Situación actual de la industria editorial de China en la era digital  
Jiahui Wang  
Volumen: 15  
Recepción: 04/09/2022  
Número: 2  
Aprobado: 26/03/2023  
Situación actual de la industria editorial de China en la era digital  
Current situation of China's publishing industry in the digital age  
Jiahui Wang1 (wwwang0514@gmail.com) (https://orcid.org/0000-0002-5955-8370)  
Resumen  
Al entrar en la era digital, aparecen diversas formas de leer por Internet, lo que  
afecta a la industria editorial, una de las industrias culturales clásicas. Por lo que la  
industria editorial enfrenta el desafío de cambiar su estrategia de desarrollo y la  
transformación de necesidades de las personas. El propósito principal de este  
artículo es investigar la situación de la industria editorial actual en China. Con el  
análisis, se puede presumir un poco sobre su desarrollo en el futuro. Primero se  
presenta la situación actual de la industria cultural y la industria editorial en la era  
digital de China mediante datos oficiales e introduciendo las políticas culturales. Se  
analizan los resultados de las encuestas de hábitos de lectura de la población de  
China para conocer las características del grupo de los lectores de los libros  
impresos y la situación de la industria editorial en China. Todo ello nos permite  
afirmar que la industria editorial no va a desaparecer en un futuro próximo en China  
porque hay un grupo fiel de consumidores. Pero la industria impresa editorial  
necesita cambios para adaptarse a la sociedad y seguir su desarrollo en la era  
digital.  
Palabras clave: industria cultural, industria editorial, China, era digital.  
Abstract  
As we enter the digital era, various forms of reading on the Internet are appearing,  
which affects the publishing industry, one of the classic cultural industries. So the  
publishing industry faces the challenge of changing its development strategy and the  
transformation of people's needs. The main purpose of this article is to investigate  
the situation of current publishing industry in China. With the analysis, it can be  
presumed a little about its development in the future. First, the current situation of the  
cultural industry and the publishing industry in China's digital era is introduced by  
official data and introducing the cultural policies. The results of China's population  
reading habit surveys are analyzed to find out the characteristics of the group of the  
readers of printed books and the situation of the publishing industry in China. All this  
allows us to affirm that the publishing industry will not disappear in the near future in  
China because there is a loyal group of consumers. But the print publishing industry  
needs changes to adapt to the society and continue its development in the digital era.  
Key words: culture industry, publishing industry, China, digital era.  
Situación de la industria cultural en China  
Con el desarrollo de la economía de China después de la política de la reforma y la  
apertura, el nivel de vida de la población china ha crecido mucho, así como la  
necesidad de entretenimiento, lo que propicia el desarrollo de las industrias  
1
Máster en Unión Europea-China: cultura y economía. Profesora Auxiliar. Departamento de Español.  
Universidad de Estudios Internacionales de Jilin, Changchun, China.  
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culturales. Así, las industrias culturales también ocupan un lugar muy importante en  
la economía de China. En China, la primera vez que aparece el concepto de  
industria cultural fue en el “décimo Plan Quinquenal” adoptado por la Cuarta Sesión  
del Noveno Congreso Nacional del Pueblo en marzo de 2001.  
El 29 de marzo de 2004, la Oficina Nacional de Estadísticas publicó un documento  
llamado “Clasificación de las industrias culturales e industrias relacionadas”, en el  
que se planea la definición de las industrias culturales:  
son una serie de actividades que proporcionan productos y servicios de cultura y  
entretenimiento para el público y las otras actividades relacionadas con las  
anteriores, que incluyen los que forman el sector principal de la cultura: actividades  
que proporcionan productos culturales (como libros, productos audiovisuales),  
servicios de difusión cultural (como radio y televisión, espectáculos culturales,  
museos), y actividades de ocio (como servicios de visitas turísticas, actividades de  
entretenimientos interiores, y de ocios y de entrenamientos físicos); y también  
incluyen otros que forman complementos de las industrias culturales como productos  
relacionados directamente con productos culturales, servicios de difusión cultural y  
actividades culturales de ocio y entretenimiento, producción y venta de equipos y  
productos culturales relacionados como las artesanías. (Sun, 2009, p.149)  
Con esta detallada definición, la industria cultural se convierte en una industria  
emergente relacionando la cultura y la economía profundamente. “Durante estos  
años, la proporción que ocupan las industrias culturales en el Producto Interior Bruto  
(PIB) de China ha crecido mucho. En 2004, la cifra fue del 2,15%” (Sun, 2009,  
p.152). En 2017, la industria cultural ya ocupaba un 4,2% y esta cifra tiene la  
tendencia de ser más estable en los últimos años. En 2018, las empresas culturales  
obtuvieron unos ingresos de 8,9257 billones de yuanes, un aumento del 8,2% sobre  
el año anterior. En términos de tipo de industria, el ingreso de la industria  
manufacturera cultural fue 3,8074 billones de yuanes, creciendo un 4,0%.  
La industria mayorista y minorista cultural tuvo 1,6728 billones de yuanes de ingreso  
que supone un crecimiento del 4,5%. Mientras el ingreso de las industrias de  
servicios culturales fue de 3,4454 billones de yuanes, 15,4% más que el año anterior  
(Oficina Nacional de Estadística de China, 2019). Esto significa que las necesidades  
de la población china, especialmente las necesidades de servicios culturales,  
todavía están creciendo cada año y las industrias culturales de todavía están en el  
proceso de desarrollo.  
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Tabla 1. Valor agregado de la industria cultural y su proporción en el PIB de China. Fuente: Oficina nacional de  
Estadística.  
Sin embargo, existen problemas en las industrias culturales en China, que se  
pueden dividir en cuatro principales. El primero es la falta de trabajos sistemáticos  
de teorías de las industrias culturas en China. Por eso, tampoco hay muchos  
expertos ni personas que dominan los conocimientos de aspectos como la cultura, la  
economía, y la administración de empresas.  
El segundo problema es que las políticas relacionadas con las industrias culturales  
todavía son insuficientes y poco adecuadas. Debido a la gran variedad de industrias  
culturales y relacionadas, las políticas y leyes no pueden ser muy detalladas. Existen  
dificultades en comparación con los sistemas jurídicos de los países desarrollados.  
Por ejemplo, además de la primera publicación de la Ley de Propiedad Intelectual de  
1983, que tuvo una revisión en 1999, no hay más leyes de protección de las  
industrias culturales. Al mismo tiempo, la administración de este sector es caótica.  
Desde 2002 hasta hoy, casi todos los departamentos tienen la capacidad de  
administrar las industrias culturales y creativas de China, incluyendo el Consejo de  
Estado, la Administración Estatal de Prensa, Radio y Televisión, el Ministerio de  
Cultura, el Ministerio de Comercio, el Ministerio de Finanzas, la Oficina Nacional de  
Archivos, el Ministerio de Industria e Información, la Administración de Impuestos de  
China, el Comisión Reguladora de Valores de China y Administración General de  
Aduanas, etc. Todos estos departamentos son responsables de controlar y  
administrar las empresas de industrias culturales, pero no sirven realmente para el  
desarrollo de las industrias culturales y creativas de China (Zhou, 2015).  
El tercero es que existe un desequilibrio de desarrollo de las industrias culturales en  
el territorio chino y entre las diferentes categorías de empresas. En 2008, la suma  
del valor agregado de las industrias culturales de las provincias de Guangdong,  
Shandong, Jiangsu, Beijing y Zhejiang ocupaba el 52,58% del país (Gao, 2011). El  
oeste de China todavía necesita apoyo para alcanzar el mismo nivel de las  
provincias del este.  
Además, con el aumento de empresas de industrias culturales hay más competencia  
en el mercado. Es muy difícil para las empresas pequeñas sobrevivir en esta  
situación. Además, las empresas estatales, que cuentan con los recursos  
proporcionados por el gobierno, aún no son fuertes por lo que tampoco existen  
muchas empresas principales de cada sector (Gao, 2011).  
Por último, durante un periodo de tiempo había muchos malentendidos en la relación  
entre la cultura y la economía. La importancia del aprendizaje y la formación de la  
cultura económica para las nuevas generaciones es un aspecto que se ha tenido en  
cuenta por filósofos, sociólogos, psicólogos, didactas y pedagogos (Zamora, Alfonso  
y Fernández, 2019). En China, se han creído que la industria cultural solo es un  
medio para promover el desarrollo de la economía. Escasea la creatividad en todas  
las industrias culturales. Las empresas solo imitan a otras. Por eso este sector se  
progresa lentamente.  
En conclusión, aunque las industrias culturales en China están mejorando, todavía  
existen problemas en este sector. Necesitan más tiempo y más atención a los  
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detalles para ser un país con “poder blando”. En este sentido se encamina el  
presente artículo, que tiene como propósito investigar la situación de la industria  
editorial actual en China.  
Políticas de la industria cultural en China  
Las políticas de la industria cultural pertenecen a las políticas públicas, formuladas  
para promover la prosperidad económica del país y el desarrollo sostenible de la  
cultura. Utilizando medios económicos, jurídicos y políticos, las políticas de la  
industria cultural ajustan las relaciones entre diferentes industrias culturales y  
regulan las actividades de estas. Cada país tiene sus diferentes políticas.  
Las políticas sobre industrias culturales ya han superado un largo periodo de  
desarrollo. Al principio, después de la fundación de la República Popular de China  
(1949), el problema más importante era reconstruir la economía nacional. En agosto  
de 1949, el Departamento Central de Propaganda declaró en su Decisión sobre el  
Fortalecimiento de la Industria Cinematográfica que  
el arte cinematográfico tiene el más amplio efecto propagandístico de masas y  
universal, y que es preciso fortalecer esta industria para facilitar una labor  
propagandística más vigorosa en favor de nuestro Partido y de la causa de la nueva  
revolución y construcción democráticas en todo el país y a escala internacional. (Li,  
2019, p. 59).  
Durante esta época, de 1949 a 1952, las políticas sobre las industrias culturales  
fueron diseñadas a partir de los programas económico y cultural del Programa  
Común de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo de China, que funcionó  
como constitución temporal antes de la publicación de la Constitución de China en  
1954. De 1953 a 1957 fue la época del Primer Plan Quinquenal, que también es un  
periodo para la transformación socialista de muchas industrias, incluidas las  
industrias culturales. Se publicaron documentos para realizar esta transformación  
como el Informe de Solicitud del Grupo del Partido del Ministerio de Cultura sobre el  
fortalecimiento del liderazgo, la gestión y la transformación de empresas culturales  
privadas publicado en el año 1955.  
Durante el periodo del Gran Salto Adelante (de 1958 a 1966) aparecieron muchas  
instituciones culturales como bibliotecas y museos. Sin embargo, solo se prestaba  
atención al número y no a la calidad. Durante la Gran Revolución Cultural Proletaria  
(1966-1976) las industrias culturales y la economía creativa fueron dañadas  
gravemente. Después, las personas se dieron cuenta de la importancia de la cultura  
y empezó el ajuste de las políticas de industrias culturales.  
En 1978, empezó el proceso de la Reforma y la Apertura. En esta década, el  
gobierno publicó políticas para desarrollar el sector cultural y las industrias culturales  
progresaron rápidamente. Por ejemplo, en octubre de 1987 el Consejo de Estado  
publicó el Reglamento sobre la Gestión de la Publicidad.  
En 1988, el Ministerio de Cultura y la Administración del Estado de Industria y  
Comercio emitió el Aviso sobre el Fortalecimiento de la Gestión de los Mercados  
Culturales, proponiendo y reconociendo oficialmente el concepto del mercado  
cultural en China. Un año después, el Consejo de Estado aprobó el establecimiento  
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de la Administración del Mercado Cultural en el Ministerio de Cultura. En 1991, el  
Consejo de Estado aprobó el Informe del Ministerio de Cultura sobre Varias  
Opiniones de Políticas Económicas sobre la Cultura, en el que propuso el concepto  
de economía cultural (Zhang, 2009).  
En el octubre de 2000, en la Quinta Sesión Plenaria de 15ª Reunión del Comité  
Central del Partido Comunista de China, se aprobó el Consejo para el Décimo Plan  
Quinquenal. En este documento, se planeó la idea de mejorar las políticas para las  
industrias culturales, fortalecer el establecimiento y la gestión del mercado cultural y  
promover la combinación de la industria cultural y la industria de información (Zhang,  
2009). Este consejo fue adoptado por la Cuarta Sesión del Noveno Congreso  
Nacional del Pueblo en marzo de 2001. Por primera vez, las industrias culturales  
entraron en los documentos políticos y jurídicos del partido y del estado, formulando  
una parte importante de la estrategia de desarrollo de la economía y de la sociedad  
en el siguiente periodo de China.  
Durante los años de 1993 a 2002, se publicaron más de 200 leyes, reglamentos,  
documentos de políticas o reglamentos de departamentos por el Comité Permanente  
del Congreso Nacional del Pueblo, el Consejo de Estado y el Departamento Central  
de Gestión Cultural, incluyendo sectores de arte escénico, de la prensa y de las  
publicaciones, la radio, el cine y la televisión, Internet, la economía cultural y otros,  
como la Ley de Derecho de Autor, Reglamento sobre la Administración de Películas,  
Reglamento sobre la Administración de Publicaciones, Reglamento sobre la  
Administración de Productos Audiovisuales, Reglamento sobre Gestión de la  
Impresión (Han, 2017).  
Desde 2002, el gobierno se esfuerza en realizar dos reformas en las industrias  
culturales. La primera es la promoción de la transformación de algunas unidades  
culturales estatales en empresas. Para realizarlo, el Comité Central y el Consejo de  
Estado publicaron Varias Opiniones sobre la Profundización de la Reforma del  
Sistema Cultural en 2005. La segunda es promover y apoyar los servicios y  
productos culturales orientados al extranjero. La estrategia también se llama  
estrategia de “salir”, que apareció por primera vez en la industria cultural en la  
Conferencia Nacional de Trabajo de Propagar Ideología en el día 5 de diciembre de  
2003.  
En julio de 2009, el Plan de Revitalización de la Industria Cultural publicado por el  
Consejo de Estado introdujo oficialmente la industria cultural como una industria  
formal del sistema de gestión de planificación industrial del Consejo del Estado. La  
posición estratégica de la industria cultural obtuvo un aumento obvio (Feng, 2021).  
Las industrias culturales de China crecen desde la nada. Al principio, fracasan  
políticas del gobierno que impidieron su desarrollo. Pero en el nuevo siglo, con el  
apoyo del estado y de sus políticas, las industrias culturales han experimentado una  
época de rápido desarrollo. La modernización se caracteriza por la industrialización,  
la urbanización y la comercialización (Fu, 2019). Durante este periodo, no solo  
aparecieron empresas chinas de industria cultural, sino que también el gobierno  
permitió la llegada de buenos productos del extranjero.  
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El problema más importante es que el gobierno presta demasiada atención a la  
promoción del pensamiento socialista y quiere propagar este espíritu utilizando las  
industrias culturales. Además, solo quiere mostrar al mundo los aspectos positivos e  
ignorar los otros. Como se escribe en las Reglas de Gestión de Contenidos de  
Series de Televisión publicado por la Administración Nacional de Radio y Televisión  
en 2010, la producción y transmisión del contenido de las series de televisión deben  
adherirse al principio de servir al pueblo, al socialismo y al principio de mantener la  
variedad. Deben insistir en el principio de acercarse a la realidad, a la vida y a la  
población, y tener en cuenta que el primer objetivo son los beneficios sociales, y el  
principio de combinar beneficios sociales y económicos. Además, deben asegurar la  
correcta orientación de la cultura (Administración Estatal de Radio y Televisión,  
2010).  
Es un reglamento que restringe el contenido de las series de televisión, abandona  
los temas inadecuados, pero también ha simplificado las temáticas de las series  
televisivas. Unas series que fueron consideradas clásicos hace una década no se  
pueden emitir actualmente. La situación sigue empeorando. Aunque no hay  
reglamentos exactos, en la mayoría de los programas de entretenimiento, el carácter  
muerte debe ser citada entre comillas dobles para no ser confuso. No se permite  
mostrar personas con color de cabello claro. El color de la sangre en el videojuego  
es verde, y no rojo. El objetivo de los reglamentos puede ser bueno pero los  
resultados no muestran lo que espera la población.  
Por eso, aunque con el desarrollo de las industrias culturales, las políticas son más  
maduras y diversas, se necesitan más políticas para mejorar las industrias  
culturales. El gobierno también debe considerar el equilibrio de los contenidos  
positivos y negativos. No todos los contenidos que reflejan el lado oscuro de la  
sociedad tienen que prohibirse al público. A esta realidad no escapa la industria  
editorial, que forma parte importante de todo el sistema de la industria cultural.  
Situación de la industria editorial en China  
En el sistema de gestión, la industria editorial moderna ejecuta el sistema de  
economía de mercado. Las actividades de producción y reproducción de esta  
industria, tienen como orientación el mercado y el centro del beneficio. Según las  
normas de clasificación de la industria adoptadas internacionalmente, la publicación  
e impresión de la industria editorial pertenecen a la industria manufacturera de la  
industria secundaria, mientras la distribución es la industria mayorista de la industria  
terciaria (Dong, 2019). Por eso, se puede decir que la industria editorial es una  
industria que abarca la industria secundaria y terciaria. También está muy  
relacionada con el capital, al mismo tiempo que con la cultura.  
En los años 1980, la industria editorial de China tuvo un periodo de expansión rápida.  
En 1978 solo había 105 editoriales en China, con más de diez mil personas  
trabajando en esta industria. Hasta 2001, la cifra de editoriales llegó a ser de 562. La  
situación del número total de ediciones publicadas fue similar. En 1977 se publicaron  
12.886 libros y 628 revistas en China. En 2001 se publicaron 154.526 libros y 8.889  
revistas. (Xiao, 2003, p. 12)  
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Con el desarrollo de la tecnología, aparece la publicación digital. El sector de la  
publicación tradicional ha sido afectado y las publicaciones digitales son más  
aceptadas. La industria editorial está enfrentando el reto de cambio para  
acostumbrarse a la era digital.  
Según datos públicos oficiales, de 2007 a 2017 el número promedio de libros  
impresos del país ha disminuido un 60%, mientras que los beneficios de la industria  
editorial también se han reducido mucho (Gao, 2020). En el año 2017 solo había 437  
editoriales en el país, 25 menos comparado con la cifra de 2001. En 2007 las  
editoriales pequeñas pudieron obtener beneficios publicando menos tipos de libros.  
Actualmente, la mayoría de ellas ya ha desaparecido. Las editoriales grandes o  
editoriales estatales también necesitan transformar sus estrategias de desarrollo y  
empiezan a enriquecer sus contenidos de servicios para sobrevivir en esta situación.  
Las políticas más y más restrictas y el cambio del grupo de lectores son unos de los  
factores más importantes que limitan el desarrollo de la industria editorial.  
Tabla 2. Número de editoriales. Fuente: Oficina Nacional de Estadística.  
En la tabla 3 y 4 se muestran el número de publicaciones de libros y publicaciones  
digitales. Comparando las dos tablas, podemos ver que, aunque el número de  
publicaciones todavía sigue creciendo en los últimos años, la tasa de aumento está  
disminuyendo. Las razones son complicadas, pero la influencia del crecimiento de  
publicaciones digitales puede ser un elemento importante. Sin embargo, en años  
recientes, el número de publicaciones digitales también disminuye.  
Por ejemplo, en 2018 se editaron un total de 8.403 publicaciones electrónicas, que  
suman 25.884,21 millones de ejemplares. En comparación con el año anterior, el  
tipo de publicaciones disminuyó un 9,06% y la cantidad un 7.99% (Wang, 2020a).  
Esta situación no significa que la población prefiere más las publicaciones físicas  
que las digitales. Las políticas cada año más estrictas pueden limitar la expansión de  
las publicaciones digitales. Además, el mayor número de libros no significa un buen  
desarrollo de la industria editorial. En 2016 se publicaron casi 500.000 libros, con un  
volumen total de impresiones de 9.040 millones.  
China se ha convertido en el país con el mayor número de publicaciones e  
impresiones de libros de mundo. Pero todavía no se pueden decir que la industria  
editorial de China es fuerte y competitiva. El ingreso total de más de 500 editoriales  
de China es menor que el ingreso anual de la compañía alemana Bertelsmann (Han,  
2018). La industria editorial china todavía puede expandirse más.  
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Tabla 3. Número de publicaciones de libros. Fuente: Oficina Nacional de Estadística.  
Tabla 4. Número de publicaciones digitales (especies). Fuente: Oficina Nacional de Estadística.  
Las tablas 5 y 6 son una comparación de número de hojas de publicaciones de libros  
y publicaciones digitales. Podemos encontrar que las publicaciones de libros  
mantienen creciendo cada año, pero la situación de las publicaciones digitales no es  
tan estable. En 2018, los ingresos de la publicación de libros crecieron a la tasa más  
alta entre las ocho categorías de la industria de prensa y publicación, representando  
el 5,0% de la industria total, aumentando un 0,6% desde el 4,4% en 2012 (Wang,  
2020b). Por eso, la industria de publicaciones digitales todavía está en el periodo de  
desarrollar y buscando su propio sistema. Mientras la industria editorial, aunque está  
sufriendo el golpe de la emergente industria en los recientes años, ya está muy  
madura y se encuentra en una posición fija.  
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Tabla 5. Número de hojas impresas de publicaciones (cien millones de hojas). Fuente: Oficina Nacional de  
Estadística.  
Tabla 6. Número de publicaciones digitales (diez mil hojas). Fuente: Oficina Nacional de Estadística.  
El desarrollo de la edición digital ha sido tan rápido que actualmente es una parte de  
la industria editorial. Y los datos se contabilizan conjuntamente. En China la industria  
editorial se divide en publicación de libros, publicación de revistas, publicación de  
periódicos, publicación de productos audiovisuales, publicación de publicaciones  
electrónicas y publicación digital. Según el Informe de Análisis de la Industria de  
publicaciones de 2015, en ese año, el ingreso total de publicación, impresión y  
distribución fue de 2.166 billones de yuanes, creciendo 8,46% con respecto al año  
anterior. El beneficio total fue de 166 billones de yuanes, creciendo 6,29%.  
(Información de las industrias de China, 2017).  
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En la tabla 6, se demuestra la situación de la industria editorial de China en 2015 y el  
porcentaje de cada sector en el ingreso total.  
Tabla 7. La situación de la escala de la industria editorial de noticias de China de 2015. Fuente: Información de  
las industrias de China.  
Podemos ver en esta tabla que, la publicación digital suponía el 20,4% del ingreso  
de la industria editorial en 2015, casi la quinta parte. Combinando con las tablas  
anteriores, la cifra sigue creciendo. La competencia entre las publicaciones digitales  
y las impresas es cada día mayor. Muchas editoriales empiezan a abrir tiendas en  
internet. Estas tiendas son más y más importantes en la venta de libros. Sin  
embargo, las publicaciones impresas todavía no han sido reemplazadas y ocupan  
gran parte en la industria editorial. Los dos tipos de publicaciones se mantendrán  
estables en una cierta proporción, formando conjuntamente la estructura de mercado  
de la industria editorial.  
Consumidores de libros impresos  
La aparición de las publicaciones digitales ha atraído a muchas personas en muy  
poco tiempo. En solo unos años, casi cada persona puede leer artículos y libros por  
ordenadores o móviles. Esta forma de leer es más rápida y conveniente en la vida  
de la sociedad actual. Ahora el tiempo de leer es cada vez menor por eso se  
prefieren más los artículos a los libros. Según los datos, actualmente el 53,9% de los  
usuarios de Internet de China utilizan medios digitales como móviles u ordenadores,  
como principal forma de obtener información. El 31,1% usan la televisión y la radio.  
Solo el 15% todavía lee periódicos y revistas (Han, 2018). Esta transformación ha  
perjudicado el desarrollo de las publicaciones de noticias. La situación es similar en  
cada sector de la industria editorial. Sin embargo, todavía existen personas que  
siguen teniendo el hábito de leer publicaciones impresas. Por eso, las publicaciones  
impresas ocupan un porcentaje estable en todos los datos estadísticos.  
Este grupo de lectores seguramente tienen alguna característica común. Primero  
vamos a investigar la de edad. Según el Informe de la decimoquinta encuesta  
nacional de lectura, en 2017, los lectores adultos de publicaciones digitales se  
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repartían de la siguiente manera: un 84,9% en el grupo de edad entre 18 y 49 y un  
15,2% en el grupo de edad de más de 50 años. La mayoría de los lectores adultos  
de publicaciones digitales eran menores de 49 años, y todavía casi la mitad de la  
población prefiere leer libros impresos. Además, la tasa de lectura de libros infantiles  
y juveniles fue del 84,8% en menores de 17 años. El número de libros per cápita de  
niños fue de 8,81, que supone un aumento de 0,47% comparando con el año  
anterior (Zhang, 2022).  
Los lectores de libros también son diferentes entre hombres y mujeres. Pero las  
diferencias no son tan obvias como entre los grupos de edades. Existen personas  
que prefieren más leer libros impresos que libros electrónicos en ambos grupos.  
Tampoco hay muchas investigaciones de lectores por género.  
Según la encuesta de Amazon de 2016, los hombres dedican más tiempo a la  
lectura que las mujeres. Y los hombres siempre tienen costumbre de leer y  
reflexionar al mismo tiempo. Las personas que nacieron en los años 1960 y después  
del año 2000 también gustan esta forma de leer. El 45% de los hombres lee más de  
una hora diaria través de las redes sociales, pero el 55% de las mujeres lo hacen.  
Un 54% de la generación de los años 90 cuesta más de una hora cada día leyendo  
informaciones de redes sociales. La proporción de hombres quienes leen libros más  
de una hora cada día es de 41%, mientras la cifra de las mujeres es 36% y de la  
generación de los años 90 es 41%. Las situaciones de los hombres y de las  
personas mayores son similares. Mientras las costumbres de mujeres y de jóvenes  
son parecidas.  
Los hombres leen un poco más libros impresos que las mujeres. La diferencia de  
esta situación proviene de las diferentes preferencias de libros, y también es un  
resultado de la influencia de la historia y de la sociedad.  
Pero con el paso del tiempo, la idea de prejuicio está desapareciendo poco a poco.  
Los hombres y mujeres tienen mismos derechos de leer libros. Empiezan a costar  
semejante tiempo leyendo libros impresos.  
Aparte de la edad y del género, los lectores de libros impresos también tienen  
diferencias en el nivel educativo. El desequilibrio territorial en los recursos de la  
educación también discrimina los hábitos de lectura geográficamente.  
Esta característica de lectores de libros impresos puede ser más obvia que los dos  
anteriores. Para las personas de alto nivel educativo, es más fácil acceder a más  
libros impresos. Ellos tienen suficientes recursos económicos para soportar el coste.  
Tienen medios para comprar libros impresos, incluso más librerías y tiendas de  
Internet. También tienen más interés en leer libros impresos o en comprarlos y  
guardarlos como colección. Este grupo de personas de alto nivel educativo viven y  
trabajan en ciudades. Los residentes rurales suelen tener menos recursos  
educativos. Por eso, hay una gran diferencia geográfica entre los lectores  
Según el Informe de la decimoquinta encuesta nacional de lectura, en 2017, el  
número de libros impresos leídos por los residentes urbanos fue de 5.830.000. La  
cifra de los residentes rurales fue de 3.350.000. Además, la tasa de lectura de libros  
de los residentes urbanos fue el 67,5%, frente al 49,3% de residentes rurales. Este  
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Aprobado: 26/03/2023  
fenómeno es el resultado de los diferentes niveles de desarrollo entre las ciudades y  
los pueblos chinos. En China, la economía de las ciudades es mejor que la de los  
pueblos. Las infraestructuras son más completas y abundantes. Hay más accesos a  
los libros impresos en las ciudades.  
Entre los lectores de libros impresos existen pocas diferencias según el género, pero  
los hombres y las mujeres tienen diferentes preferencias y costumbres de leer  
distintas. Los hábitos de los hombres son más parecidos a los de las personas  
mayores, mientas que los de las mujeres son más comunes a los de los jóvenes.  
Los hombres leen más libros impresos que las mujeres, periódicos, revistas y  
publicaciones digitales de residentes urbanos es más alta que las de los residentes  
rurales. Aunque para las personas que viven en ciudades también dedican tiempos a  
leer información por Internet, leen más los libros que los residentes de los pueblos.  
Con la difusión del Internet a los pueblos, muchos jóvenes de las zonas rurales  
empiezan a leer más. Leer libros es más fácil que comprar libros impresos, porque  
es más difícil transportarlos y almacenarlos.  
Además de las diferencias sociales entre ciudades y pueblos, en las ciudades  
mismas, las personas con alto nivel educativo prefieren más leer libros impresos y  
les dedican más tiempo. Por un lado, este grupo tiene más necesidad de obtener  
conocimientos. Por el otro, estas personas siempre tienen gusto de leer en su  
tiempo de ocio o comprarlos como colección en casa.  
Consideraciones finales  
Hemos analizado la situación actual de la industria editorial en la era digital  
combinando las políticas relacionadas. El funcionamiento de la industria cultural,  
incluyendo la producción, difusión y reproducción, está consolidado actualmente. Sin  
embargo, todavía existen problemas. Después de un periodo de apertura, en años  
recientes las políticas son más restrictas y se plantean más límites a la industria  
editorial. La difusión de los móviles y publicaciones digitales afectan mucho a la vida  
diaria de la población.  
Las personas dedican más tiempo a la información por Internet. Sin embargo, los  
datos manifiestan que los libros impresos todavía ocupan un lugar importante en el  
mercado de la industria editorial. Y aunque la tasa de crecimiento está disminuyendo  
cada año, no hay una tendencia clara en que se paralice el ingreso de los libros  
impresos. Al contrario, la tasa de crecimiento de las publicaciones digitales no es  
estable. Incluso en algunos años ha tenido crecimiento negativo quizás porque las  
políticas restrictivas le están afectando mucho más que a la industria analógica. Las  
publicaciones impresas no van a ser reemplazadas a largo plazo porque todavía hay  
mucha gente que prefieren leer libros impresos.  
Los lectores de libros impresos tienen algunas características en común. Son  
estudiantes y personas mayores con alto nivel educativo y viven en las ciudades  
donde se pueden acceder a los libros impresos fácilmente. La diferencia de género  
no es muy obvia. En general, hay distintas preferencias de lectura. Por ejemplo, los  
estudiantes compran más manuales. Las personas mayores leen más periódicos y  
revistas.  
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Situación actual de la industria editorial de China en la era digital  
Jiahui Wang  
Volumen: 15  
Recepción: 04/09/2022  
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Aprobado: 26/03/2023  
Las obras clásicas siempre tienen lectores. La mayoría quieren leer más libros de  
literatura. Los padres creen que los libros impresos son más aptos para sus hijos  
menores de edad. En cuanto a las publicaciones digitales, la mayoría leen noticias o  
novelas por Internet. Leer por móviles se hace en un uso de tiempo fragmentado de  
la vida diaria. Leer libros impresos todavía es la forma principal de leer para la  
población. Esta idea de las personas también impulsa la formación de las  
costumbres de leer libros impresos en la sociedad.  
Combinando todos los análisis anteriores, podemos llegar a la conclusión de que la  
industria editorial no va a desaparecer en el futuro. Aunque el desarrollo de la  
tecnología y la aparición de publicaciones digitales ha golpeado a esta industria  
tradicional, la gente todavía tiene ganas de leer publicaciones impresas.  
Actualmente las personas mayores forman una parte importante de los lectores de  
libros impresos porque crecieron leyendo libros. Pero en el futuro, la generación más  
joven, quienes nacen en esta era digital, no va a perder la costumbre de leer libros  
impresos. No solo los padres educan a sus hijos en este sentido, sino que también  
este hábito se ha convertido en una identidad social. Aunque leen libros por Internet,  
la mayoría quieren comprar los libros en papel. En China, la industria del comercio  
por Internet también está muy desarrollada. Aunque todavía existen pueblos donde  
es difícil comprar y leer libros, con el desarrollo de la economía, este problema va a  
desaparecer poco a poco. Comprar libros impresos es cada día más fácil y el precio  
es cada día más bajo. Los libros impresos no son un privilegio de las personas de  
altas clases sociales. Cada persona puede soportar el coste de comprar libros  
impresos.  
Por eso, el problema más importante que la industria editorial enfrentan ahora es la  
transformación en las estrategias de desarrollo en la era digital. La forma de vivir en  
la era digital de las personas está cambiando. Pero las personas aún quieren leer  
libros impresos. No existe el peligro de desaparecer en el futuro. La industria  
editorial necesita aprender a satisfacer a la población y buscar un equilibrio entre  
publicaciones impresas y digitales para adaptarse mejor a la era digital.  
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