios, no se advierte el carácter longitudinal del seguimiento, o sea,
que la recogida de datos pertinentes sobre los cambios en características,
comportamiento y juicios de los egresados, se debe realizar en dos o más momentos
de la vida de sujetos que han tenido una experiencia similar o comparable.
De las consideraciones anteriores se concluye que el seguimiento a egresados es un
proceso pedagógico y por tanto una actividad estructurada y dirigida desde la institución
educativa (universidad/carrera), que media las relaciones entre esta y sus egresados.
En tanto actividad, está determinada por la realidad social en que transcurre y, por
tanto, atiende a necesidades sociales, se adecua a fines orientados a la transformación
consciente de la realidad y a medios y condiciones que le sirven de premisa. Tiene un
carácter procesal, evaluativo, formativo, contextualizado, institucional, estructurado,
investigativo, longitudinal, interactivo, flexible, integral y desarrollador.
En ella se indaga sobre vivencias estudiantiles y laborales del egresado a través de
técnicas de investigación empleadas para recopilar y procesar los datos pertinentes.
Los datos se enjuician desde el ángulo de la significación que estos poseen de acuerdo
con las motivaciones personales de los que conducen el proceso y los intereses
sociales, lo que permite realizar una evaluación de la eficacia de las actividades
formativas desarrollas durante la carrera, en correspondencia con las necesidades del
entorno laboral, con fines de mejoramiento institucional y curricular y el crecimiento
esencialmente profesional del egresado.
Es fundamental la comunicación entre los sujetos participantes, la que debe propiciar la
cooperación de todos los sujetos implicados (profesores, egresados, empleadores,
directivos). Por lo que, más allá de establecer contacto para obtener información válida
para la retroalimentación y toma de decisiones, debería incluir la orientación, el apoyo y
el intercambio en aras de favorecer la continuidad del proceso formativo.
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