La obra martiana, cultura, identidad y trabajo comunitario  
Irina Benitez Solis  
Volumen: 15  
Recepción: 12/09/2022  
Número: 2  
Aprobado: 23/02/2023  
La obra martiana, cultura, identidad y trabajo comunitario  
Marti's work, culture, identity and community work  
Resumen  
El artículo revela las cuestiones a tener en cuenta para lograr un trabajo comunitario  
en función del desarrollo social, a partir de la experiencia de la labor desarrollada en  
la escuela primaria de la comunidad de San José, mediante la obra de José Martí.  
Un enfoque de la cultura en los predios del presente siglo conlleva a reconocerla  
como puente indispensable para la comprensión entre sociedades distintas. Sin  
embargo, debe concebírsele a la vez, como reflejo de manifestaciones autóctonas y  
diversidad de expresiones, al margen del alcance de la globalización. Lo anterior  
expresa la asunción del trabajo comunitario en Cuba, a partir de otorgarle una  
importancia extraordinaria a la transformación de las comunidades desde los predios  
de su demarcación, idea refrendada en los programas que ponderan el  
reconocimiento y la integración de la cultura como elemento intrínseco al proceso de  
desarrollo desde la perspectiva de un enfoque integrador, una concepción global y  
dialéctica de la misma, que resulte en expresión de una proyección que pauta el  
crecimiento integral del individuo en su propio espacio. De esta manera, las acciones  
que al respecto se realizan están encaminadas a elevar la calidad de vida de las  
personas, respetando la diversidad y al tiempo que plantea la necesidad de dar  
prioridad, coordinación y evaluación a los resultados e impactos de las influencias  
ejercidas, siempre definidas desde el interés de los beneficiarios, sus necesidades e  
intereses.  
Palabras claves: cultura, identidad, trabajo comunitario.  
Abstract  
The article reveals the issues to be taken into account in order to achieve community  
work in terms of social development, based on the experience of the work developed  
in the elementary school of the community of San José, through the work of José  
Martí. An approach to culture in the premises of the present century leads to  
recognize it as an indispensable bridge for the understanding between different  
societies. However, it must be conceived at the same time, as a reflection of  
autochthonous manifestations and diversity of expressions, outside the scope of  
globalization. The above expresses the assumption of community work in Cuba, from  
giving extraordinary importance to the transformation of communities from the  
premises of its demarcation, an idea endorsed in the programs that consider the  
recognition and integration of culture as an intrinsic element in the development  
process from the perspective of an integrative approach, a global and dialectical  
conception of it, resulting in an expression of a projection that guides the integral  
growth of the individual in his own space. In this way, the actions carried out in this  
regard are aimed at raising the quality of life of people, respecting diversity and at the  
1 Máster en Desarrollo Cultural Comunitario. Licenciada en Marxismo Leninismo e Historia. Profesora Auxiliar.  
Universidad de Las Tunas. Cuba.  
Página 207  
La obra martiana, cultura, identidad y trabajo comunitario  
Irina Benitez Solis  
Volumen: 15  
Recepción: 12/09/2022  
Número: 2  
Aprobado: 23/02/2023  
same time raising the need to prioritize, coordinate and evaluate the results and  
impacts of the influences exerted, always defined from the interest of the  
beneficiaries, their needs and interests.  
Key words: culture, identity, communal work.  
Cultura, cotidianidad y herencia  
La inserción plena de la cultura en los procesos de desarrollo, cimentados en  
defensa y fortalecimiento de la identidad y el patrimonio cultural a partir de las  
potencialidades culturales presentes en cada región o comunidad, es medular. En  
los Lineamientos del VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), en el  
lineamiento 102 se connota la salvaguarda del Patrimonio cultural inmaterial, la  
creación artística, los modos de apreciación, la preservación de la memoria y la  
identidad, como condicionantes del desarrollo cultural en la localidad tunera (PCC,  
2021).  
Es evidente que para el modelo social cubano la cultura es una insustituible fuente  
de transmisión de valores que acompañan al crecimiento humano. Es fundamento  
de su identidad como modo específico de ser y estar en un contexto determinado,  
atribuible en su perspectiva histórica a la cultura forjada en la vida cotidiana del  
sujeto, reservorio de rasgos identitarios regionales y condicionante para conservar  
su memoria. Ello modela lo imperativo de conocer el legado anterior, sus  
contribuciones para las presentes y futuras generaciones, ejemplo de esto es la  
comunidad de San José ubicada en la zona alejada de centros adscritos al Ministerio  
de Cultura.  
Los estudios teóricos realizados sobre la cultura caracterizan hoy una multiplicidad  
de puntos de vista, direccionada hacia el incremento de pesquisas relativas a la  
subjetividad y la cotidianidad, a través del entorno en que estas se desenvuelven;  
ello les confiere peculiaridad a los procesos culturales. Desde esta orientación se  
intenciona el estudio en las relaciones de la cultura como proceso y los aspectos  
significativos del desarrollo, entendidos como la calidad de vida, incorporando a los  
mismos aspectos sociales, educacionales, de derecho, psicológicos, entre otros.  
Una concepción integradora de la cultura, fruto de la sistematización que en relación  
con el término realiza Macías (2003) que permite significar algunos planteamientos  
cercanos a la intencionalidad de esta investigación en lo que a la comunidad se  
refiere al plantear en Conferencias sobre Estudios Culturales de Comunidades:  
La cultura se revela en la acumulación de hábitos, habilidades, costumbres y  
conocimientos, que tienen su expresión en las actuaciones cotidianas de hombres y  
mujeres en todas las esferas de la vida, de su conducta regular, coherente, repetible,  
estable y recurrente (…) se nos presenta como autoconciencia de una comunidad  
históricamente condicionada, indicando los niveles micro y macro, el grado de  
desarrollo que ha alcanzado el hombre como género. (p.13)  
En conjunción con lo anterior, Macías (2014), aborda el desarrollo cultural en su  
trabajo Factores culturales en el desarrollo comunitario como:  
…presupone una íntima y dinámica relación entre el hombre y su entorno… Toda  
estrategia de desarrollo que incluya la dimensión cultural, contiene un enfoque  
Página 208  
La obra martiana, cultura, identidad y trabajo comunitario  
Irina Benitez Solis  
Volumen: 15  
Recepción: 12/09/2022  
Número: 2  
Aprobado: 23/02/2023  
integrado del desarrollo… El desarrollo cultural es inconcebible al margen de la  
cultura viva y cotidiana de los pueblos; es inherente a cada acto que realiza el ser  
humano, sea en sus formas de comportamiento, tradiciones, usos, costumbres, sea  
en su forma específica de organizarse; en su contribución al desarrollo tecnológico;  
en sus estilos de vida y en su historia, el hombre, hacedor de cultura, es un producto  
cultural por excelencia de la cultura que él mismo ha creado. (p. 24)  
Por esta razón, el trabajo comunitario debe ser interpretado como una acción social  
dirigida a la comunidad, en plena correspondencia con lo implementado en el  
Programa de Desarrollo Cultural, ya que se manifiesta en ambos como el  
destinatario principal de la acción al sujeto de la misma. En esta comprensión se  
hace válida la idea de que para promover autodesarrollo comunitario es  
indispensable considerar la amplia gama de saberes sociales que explican el  
complejo proceso de desarrollo social. Entre estos saberes están los referentes  
filosóficos, económicos, políticos, sociológicos, psicológicos entre otros.  
Diversas han sido las definiciones asociadas al término trabajo comunitario definido  
por la investigadora Caballero (2020), tales como:  
… el conjunto de acciones teóricas (de proyección) y de prácticas (de ejecución)  
dirigidas a la comunidad con el fin de estimular, impulsar y lograr su desarrollo social  
por medio de un proceso continuo, permanente, complejo e integral de destrucción,  
conservación, cambio y creación a partir de la participación actica y consciente de  
sus pobladores. (p. 33)  
En tal sentido, resulta interesante abordar algunas consideraciones referentes a la  
comunidad como el espacio donde se producen los principales cambios y  
transformaciones. El término comunidad es uno de los conceptos más utilizados en  
las ciencias sociales. Pero, como ocurre con otras palabras que tienen amplio uso  
dentro de estas disciplinas, se trata de un vocablo dotado de extensa polisemia, es  
decir hace referencia a realidades muy diversas. Esta multiplicidad de significados  
no se da solo en el lenguaje científico, sino también en el lenguaje corriente.  
Según los aspectos citados anteriormente, para Ezequiel Ander Egg desde el punto  
de vista psicológico, la comunidad se considera como sentimiento o conciencia de  
pertenencia y como equivalente de sociedad y concluye:  
… en general la palabra sirve para asignar una agregación social o conjunto de  
personas que en tanto que habiten en un espacio geográfico delimitado y delimitable,  
operan en redes de comunicación dentro de la misma, pueden compartir  
equipamientos y servicios comunes y desarrollan un sentimiento de pertenencia o  
identificación con algún símbolo local. (Ander, 1998, p. 26)  
La comunidad de San José, está ubicada en la periferia Este de la cuidad de Las  
Tunas, limitada por la línea férrea del tren urbano, paralela a la avenida Carlos J.  
Finlay; por el canal paralelo a la línea del ferrocarril central y al Sur, por la calle 80  
que lo separa del politécnico de la salud. En la comunidad se encuentra una ceiba  
que crece como punto directo de reflexión, por su rica tradición en historias, mitos y  
defensa de identidad nacional y se realizan actividades en torno a ella los días 19 de  
marzo, en celebración a San José, santo, que dio nombre al barrio  
Página 209  
La obra martiana, cultura, identidad y trabajo comunitario  
Irina Benitez Solis  
Volumen: 15  
Recepción: 12/09/2022  
Número: 2  
Aprobado: 23/02/2023  
La comunidad cuenta con un proyecto que se ha convertido en una estrategia de  
desarrollo para sus habitantes, por el alcance y el carácter renovador de la  
propuesta sociocultural, en el rescate de los valores identitarios de la cultura cubana  
y su apego a lo más auténtico de las tradiciones locales. Este desarrolla estrategias  
para su inserción en espacios cada vez más amplios en la vida sociocultural de la  
provincia.  
El trabajo sociocultural en la comunidad se ve afectado por limitaciones endógenas y  
exógenas tanto de índole material como organizativa, expresada en un insuficiente  
aprovechamiento de las potencialidades culturológicas que la misma posee, lo que  
trae como consecuencia la falta de correspondencia con el proceso de  
transformaciones socioeconómicas que se desarrollan en el territorio.  
Las reflexiones y experiencias acumuladas en torno al desarrollo de la comunidad,  
precisan un grupo de elementos de gran utilidad para acercarnos a una concepción  
capaz de orientar eficazmente los esfuerzos en esta dirección. Entre ellos situamos:  
Proceso en cuya virtud los esfuerzos de una población se suman a los de su  
gobierno para mejorar las condiciones económicas, sociales y culturales de  
las comunidades, integrar a éstas en la vida del país y permitirles contribuir  
plenamente al progreso nacional.  
Intervienen, por lo tanto, dos elementos esenciales: la participación de la  
población misma en los esfuerzos para mejorar su nivel de vida, dependiendo  
todo lo posible de su propia iniciativa; y el suministro de servicios técnicos y  
de otro carácter en formas que estimulen la iniciativa, el esfuerzo propio, la  
ayuda mutua, y aumenten su eficacia.  
El desarrollo de la comunidad encuentra su expresión en programas  
encaminados a elevar la calidad de la vida de las personas, lo que determina  
su diversidad al mismo tiempo que plantea la necesidad de prioridad, de  
coordinación y de evaluación de sus resultados e impactos, siempre definidos  
desde el ángulo de sus beneficiarios, sus necesidades e intereses.  
La naturaleza de las necesidades existentes y las posibilidades y  
capacidades de que disponen las comunidades y los grupos que las integran,  
determinan la definición de los agentes de los procesos de desarrollo, que, sin  
bien no siempre serán parte de la comunidad, es en ella donde encontrarán  
los fundamentos para diseñar, conducir y evaluar su acción.  
La diversidad de necesidades e intereses existentes, así como de  
posibilidades y potencialidades, exigen diferentes modos de organización, un  
aprovechamiento óptimo de los recursos, mecanismos eficaces de  
comunicación y una participación activa de la población, estimulados por  
métodos que propicien y estimulen la iniciativa propia y el compromiso.  
El desarrollo de la comunidad precisa del respaldo del Estado y su  
concreción desde una política integradora y coherente que garantice una  
acción multisectorial y sostenida en esta dirección.  
Página 210  
La obra martiana, cultura, identidad y trabajo comunitario  
Irina Benitez Solis  
Volumen: 15  
Recepción: 12/09/2022  
Número: 2  
Aprobado: 23/02/2023  
Líneas generales del desarrollo de la comunidad: eje cultura-identidad-  
desarrollo cultural  
La categoría desarrollo cultural, tiene dos componentes imprescindibles, las  
categorías desarrollo y comunidad, ideas de expertos sobre el asunto subrayan el  
desarrollo armónico en espiral donde el ser social sea el centro no solo del cambio  
inducido y expectante, sino como ente activo que propicie el salto cualitativo, así  
articularlo al desarrollo cultural de la comunidad.  
Por lo anterior se desprende que en este proceso se incrementa la participación de  
la población en la vida cultural y promueve la creatividad de todos los ciudadanos.  
De igual modo defiende su identidad y diversidad, ajustándose a las condiciones  
históricas-concretas de su contexto. La visión del desarrollo cultural que se defiende  
implica, por tanto, una conexión necesaria entre cultura, identidad y patrimonio  
cultural, como conceptos inseparables. Es innegable que del abordaje de los mismos  
se deriva la relación dialéctica, punto coincidente en la gran diversidad de criterios,  
es su análisis lo que facilitará un posicionamiento perspectivo de tales categorías  
ejes.  
Dentro de la política cultural cubana se expone con claridad la necesidad de  
potenciar desde dentro de las comunidades las diferentes expresiones de la cultura,  
no solo con el objetivo de preservar y divulgar sus propias características, como  
reflejo de esa particularidad, sino de los vínculos y contradicciones con otra  
dimensión cultural. En este sentido la autora comprende que aspectos a tener en  
cuenta es el carácter histórico concreto del momento en que se lleva a cabo la  
implementación del programa, puesto que es necesaria una regulación-derivación de  
los ejes a trabajar en el barrio, reparto, municipio, provincia y país, debido a que las  
comunidades deben hacer suyo el trabajo y ser un reflejo de su vida cotidiana.  
Otras reflexiones válidas son las que señalan que este proceso adquiere su más  
exacta expresión en la cultura general integral, que se cimenta en lo social, en la  
problemática humanista en primer orden, los valores que generan pautas de  
comportamiento: respeto a la otredad, lo que nos une y a la vez nos diferencia; la  
cultura vuelve una vez más como exponente de la amplia gama de criterios, pero en  
lo fundamental para pretender plasmar en ella todo en quehacer humano hasta la  
actualidad.  
Un estudio conceptual de esta categoría remite al reconocimiento de la multiplicidad  
de enfoques desde varias disciplinas dada la naturaleza de las particularidades que  
conforman cada cuerpo teórico en cuestión que revela la diversidad significados  
plurales, para este estudio son varias las opiniones consultadas respecto a la  
definición de cultura. Para Torres (2008), “La cultura es el sistema interactuante de  
representaciones que, sobre la realidad, ha construido un grupo humano en su  
interacción reciproca con el contexto natural y social en que actúa para permanecer,  
crecer y desarrollarse” (p. 41).  
Estas representaciones se manifiestan en la construcción del conocimiento, y la  
formación de la conciencia individual y social, válido es aclarar que este análisis es  
desde el punto de vista sociológico desde y en la práctica colectiva en la que la  
Página 211  
La obra martiana, cultura, identidad y trabajo comunitario  
Irina Benitez Solis  
Volumen: 15  
Recepción: 12/09/2022  
Número: 2  
Aprobado: 23/02/2023  
teoría de las representaciones sociales desarrollada por la psicología social, que  
permite la caracterización de una sociedad en un momento histórico concreto.  
Hito en este sentido marcan la defensa y desarrollo de la identidad nacional abierta a  
la asimilación de valores culturales regionales y universales. La identidad como  
dimensión humana conformada por factores étnicos, históricos, psicológicos,  
lingüísticos, religiosos, políticos donde se autorreconocen los pueblos. Su abordaje  
reserva espacio a el vínculo entre cultura y sociedad con destaque especial para la  
cultura popular en las concepciones de Pogolotti (2019) quien la valora como un  
concepto ancho y ambiguo donde en ocasiones se absolutizan algunos de sus  
componentes.  
En su condición de categoría, la cultura abarca saberes, tradiciones, costumbres,  
modalidades de trabajo, la recreación, el deporte, la práctica de los oficios, las  
memorias vivas forman parte de la cultura. La manera de trasformar la naturaleza y  
su modo de contemplarla, agredirla o preservarla, llega a constituirse en parte de la  
cultura. A través de ella se ha construido lo que somos, se ha esculpido nuestra  
sensibilidad, nuestras formas de convivencia, nuestros valores. Fortalece y da  
sentido a lo que llamamos cosmovisión, lo que definitivamente nace en el entorno  
primigenio: la comunidad.  
Al abordar las líneas generales el desarrollo de la comunidad, tomando como base  
el análisis anterior, se entiende como un proceso dirigido a la transformación  
cualitativa y cuantitativa de las comunidades que se apoya en la participación activa  
y solidaria de sus miembros en todos los ámbitos de su desenvolvimiento (político,  
social, económico y cultural) y que precisa ser:  
Autogenerado: lo que enfatiza en el hecho de resultar una empresa querida,  
comprendida y asumida por la propia comunidad y no un elemento definido,  
respaldado, aplicado y evaluado desde afuera, sin que esto se interprete como una  
exclusión de elementos externos.  
Multidireccional y orientado a actuar en aquellos ámbitos de la cotidianeidad cuya  
transformación es demandada para la elevación de la calidad de vida de la  
comunidad.  
Integrador: pues los cambios no pueden depender de una sumatoria de  
proyectos y programas, de una yuxtaposición que, en estos casos, limita el  
alcance real de las acciones y conduce al no aprovechamiento adecuado de  
los recursos disponibles.  
Permanente: pues la transformación de la sociedad es un proceso nunca  
concluido donde las metas actuales devienen punto de partida del futuro una  
vez alcanzadas y fuente de nuevas necesidades, problemas e intereses.  
Participativo: pues debe resultar una empresa definida, proyectada,  
ejecutada y evaluada desde, con y por los miembros de la comunidad.  
Plural: pues debe asentarse en un absoluto respeto a la identidad, valores y  
aspiraciones de personas y grupos comprendidos en el proceso.  
Página 212  
La obra martiana, cultura, identidad y trabajo comunitario  
Irina Benitez Solis  
Volumen: 15  
Recepción: 12/09/2022  
Número: 2  
Aprobado: 23/02/2023  
Resulta de gran utilidad la consideración que como proceso, método, programa y  
movimiento hace Sanders (2018) del desarrollo de la comunidad:  
Como proceso, el desarrollo de la comunidad constituye una progresión de  
cambios: de la situación donde pocos deciden hacia donde la gente misma  
decide; el cambio de la cooperación mínima a la máxima; en lugar de unos  
pocos, participan muchos; el máximo uso de recursos propios de la  
comunidad. Pone énfasis en la gente.  
Como método, el desarrollo de la comunidad es un medio para lograr un fin,  
armonizando todos los programas de desarrollo. Pone énfasis en el fin.  
Como programa, el desarrollo de la comunidad constituye una serie de  
procedimientos y actividades que realizan diversos sectores. Pone énfasis en  
las actividades.  
Como movimiento, el desarrollo de la comunidad es una cruzada dedicada  
al progreso y a un concepto filosófico. Pone énfasis en la promoción.  
El desarrollo de la comunidad constituye un proceso social porque tiende al  
mejoramiento colectivo de la comunidad, de ahí su condición de parte indivisible del  
desarrollo económico y social. Pero, al mismo tiempo, es una técnica social que, en  
aras de lograr la máxima participación de las personas, las prepara, apoyándose en  
los más variados métodos y procedimientos provenientes de las ciencias sociales,  
para identificar y solucionar sus problemas, organizarse y aprovechar los recursos  
de que dispone; al mismo tiempo que moviliza el suministro de servicios técnicos  
que la comunidad debe también aprender a manejar en función de sí misma.  
Factores fundamentales en el desarrollo de la comunidad  
Antes es necesario el análisis de las políticas culturales cubanas que desde 1959  
han incorporado voluntades para generalizar y hacer extensiva la cultura a los  
diferentes sectores de la población, además, la elaboración de estrategias para la  
protección de los valores naturales, las costumbres de los conjuntos humanos que  
fundan cada asentamiento poblacional y la pluralidad cultural que los define como  
tal.  
La cultura cubana está indisolublemente ligada a las luchas independentistas de cien  
años de formación y consolidación de la nacionalidad por lo que es la participación  
de hombres y mujeres, que han participado en la forja de la sociedad, bajo esa  
constancia los cubanos han reflejado de determinadas maneras el entorno que les  
rodea, desde la academia, pero también desde lo no menos importante el arte de las  
masas lo que contribuye al acervo cultural de las naciones.  
La categoría desarrollo cultural incrementa la participación de la población en la vida  
cultural y promueve la creatividad de todos los ciudadanos. De igual modo defiende  
su identidad y diversidad, ajustándose a las condiciones históricas - concretas de su  
contexto. La visión del desarrollo cultural que se defiende implica, por tanto, una  
conexión necesaria con la cultura, como conceptos inseparables. Es innegable que  
del abordaje de los mismos se deriva la relación dialéctica, punto coincidente en la  
Página 213  
La obra martiana, cultura, identidad y trabajo comunitario  
Irina Benitez Solis  
Volumen: 15  
Recepción: 12/09/2022  
Número: 2  
Aprobado: 23/02/2023  
gran diversidad de criterios, es su análisis lo que facilitará un posicionamiento  
perspectivo de tales categorías ejes.  
Según los criterios de Guzmán (2018) el ser humano se autocomprende como  
identidad, pertenencia y actuación, a través de las estructuras culturales. cultura e  
identidad proporcionan a cada pueblo un sello inconfundible de valores espirituales y  
materiales, desde el plano de valores supremos. Entre los atributos que reflejan lo  
universal de la condición humana que reconocen la facultad de la memoria, la  
historia, el patrimonio, las tradiciones, la creación artística y el sistema de valores  
como elementos dinámicos e integrados, resultantes de los procesos de  
socialización.  
Entonces pertenece y se manifiesta en el hombre concreto, real y universal,  
considera cualidades socioculturales que lo caracterizan, en su racionalidad como la  
identidad, la pertinencia y la actuación. Es ineludible la cuestión de lo que se  
entiende por identidad al examinar el ente complejo comunidad, es ante todo la  
conciencia de sí mismo. Su origen se entrelaza con el reconocimiento por los  
hombres de su condición de “iguales” ante un “diferente”. Esta conciencia de  
identidad (individual o colectiva), responde a una conciencia legitimada  
culturalmente.  
Es un atributo que se alcanza como esencia del ser cultural y expresa, en  
consecuencia, un acto de conciencia hacia la selección de sus preferencias, la  
conciencia cultural ante la vida. Es a la vez, una imagen psicosocial de una cultura  
con leyes propias en su movimiento, a la que es preciso visualizar sistemáticamente,  
cual acto de conciencia hacia la selección de las permanentes y renovables  
filiaciones del hombre en cada comunidad.  
La autora comparte el análisis que desde la filosofía realiza Guanche (2019) cuando  
se refiere al origen material de lo referente a la actividad del hombre desde lo que se  
palpa hasta los procesos psíquicos y biológicos que se materializan a través de  
gestos, palabras, la escritura, que constituyen el legado patrimonial:  
La separación artificial entre lo material y lo inmaterial, entre lo material y lo espiritual,  
representa una convención estéril que opone el pensamiento simple al pensamiento  
complejo, nos aleja de la riqueza misma de la realidad y limita nuestras capacidades  
para el conocimiento verdadero. (p. 9).  
Es el énfasis sobre la unidad indisoluble de los procesos que componen el  
conglomerado cultural como reflejo-herencia de recursos culturales que las  
generaciones depositan y personalizan la memoria colectiva de las comunidades, es  
la síntesis de los valores identitarios de la sociedad que los reconoce como propios.  
Tales fundamentos constituyen una amplia es la gama de información encontrada  
sobre los presupuestos teóricos que sientan las bases de esta indagación, a su vez  
algunos resultan antecedentes toda vez que se direccionan hacia el conocimiento  
del accionar sociocultural de figuras de las comunidades tuneras y de las  
contribuciones realizadas al patrimonio y memoria cultural de la localidad desde el  
quehacer del ciudadano común.  
Página 214  
La obra martiana, cultura, identidad y trabajo comunitario  
Irina Benitez Solis  
Volumen: 15  
Recepción: 12/09/2022  
Número: 2  
Aprobado: 23/02/2023  
Por lo anterior se delimitan las condiciones esenciales para el logro de resultados  
positivos en la implementación del trabajo comunitario desde el prisma de los  
individuos hacia los que se vuelcan las diferentes acciones: la satisfacción de las  
necesidades fundamentales de las mismas; la activa participación de la población; el  
propiciar un cambio de actitud en la población con respecto a su rol protagónico y su  
dinámica; el desarrollo de proyectos multidireccionales e integrados asentados en  
principios de cooperación.  
La solidaridad; estímulo, apoyo técnico y material a los proyectos nacidos de la  
propia comunidad; identificación y formación de líderes comunitarios; preparación  
del personal que tiene poder de decisión en el territorio; aprovechamiento de los  
recursos económicos, materiales, financieros y humanos; fomentar la participación  
de mujeres, niños y personas de la llamada tercera edad; propiciar la autogestión de  
las comunidades sobre la base de la flexibilización y la adecuación de conceptos y  
estructuras.  
En el proceso de desarrollo comunitario es fundamental el estudio y desarrollo de la  
identidad comunitaria, entendiéndose por identidad no sólo aquellos elementos  
comunes o la conciencia de ellos, sino la existencia de una conciencia de la  
comunidad en sí misma y de su continuidad y distinción con respecto a otra, lo que  
presupone un sentimiento de pertenencia que se manifiesta en la satisfacción,  
compromiso y participación en las prácticas sociales y culturales propias.  
Uno de los agentes primordiales de enraizamiento social y un instrumento  
privilegiado para el desarrollo de la identidad, es la educación. Una educación  
desbalanceada, que aporte sólo información científica y cultural, o que esté  
desvinculada de los valores fundamentales que rigen la comunidad, que no parta de  
un intercambio consecuente con su realidad inmediata y sus necesidades,  
fundamentos históricos, lengua, artes, tradiciones y valores, entre otros aspectos,  
será una educación castrada que, incapaz de propiciar el fortalecimiento de una  
identidad, podría debilitarla.  
De ahí la necesidad de que la escuela se integre plenamente a su entorno  
sociocultural y económico, que reconozca la cultura que la comunidad crea  
cotidianamente, que vincule sus contenidos programáticos con la vida de la  
comunidad. Una gestión educacional de esta naturaleza, unida a un entorno que  
fomente la participación de las personas, propiciará no sólo el enriquecimiento y  
valorización de la identidad, sino también el crecimiento de la personalidad y el  
desarrollo de cualidades demandadas por las exigencias de nuestro tiempo como la  
anticipación y la autorregulación.  
La Plaza Martiana de Las Tunas, es un ejemplo de lo que se puede lograr si se  
tienen en cuenta los aspectos antes mencionados. Como institución adscripta al  
Ministerio de Cultura tiene una amplia experiencia en el trabajo comunitario,  
especialmente en zonas alejadas de los centros culturales del municipio Tunas, las  
que clasifican como comunidades desfavorecidas por la razón antes mencionada,  
además pues en lo general ostentan altos índices de problemáticas sociales que  
deben ir eliminándose con un sistema de acciones que implican directamente la  
participación de los comunitarios en diferentes espacios.  
Página 215  
La obra martiana, cultura, identidad y trabajo comunitario  
Irina Benitez Solis  
Volumen: 15  
Recepción: 12/09/2022  
Número: 2  
Aprobado: 23/02/2023  
El punto de partida está en los convenios de los diferentes ministerios con el Mincult.  
Tal es el caso del Ministerio de Educación, Ministerio de Educación Superior,  
Ministerio de Salud, órganos del gobierno y empresas que cooperan. En el caso que  
ocupa se referirá la actividad realizada por la mencionada institución denominada  
Para un Príncipe Enano, con carácter mensual, en la escuela primaria ubicada en la  
comunidad de San José, el engranaje Promotor Cultural-Biblioteca Escolar-  
Especialista de la Plaza permite que los niños continúen, luego de finalizada la  
actividad de animación cultural, la investigación sobre los temas tratados y la  
preparación para los que corresponden al mes siguiente.  
Los temas variados responden a las directivas trazadas por el sistema de la cultura,  
en coordinación con los anteriormente señalados, el tratamiento a la historia de la  
Nación, de la localidad, el hábito de lectura, las adicciones, los valores acordes con  
el proceso revolucionario, en fin el logro de una cultura general integral en las  
jóvenes generaciones que un día serán los encargados de la continuidad, a través  
de secciones variadas, con juegos de participación se logra de manera palpable la  
transformación de los educandos, la escuela logra el acercamiento definitivo en las  
visitas de los grupos a la institución donde aprecian el trabajo de la misma, al punto  
de que ellos realizan actividades de promoción del significado de la arquitectura del  
lugar.  
Los círculos de interés sobre la Plaza y los valores culturales-patrióticos con  
resultados a nivel de municipio son hechos que demuestran la posibilidad de una  
modelación en el actuar de los niños, que impulsan a familiares y amigos a la visita  
al lugar. El promotor cultural coordina la participación de los factores comunitarios, la  
Biblioteca escolar orienta y provee de la bibliografía necesaria para la indagación y  
el animador cultural ejecuta de manera dinámica al sistema de influencias  
modeladoras, como eje central la promoción de la vida y obra del Apóstol, con la  
óptica del niño, joven y hombre como ser humano, esto se extiende al tratamiento  
con las otras personalidades de la Historia de Cuba y Universal.  
Los procesos de desarrollo comunitario deben tener como fuente fundamental la  
creencia en el hombre y como eje de su desempeño la toma de conciencia de éste  
como miembro de la comunidad, el desarrollo de relaciones emocionales positivas,  
el reconocimiento de identidad y destino comunes y el potenciamiento de  
capacidades individuales y colectivas para detectar, reconocer, asumir y solucionar  
problemas; elementos todos que apuntan hacia un aspecto ya mencionado varias  
veces en estas reflexiones: la participación.  
La participación es un objetivo y un método de trabajo; es una habilidad que se  
aprende y perfecciona; es un proceso de crecimiento y ejercicio de la conciencia  
crítica y de adquisición de poder; es una actitud ante la realidad, es un compromiso  
con la acción del presente y con un proyecto de futuro. Por ello, el desarrollo de  
hábitos y habilidades participativas es una de las piezas fundamentales en el  
propósito de que las personas y la propia comunidad, resulten las protagonistas de  
su desenvolvimiento.  
La participación puede ser espontánea, pero también provocada y organizada, sin  
que ello signifique una manipulación. A evitar esto último contribuirá el conocimiento  
Página 216  
La obra martiana, cultura, identidad y trabajo comunitario  
Irina Benitez Solis  
Volumen: 15  
Recepción: 12/09/2022  
Número: 2  
Aprobado: 23/02/2023  
de la realidad; la orientación desde las necesidades y posibilidades de la propia  
comunidad, sus tradiciones organizativas, sus espacios y modos de interrelación; un  
flujo de comunicación eficiente; la educación para la participación; y la motivación de  
los implicados, que dependerá de la medida en que este supla sus necesidades. El  
desarrollo de la participación exige formación participativa.  
Una tipología del desarrollo comunitario, estructurada desde los modos de  
participación de sus destinatarios, es la que, a nuestro juicio, propone López (2018):  
Horizontal o puntual: prácticamente equivalente a dejar que la comunidad se  
desarrolle por sí misma, paso a paso, de manera puramente endógena. Balístico:  
cuando se inyectan a la comunidad recursos externos (dinero, personal, tecnologías,  
modos de producción, recursos materiales, etc.) y al concluir ese proceso, la  
comunidad regresa a la situación anterior. Galáctico: cuando se integran en  
proyectos asumidos por la comunidad y sostenidos por ella misma, redes de apoyo,  
relaciones y acciones, que garantizan la asimilación de los aportes exógenos y el  
control permanente de su propio desarrollo.  
Macías (2014), expresa: “… los que constituyen agrupaciones u organizaciones  
sistemáticas de contenidos que con criterios lógicos y metodológicos se han  
establecido para asegurar el logro de resultados acordes a las necesidades  
socioculturales de la realidad cubana actual” (p. 37).  
A juicio de la autora, las definiciones aportadas por los investigadores analizados  
constituyen fuentes inapreciables en el estudio de las comunidades pues tributa, de  
manera escalonada, a la elaboración de un algoritmo de trabajo que devele no solo  
las problemáticas en su aspecto externo, sino la esencia de las mismas, su vínculo y  
manifestaciones dentro y fuera de la comunidad y a la vez, descubra las fortalezas  
sobre las que se erijan los sistemas de acciones que contribuyan al desarrollo,  
cambio y transformación hacia mejoras sustanciales imperecederas.  
Consideraciones finales  
Profundizar en la visión contemporánea que se tiene del desarrollo comunitario,  
supone respetar la diversidad de tradiciones y características culturales producidas  
por la historia, asumiendo los elementos de carácter progresivo y transformando los  
de carácter regresivo.  
Es vital tener como principio esencial la atención y el respeto a las peculiaridades  
propias de cada comunidad que hacen de cada una un marco irrepetible.  
Las propuestas de soluciones a las problemáticas identificadas deben estar basadas  
en los valores éticos de las clases trabajadoras, en particular, los de cooperación y  
ayuda mutua y tener en cuenta que la comunidad en última instancia está constituida  
por personas individuales a las cuales debe llegar la acción comunitaria no como  
algo impersonal o distante, sino de modo directo y personal.  
Es necesario el análisis metodológico y categorial para una correcta implementación  
de acciones encaminadas a la trasformación coherente, organizada de la  
comunidad, aspectos a tener en cuenta si se quieren lograr resultados positivos en  
el conjunto humano hacia las que van dirigida deben ser el reflejo de sus propias  
necesidades e intereses.  
Página 217  
La obra martiana, cultura, identidad y trabajo comunitario  
Irina Benitez Solis  
Volumen: 15  
Recepción: 12/09/2022  
Número: 2  
Aprobado: 23/02/2023  
La investigación sociocultural debe ser un entramado que se valore desde diferentes  
dimensiones de las ciencias sociales lo que permitirá desentrañar las diversas  
problemáticas en la sociedad, no solo para conocerlas, sino para transformarlas de  
manera positiva.  
Referencias  
Ander, E. (1998). Metodología y Práctica del Desarrollo de la comunidad. ¿Qué es el  
desarrollo de la comunidad? Buenos Aires: Lumen/Humanitas.  
social. Camagüey: Ácana. Recuperado de https://isbn.cloud/9789592670723/el-  
Guanche, J. (2019). ¿El patrimonio de la cultura popular tradicional es realmente  
inmaterial  
o
intangible?  
Recuperado  
de  
Guzmán, C. (2018). La cultura: reflexiones axiales para una aproximación  
conceptual desde la teoría cubana. Conferencia Magistral Impartida en la  
Maestría en Desarrollo Cultural Comunitario (5ta Edición). Universidad de Las  
Tunas, Las Tunas, Cuba.  
López, P. (2018). Un método para la investigación-acción participativa. Madrid:  
Casa del Libro. Recuperado de https://www.casadellibro.com/actualizate  
Macías, R. (2003). Ciclo de conferencias sobre Estudios Culturales de Comunidades  
(material digital de la Maestría en Desarrollo Cultural Comunitario). Universidad  
Vladimir Ilich Lenin. Las Tunas, Cuba.  
Macías, R. (2014). El trabajo sociocultural comunitario. Fundamentos  
epistemológicos, metodológicos y prácticos para su realización. Las Tunas:  
Editorial Academia Universitaria (EDACUN).  
Partido Comunista de Cuba (PCC, 2021). Actualización de los Lineamientos de la  
política económica y social del Partido y la Revolución para el período 2021-  
Pogolotti, G. (2019). En defensa de la cultura cubana. Recuperado de  
Sanders, I. (2018). La comunidad: una introducción a un sistema social. Estados  
Unidos.  
Recuperado  
de  
journals.uchicago.edu/doi/abs/10.1066/222569  
Torres, J. (2008). Estudio de Proceso de recepción de las artes plásticas en la  
ciudad de Las Tunas (tesis de maestría inédita). Universidad de Las Tunas, Las  
Tunas, Cuba.  
Página 218