Análisis de la gobernanza fronteriza entre los EE. UU. y México desde la perspectiva de la  
seguridad nacional  
Longxiang Li  
Yuemeng Wang  
Volumen: 15  
Número: 2  
Recepción: 30/08/2022  
Aprobado: 09/03/2023  
Análisis de la gobernanza fronteriza entre los EE. UU. y México desde la  
perspectiva de la seguridad nacional  
Analysis of U.S.-Mexico border governance from a national security  
perspective  
Longxiang Li1 (mateitolee@outlook.com) (https://orcid.org/0000-0002-3285-7119)  
Yuemeng Wang2 (1679702152@qq.com) (https://orcid.org/0000-0003-0810-2776)  
Resumen  
Desde la antigüedad hasta el presente, la seguridad fronteriza ha jugado un papel  
vital en la seguridad nacional, porque la frontera es el límite de un país, conectada a  
los dos países y también bloqueada a los dos países. Los Estados Unidos y México  
tienen una frontera de más de tres mil kilómetros, y los problemas que enfrentan  
también son infinitos, como la droga, las migraciones ilegales y la industrialización  
fronteriza en México, que también ha afectado seriamente tanto la seguridad  
fronteriza como la nacional de los dos países. Ellos dos han adoptado muchas  
políticas para el control fronterizo, pero no hay mucho efecto, por lo que estos  
problemas han coexistido hasta ahora. En este trabajo se analizan los principales  
problemas fronterizos entre los EE. UU. y México con el motivo de encontrar sus  
efectos en la seguridad nacional, estudiando sus historias, características y  
tendencias para buscar mejores soluciones.  
Palabras clave: gobernanza fronteriza, seguridad nacional, Estados Unidos, México.  
Abstract  
From ancient times to the present, border security has played a vital role in national  
security, because the border is the boundary of a country, connected to the two  
countries and also blocked to the two countries. The United States and Mexico have  
a border of more than three thousand kilometers, and the problems they face are  
also endless, such as drugs, illegal migrations and border industrialization in Mexico,  
which has also seriously affected both border and national security of the two  
countries. They both have adopted many policies for border control, but there is not  
much effect, so these problems have coexisted until now. This paper analyzes the  
main border problems between the U.S. and Mexico with the motive of finding their  
effects on national security, studying their histories, characteristics and trends to  
seek better solutions.  
Key words: border governance, National security, USA, Mexico.  
Conceptos y relaciones entre la gobernanza fronteriza y la seguridad nacional  
Debido a la ubicación geográfica de los Estados Unidos y México, existen muchos  
problemas graves asociados a lo largo de su frontera, incluido el conocido problema  
de migración, el de drogas y el de industrialización fronteriza en México en los  
1
Máster en Humanidades, Cultura y Sociedad. Profesor Auxiliar. Departamento de Español. Universidad de  
Estudios Internacionales de Jilin, Changchun, China.  
2
Grado en Filología Hispánica. Estudiante. Departamento de Español. Universidad de Estudios Internacionales  
de Jilin, Changchun, China.  
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últimos años. Mientras tanto, debido a las relaciones y políticas entre los Estados  
Unidos y México, estos problemas han continuado hasta hoy. La zona fronteriza se  
identifica geográficamente al borde de cada país, es decir, la barrera externa de  
seguridad nacional. La particularidad geográfica conduce al problema fronterizo, que  
está relacionada con la política y la economía de un país, por lo que la seguridad  
fronteriza juega un papel vital en la seguridad nacional. Los Estados Unidos y  
México tienen una línea fronteriza de 3.168 kilómetros y la zona fronteriza incluye un  
terreno complejo y una gran población, por lo que el estudio de las cuestiones de  
gobernanza fronteriza tiene un lugar sumamente importante para el mantenimiento  
de la seguridad nacional.  
“La frontera es el concepto utilizado para marcar el área donde el estado está  
conectado a la frontera, que tiene un significado geográfico, político y cultural” (Zhou,  
2008, p. 67). “La frontera no es una línea sola, solo un conjunto de espacios. Tales  
espacios fronterizos se constituyen en un lugar desde donde mirar y analizar los  
fenómenos sociales e históricos de distinto nivel” (Tapia, 2012, p.178).  
En el artículo de Ma H. (2016) se ha mencionado que la seguridad nacional es  
definida como:  
El poder estatal, la soberanía, la unidad y la integridad territorial, el bienestar del  
pueblo, el desarrollo económico y social sostenible y otros intereses importantes del  
país en un estado de relativa libertad de peligro y otras amenazas internas y externas  
importantes, y la capacidad de garantizar un estado de seguridad sostenido. (p. 36)  
A lo largo del tiempo, este concepto también ha pasado un cambio de lo tradicional.  
Según Ferreira (2019):  
La seguridad estaba centrada tradicionalmente en la capacidad de un país para  
proseguir el desarrollo de su vida interna sin interferencias o amenazas de potencias  
extranjeras. Pero ahora se ha evolucionado hacia una comprensión más universal,  
más acorde con el contexto mundial actual, en donde el acento se pone en las  
personas. (p. 5)  
También Montano y Verdecia (2021) plantean que “la seguridad nacional no solo es  
responsabilidad estatal, sino de todo el pueblo” (p.117).  
Aunque las definiciones de seguridad nacional y frontera mencionadas  
anteriormente tienen diferentes formulaciones, su esencia y connotación son  
básicamente similares. Se coincide en que la seguridad nacional es crucial para un  
país y la frontera es la línea de defensa entre los países. Por eso, la seguridad  
fronteriza es muy esencial para un país, la cual juega un papel decisivo en la  
seguridad nacional, así que la gobernanza fronteriza es el área clave de la  
gobernanza de la seguridad nacional. Aparte de eso, la seguridad fronteriza afectará  
directamente la implementación del importante despliegue estratégico, la estabilidad  
y el desarrollo de todo el país. Mantener la seguridad nacional es el propósito y la  
clave de la gobernanza fronteriza, así “la seguridad fronteriza y la seguridad nacional  
se afectan mutuamente y resultan inseparables” (Song, 2021, p. 36).  
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Problemas fronterizos entre los EE. UU. y México: historia y actualidad  
La frontera de 3.169 kilómetros de largo entre los Estados Unidos y México, junto  
con la enorme disparidad en la fortaleza económica entre los dos países y la brecha  
en los niveles de vida de las personas, también ha llevado a una fricción inevitable  
en tal frontera.  
La Guerra Mexicoamericana de 1846 a 1848 provocó que México sufriera grandes  
pérdidas, que se vio obligado a ceder los grandes estados de Texas, Nuevo México  
y California a los Estados Unidos más de 2.3 millones de kilómetros cuadrados de  
territorio, convirtiendo así a los Estados Unidos en el cuarto territorio más grande del  
mundo. También debido a este comportamiento de cesión territorial disfrazado  
fueron colocadas minas para los problemas fronterizos entre los Estados Unidos y  
México.  
Se conoce también que los Estados Unidos es una gran potencia económica,  
mientras que México no es u país tan rico, esto aunado a los golpes de la guerra  
mexicano-estadounidense y la pérdida de gran parte de su territorio, hace más  
severa su diferencia y empeora la situación nacional del pueblo mexicano.  
Todo ello provocó que un gran número de mexicanos quisieran cruzar la frontera  
para vivir en los Estados Unidos donde pudieran conseguir una vida enteramente  
diferente. Estos territorios perdidos que originalmente pertenecía a México facilitaron  
a los mexicanos llegar a los Estados Unidos por el trasfondo cultural y lingüístico.  
Además, la conveniente ubicación geográfica condicionó el problema de las  
migraciones ilegales, de drogas y el surgimiento de la industrialización fronteriza  
mexicana, que continúan hasta ahora.  
Debido a la larga y compleja línea fronteriza, el problema fronterizo entre los Estados  
Unidos y México es frecuente, y debido a las enormes diferencias económicas entre  
los Estados Unidos y México, la situación actual de la frontera entre los Estados  
Unidos y México es totalmente diferente. Hay pocos emigrantes mexicanos que han  
ocupado lugares privilegiados dentro los Estados Unidos, por el contrario, muchos  
ciudadanos mexicanos son identificados al tráfico de personas que vienen a buscar  
oportunidades de trabajo, y estos empleos no faltan en los cárteles de la droga, así  
como en las fábricas estadounidenses ubicadas en la frontera.  
Según Martínez y Li (2021), el gobierno de los Estados Unidos, representado por  
presidente Bush, firma la conocida Ley del Muro de Seguridad, en 2006, para  
resolver el problema fronterizo. Esta tiene como fin, establecer los límites fronterizos  
entre ambos países. En cambio, para el 2010, el presidente Obama suspende su  
construcción. Pero en 2017, el presidente Trump asumió el cargo y declaró que  
quería que el gobierno mexicano financiara la construcción del muro. Esta demanda  
irrazonable hizo que la frontera entre ellos dos fuera más rígida aún, hasta que el  
presidente Biden asume el cargo y suspende el plan.  
El muro construido juega un importante papel para aislar a los dos países. Los  
Estados Unidos, pretende evitar que los inmigrantes ilegales desde México entren a  
su país, además de ver en ello una garantía a su seguridad nacional, la reducción de  
ataques terroristas, pero el uso del muro para detener el flujo de inmigrantes ilegales  
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es muy controvertido. En primer lugar, cuesta mucho dinero y hay enormes  
dificultades durante la construcción. Además, aunque tiene un cierto efecto positivo  
en los inmigrantes ilegales, ha dado más presión financiera a los EE. UU. y causado  
muchos altos costos ambientales. Así que, en general, el muro fronterizo entre los  
EE. UU. y México ha tenido poco efecto, mientras que el costo es muy enorme.  
Entre los principales problemas fronterizos entre Estados Unidos y México se  
encuentra, como primer problema: el caso de las drogas, las migraciones ilegales y  
la industrialización en la frontera mexicana.  
Primer problema: el caso de las drogas  
En los últimos años, el número de jóvenes en los Estados Unidos que consumen  
drogas ha crecido considerablemente, e incluso las calles de Kensington y Filadelfia,  
están llenas de consumidores de drogas. En este caso, muchos estados de los  
Estados Unidos han propuesto legalizar la marihuana. Entonces, ¿por qué el  
problema de las drogas en los Estados Unidos es tan grave? Esto  
incuestionablemente afecta directamente a México.  
Desde el siglo XIX hasta principios del siglo XX, la cocaína de marihuana con opio  
era completamente legal en los Estados Unidos. Su uso frecuente en productos  
farmacéuticos, se utilizaba como un medicamento efectivo para aliviar el dolor. En  
esa época incluso los cigarrillos y refrescos contenían estas drogas. Se conoce  
incluso que la Coca Cola hasta 1903 todavía usaba hoja de coca como materia  
prima, por lo que se puede imaginar cuánta demanda de drogas existía en el  
mercado estadounidense hasta ese momento. Sin embargo, la ubicación geográfica  
y las condiciones climáticas de los Estados Unidos no son adecuadas para el cultivo  
de amapolas de opio en grandes cantidades, mientras que las condiciones  
climáticas de México son perfectas para el crecimiento de la amapola.  
Debido a las condiciones de transporte extremadamente favorables en la frontera, los  
estados fronterizos mexicanos como Chihuahua, Sonora, Coahuila, Nuevo León y  
Tamaulipas han sido sucesivamente afectados por traficantes de drogas. Los  
incidentes violentos han ocurrido con frecuencia e incluso el estado de Sinaloa, cerca  
de la frontera, tiene el mayor sindicato de narcotráfico, que envenena a toda la  
sociedad mexicana. (Boullosa y Wallace, 2015, p. 40)  
La amapola mexicana se introduce por los inmigrantes chinos en la década de 1880,  
pero con la aparición de la Ley de Exclusión China promulgada por los Estados  
Unidos en 1882, la mayoría de los chinos emigraron de los Estados Unidos a  
México. Por eso, más chinos optaron por cultivar amapolas. Debido a la Revolución  
Mexicana, muchos agricultores mexicanos que eran extremadamente pobres, se  
sumaron al cultivo de la amapola. En estas décadas, los chinos establecieron una  
simple red de tráfico de drogas para transportar opio a los traficantes chinos en los  
Estados Unidos a través de una serie de bases en la ciudad de Sinaloa y la ciudad  
fronteriza de Tijuana en el noroeste de México. Las enormes fuentes de ganancias  
de las drogas, trajo consigo que la organización narcotraficante se fortaleciera.  
En las décadas de 1960 y 1970, el cannabis se convirtió gradualmente en un  
producto de consumo masivo. Debido a esta enorme demanda del mercado, los  
agricultores comenzaron a cultivar cannabis en los grandes estados vecinos, lo que  
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finalmente permitió la producción a gran escala de cannabis en 12 grandes estados  
mexicanos.  
Al mismo tiempo, Estados Unidos y México también estaban organizando  
constantemente actividades antidrogas. Aunque el impulso fue fuerte, tuvo poco  
efecto. Debido a la corrupción de los funcionarios federales, la incautación abierta de  
heroína y marihuana y otras drogas, volvió una vez más a manos de los traficantes  
de drogas. La oficina de la Administración de Narcóticos y Drogas Peligrosas de los  
Estados Unidos, también estableció una relación de cooperación con la mafia  
mexicana local, aceptando regularmente sobornos, solo arrestando a pequeños  
grupos de traficantes de drogas, lo que hizo que los grupos de traficantes de drogas  
se integraron lentamente en otros grupos con poder para sobornar a los  
funcionarios.  
Incluso en su apogeo, el nombramiento de jefes de policía mexicanos fue designado  
por los cárteles de la droga, y los traficantes de drogas desenfrenados afectaron  
seriamente la seguridad nacional de México. Hubo guerras y divisiones entre los  
cárteles de la droga, así como tiroteos que condujeron a la seguridad social, e  
incluso emitieron amenazas de muerte a periodistas y personal del gobierno. (Rosen  
y Martínez, 2014, p.180)  
Hasta ahora, los cárteles mexicanos de la droga han coexistido durante casi cien  
años y sus cadenas industriales están profundamente arraigadas. Incluso los  
gobiernos mexicanos y los militares se han sentido indefensos, lo que también ha  
sido resultado de la connivencia del gobierno mexicano. México tiene las ventajas  
naturales y geográficas de la fabricación de drogas: buen mercado y una gran  
demanda de los Estados Unidos; excelentes condiciones de siembra y proximidad  
geográfica a los Estados Unidos además del transporte fronterizo más conveniente.  
La guerra causó que un gran número de agricultores perdieren sus empleos, lo que  
condicionó que un gran número de trabajadores se dedicaran al cultivo de las  
drogas.  
El cultivo de drogas en la era del estancamiento económico jugó un papel atractivo  
en la economía mexicana. Las enormes ganancias generadas por las drogas  
atrajeron a más y más personas a plantar, junto con la complicidad del gobierno con  
los traficantes de drogas, dando a los cárteles de la droga suficiente tiempo para  
crecer, hasta el punto en que se les salieron de control y el pueblo mexicano que  
sufre tanto hoy por esta causa, también depende de las ganancias que traen las  
drogas.  
Los cárteles mexicanos de droga tienen una larga historia y una gran fuerza, como  
un tumor muy peligroso que crece en México. Si se apresura a extirpar las células  
cancerosas, puede propagarse de inmediato, pero si no se eliminan, puede ser  
relativamente pacífico y convivir durante un período, pero este tiempo relativamente  
pacífico también debe ser muy corto. Después de todo, es como un tumor, si  
permanece en el cuerpo durante mucho tiempo, el cuerpo puede colapsar.  
Entre los impactos y medidas adoptadas en relación con este primer problema, tal  
como se refirió anteriormente, los Estados Unidos se ha visto profundamente  
afectado socialmente dada la prevalencia de las drogas entre los jóvenes en los  
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Estados Unidos, que es cada vez más alta. Se han divulgado incluso la aparición de  
la “calle zombi” de Filadelfia: Kensington Street, donde las personas incluso usan  
drogas directamente en la calle día y noche, con gran aumento en las tasas de  
abuso de drogas y crecimiento de la tasa de mortalidad, por esta causa, lo que se  
pronostica aumente considerablemente.  
Para el control de la tasa de mortalidad por consumo de drogas, al gobierno  
estadounidense se les ocurrió la idea de abrir centros de abuso de drogas para  
consumidores de drogas, donde se ofrecen servicios médicos profesionales para  
ayudar a los drogadictos a usar drogas científicamente, reduciendo así el número de  
muertos cada año por sobredosis como una política de paliativos en lugar de atacar  
directamente las causas que lo generan.  
Si los Estados Unidos realmente tiene interés de implementar la legalización de la  
marihuana y establecer centros de inyección de drogas, el número de drogadictos  
jóvenes en los Estados Unidos solo aumentará. Sin embargo, la connivencia del  
gobierno con los consumidores de drogas solo empujará el problema en una  
dirección más seria. Hoy en día, las drogas se han convertido en la columna  
vertebral de los Estados Unidos, al igual que su actitud hacia la nueva corona. Ya  
que solo quieren evitar problemas, tarde o temprano, estos problemas pasarán de  
problemas fáciles a enfermedades obstinadas.  
La situación de México es aún bastante grave. México ha sido envenado por los  
cárteles de la droga para casi ser controlado por su país. Así si los gobiernos de un  
país no mantienen un estricto control sobre el país, y está encadenado por los  
cárteles de la droga, entonces ¿cómo puede mantener la seguridad nacional?  
Mientras tanto, la fuerza militar de los cárteles de la droga y la fuerza económica  
pueden incluso igualar al ejército del país.  
En resumen, las drogas son un veneno de dos caras para el cuerpo y el espíritu de  
las personas, además de constituir un gran peligro oculto para el país. La frontera  
entre los Estados Unidos y México es considerada por los traficantes como un  
excelente lugar para el transporte de drogas y el cultivo de estas. Lo cual induce a  
considerar que mientras más se bloquee la fuente de drogas y se controle  
estrictamente el tráfico fronterizo de drogas, el problema de las drogas podrá  
controlarse en gran medida, por ende, puede reducirse su impacto negativo en  
cuestiones de seguridad nacional.  
Aunque Estados Unidos y México siempre han presentado medidas para prohibir el  
problema de las drogas, la actitud antidrogas no es suficiente, lo que ha dado lugar a  
que este problema aún esté pendiente. Para México, depender de las drogas para  
generar ingresos económicos también es un gran peligro oculto para el país, porque  
esta no es una solución a largo plazo para mantener la economía nacional. Mejor  
dicho, los beneficios de las drogas son más dañinos que beneficiosos y la  
connivencia de que algunos gobiernos lo consideren, conducirá directamente a la  
fortaleza de los cárteles de la droga, para que tengan fondos suficientes para hacer  
crecer los funcionarios de autosoborno.  
Para los Estados Unidos, sus medidas contra las drogas se limitan a legalizar la  
marihuana y establecer centros legales de abuso de drogas. Estas medidas solo  
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podrán reducir el número de personas que mueren por sobredosis de drogas en un  
corto período de tiempo, pero aumentará el número de consumidores de drogas a  
largo plazo. La población de los Estados Unidos representa solo el 5% de la  
población mundial, pero consume el 60% de las drogas del mundo, así que podrán  
imaginar cuán populares son las drogas en la sociedad estadounidense. (García,  
2016, p. 2520)  
Por lo tanto, algunas de las soluciones para lidiar con el problema de las drogas  
deben estar en función de fortalecer el control del gobierno sobre la frontera;  
investigar estrictamente a los sindicatos de narcotráfico para el contrabando de  
drogas; eliminar las bandas de narcotraficantes; prohibir estrictamente y sancionar a  
los funcionarios del gobierno vinculados a la corrupción; cancelar la legalización de  
la marihuana en los Estados Unidos y el cierre de los centros de abuso de drogas.  
Segundo problema fronterizo Estados Unidos-México: las migraciones ilegales  
La inmigración siempre ha creado malestar y un gran problema para muchos países.  
Aunque la inmigración traerá consigo situaciones con el empleo, la vivienda,  
atención médica, educación, transporte e incremento en los gastos de recursos a  
sus propios ciudadanos, también impulsa el desarrollo económico de un país  
determinado, hasta cierto punto. Como en muchos países desarrollados, también en  
Estados Unidos se registran altas tasas de envejecimiento, inevitablemente tienen el  
problema de la necesidad de mano de obra joven. La necesidad de contratar mano  
de obra barata, atrae a los inmigrantes mexicanos, aun cuando al contratante no le  
convenga la presión social que trae consigo la inmigración. Junto con la ubicación  
geográfica de los Estados Unidos y México, los inmigrantes tienen condiciones  
geográficas convenientes, por lo que la disputa migratoria entre los Estados Unidos  
y México ha persistido durante muchos años, y hasta ahora se han registrado cinco  
grandes olas de inmigración entre los Estados Unidos y México.  
Entre las razones históricas y actuales de este problema puede referirse que, en  
1835, las ambiciones de los Estados Unidos provocaron que este país pusiera su  
mirada en el vecino México, en ese momento territorio muy vasto, cuya fuerza  
nacional no era débil, por lo que los Estados Unidos llegaron a una conspiración y  
enviaron a mucha gente para inmigrar ilegalmente a México. En este mismo período  
el gobierno mexicano abolió vigorosamente el sistema de propietarios de esclavos,  
lo que causó que un gran número de propietarios de esclavos estuvieran  
insatisfechos.  
Como una gran parte de estos propietarios de esclavos eran estadounidenses,  
naturalmente se provocó una disputa. Estas personas declararon que querían  
establecer una República independiente de Texas, pero también unida a los Estados  
Unidos, lo que el gobierno mexicano no podía tolerar, por lo que inmediatamente  
declararon la guerra a los Estados Unidos, conocida como la Guerra  
Mexicoamericana. La consecuencia fue que México falló y se vio obligado a ceder  
varios estados grandes a los Estados Unidos, causando un gran problema entre  
México y los Estados Unidos: las migraciones ilegales. Los Estados Unidos solo  
estaban felices de apoderarse de una gran cantidad de recursos de tierras  
mexicanas, pero sentaron las bases para el problema de la inmigración ilegal que  
ahora resulta un serio problema sociopolítico para los Estados Unidos. (Jiang, 2021,  
p. 38)  
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¿Por qué las personas querían salir de su propio país a otro, incluso de forma ilegal?  
Un propósito de los mexicanos que inmigraron ilegalmente a los Estados Unidos es  
el rápido desarrollo económico de los Estados Unidos, que tiene posibilidades  
ilimitadas y una fuerte atracción hacia la gente mexicana. Aunque saben que la vida  
allí no es seguramente feliz, por ejemplo, la presión laboral es tan grande y el costo  
es tan alto, los mexicanos insisten irse allá, porque la atracción de los Estados  
Unidos hacia ellos es enorme. Una segunda razón de carácter histórico unida a la  
ubicación geográfica de los dos países.  
En los Estados Unidos quedan muchas personas que fueron de nacionalidad  
mexicana y hablan español, especialmente están distribuidos en los estados cerca  
de la frontera. Además de que esas ciudades en la frontera de los EE. UU. son  
originalmente mexicanas, el idioma, la cultura y los hábitos de vida son casi los  
mismos y para los inmigrantes mexicanos fue de fácil adaptación. Por eso, los  
mexicanos tienen buenas condiciones para inmigrar ilegalmente al país de destino.  
En tercer lugar, los recursos de Estados Unidos son más ricos que México, por  
ejemplo, los mejores recursos educativos, condiciones médicas, oportunidades  
laborales, salarios, que son muy atractivos. (Arroyo y Rodríguez, 2018, p.113)  
Independientemente del desarrollo tecnológico, el contacto entre los migrantes  
resulta cada día más fácil. Los mexicanos pueden conectar con los que han entrado  
en los Estados Unidos con éxito empleando las aplicaciones móviles, consiguiendo  
las situaciones suyas ahora en el país de destino y las rutas migratorias para realizar  
el movimiento. Por otra parte, el desarrollo del transporte también les ha facilitado a  
los migrantes mexicanos llegar con mayor movilidad a la zona fronteriza.  
Entre los impactos en ambos países del problema de las migraciones, tal como se  
ha referido, la seguridad nacional significa que los países no son internamente  
caóticos mientras no están siendo invadidos por amenazas externas, por lo que  
resulta obvio que el tema de la inmigración tenga un gran impacto en la seguridad  
nacional de ambos países.  
Los Estados Unidos ven en los inmigrantes ilegales no solo un competidor para los  
recursos sociales que los estadounidenses deberían disfrutar, sino además una  
amenaza para su seguridad social. Tal grupo no puede adquirir empleos formales lo  
que conduce a la falta de una fuente fija de ingresos, por lo que estas personas se  
someten a realizar cualquier actividad con tal de mantenerse económicamente. Al  
verse obligadas por la situación, inevitablemente acuden a la mendicidad, robo o  
violación, como vías de sostén, por lo que ponen en peligro la seguridad social.  
En este mismo sentido, la seguridad de los ciudadanos también es el núcleo de la  
seguridad nacional. Por lo tanto, el impacto negativo de estos inmigrantes ilegales  
ha puesto en grave peligro la seguridad nacional de los Estados Unidos, elemento  
utilizado como pretexto por el gobierno de Trump para invertir una gran parte de su  
dinero en la construcción del muro fronterizo con México durante varios años. A  
pesar de que no se haya concluido, ello constituye una muestra de la actitud del  
gobierno ante la inmigración ilegal.  
Con respecto a México, un gran número de trabajadores jóvenes emigran a los  
Estados Unidos, lo que tiene un impacto en su propia seguridad económica, unido a  
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la brecha en la fortaleza económica entre los Estados Unidos y México. Un gran  
número de nativos que emigran a los Estados Unidos regresan a México sin  
obstáculos, lo que conllevará a que sutilmente haya un cambio de pensamiento en el  
inmigrante, además de poner en peligro la seguridad cultural del país. Los  
inmigrantes ilegales desde México prefieren hablar español porque la mayoría de  
ellos tienen un nivel de educación muy bajo, incluso no dominan en nada la lengua  
inglesa. Generalmente se establecen en barrios y se constituyen en una u otra  
comunidad, donde organizan actividades propias de su cultura, como la celebración  
de los festivales mexicanos.  
Entre las medidas adoptadas por los Estados Unidos en respuesta a la inmigración  
mexicana se ubica la introducción de una serie de políticas, desde el período de  
estallido de la revolución mexicana más temprana. Debido a las razones de la  
política nacional mexicana en ese momento, el presidente Díaz abogó por confiar en  
el capital extranjero y la tecnología avanzada en Europa y los Estados Unidos para  
desarrollar la industria mexicana. Se introdujo una ley minera y metalúrgica con el fin  
de atraer inversión extranjera, lo que resultó en inversionistas extranjeros para  
comprar minas terrestres mexicanas, integró la tierra y se la dio a aquellos que  
contribuyeron a los terratenientes y capitalistas extranjeros, lo que resultó en que el  
98% de los campesinos no tuvieron tierra para cultivar.  
Sin embargo, después del estallido de la Primera Guerra Mundial, los Estados  
Unidos escasearon de mano de obra, por lo que un gran número de agricultores  
mexicanos emigraron a los Estados Unidos, lo que se reconoce como la primera ola  
de inmigración en México. Hasta la Gran Depresión en los Estados Unidos, millones  
de estadounidenses estaban desempleados, lo que les hizo pensar al pueblo  
estadounidense que los mexicanos inmigrantes les robaron sus trabajos. El gobierno  
estadounidense respondió con un programa de repatriación de migración, Así fueron  
repatriados a cientos de miles de inmigrantes mexicanos e incluso los inmigrantes  
legales que vivieron en los Estados Unidos durante 30 o 40 años también fueron  
regresados.  
Al final de la Gran Depresión, estalló de la Segunda Guerra Mundial. Los Estados  
Unidos, debido a la participación en la guerra, tuvo un gran número de adultos  
jóvenes que se alistaron, lo que provocó una escasez de mano de obra agrícola.  
Con el fin de resolver este problema, el gobierno de Roosevelt propuso al gobierno  
mexicano un plan de trabajo agrícola mexicano. Los Estados Unidos permitieron que  
los trabajadores y agricultores mexicanos ingresaran al suroeste del país para  
realizar trabajos agrícolas. En ese momento, México también tuvo un desempleo  
explosivo, por lo que un gran número de trabajadores mexicanos se acomodaron en  
los estados del suroeste de los Estados Unidos. Fueron tantos los agricultores que  
comenzaron a requisar en privado mano de obra ilegal, que se estimuló la afluencia  
de inmigrantes ilegales. Finalmente, los Estados Unidos terminaron con el programa  
laboral y repatriaron a los inmigrantes mexicanos nuevamente.  
Pero debido a la alta demanda de mano de obra en la agricultura junto a su alto  
costo, los Estados Unidos se vieron en la necesidad de seguir utilizando esta mano  
de obra mexicana ilegal. Así, la crisis del petróleo desencadenó la crisis de deuda  
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explosiva y la crisis de desempleo, que llevó a un aumento en el número de  
inmigrantes ilegales mexicanos a los Estados Unidos, e incluso llegó a 1.8 millones  
en 1986. (Villafuerte y García, 2017, p. 40)  
Entonces, en 1986, con el fin de controlar las migraciones ilegales, si el empleador  
contrataba inmigrantes ilegales en los Estados Unidos, estaría sujeto a enormes  
multas. El gobierno estadounidense quiso aprovechar esta oportunidad para cortar  
las oportunidades de trabajo de los inmigrantes ilegales mexicanos, para que este  
grupo regrese al país de origen, pero esta política provocó que una industria  
vendiera certificados falsos. De ahí que el gobierno de los Estados Unidos introdujo  
una nueva política, permitiendo a los trabajadores que participaron en industrias  
especiales, solicitar la residencia, trabajo y obtener la residencia permanente  
después de dos años. Cinco años después de obtener la residencia permanente,  
podían solicitar la ciudadanía estadounidense.  
Fue en este período, cuando alrededor de 1.4 millones de mexicanos solicitaron su  
residencia, por lo que esta política aumentó la inmigración mexicana, causando gran  
insatisfacción entre ellos y el pueblo estadounidense. Hasta el incidente del 911 fue  
escalado al problema de los ataques terroristas de la inmigración ilegal. El gobierno  
de los Estados Unidos comenzó a poner los temas de seguridad nacional en primer  
lugar, y luego una serie de proyectos de leyes para gobernar la seguridad fronteriza,  
entre ellos el plan para legalizar la inmigración ilegal.  
Se considera, por tanto, que la política migratoria de casi cien años, a pesar de las  
reformas migratorias establecidas, no ha resuelto completamente para el problema  
migratorio, sino que ha expandido la ola de inmigración ilegal. Por otra parte, somos  
del criterio que los gobiernos mexicanos siempre han mantenido una actitud relajada  
hacia el tema migratorio. Aunque la actitud del gobierno mexicano no es la razón  
principal, es la fuerza motriz para promover la ola de inmigración y la razón principal  
del problema es la brecha económica.  
El desarrollo económico de los Estados Unidos tiene una alta demanda de mano de  
obra y la fuerza laboral doméstica es cara, mientras que la depresión económica  
mexicana también ha traído presión de desempleo. Los mexicanos se ven obligados  
a refugiarse en los Estados Unidos para ganarse la vida y el egoísmo de las políticas  
extremas de sus gobiernos han agravado el problema de la inmigración. Abre el país  
cuando se necesita mano de obra, pero inmediatamente expulsa a los mexicanos  
cuando no los necesita. Por lo tanto, si los Estados Unidos realmente pretendiera  
resolver el problema de las migraciones ilegales, necesita cooperar con el gobierno  
mexicano en los sectores económicos: ayudarlo a crear puestos y reducir sus  
intereses de ir a los Estados Unidos, y en la gobernanza migratoria: el control de  
entrada por los Estados Unidos y de salida por México.  
Tercer problema: industrialización en la frontera mexicana  
El desarrollo de cada país no puede separarse del proceso de sacrificar primero el  
medio ambiente y luego concentrarse en el tratamiento de la contaminación  
ambiental. México ahora también enfrenta este problema en la frontera. Es que  
necesita la industrialización de la frontera a cambio de más oportunidades de  
empleo y desarrollo económico para aliviar la presión laboral interna, pero no debe  
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Análisis de la gobernanza fronteriza entre los EE. UU. y México desde la perspectiva de la  
seguridad nacional  
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Número: 2  
Recepción: 30/08/2022  
Aprobado: 09/03/2023  
subestimarse el problema de la contaminación ambiental causado por la  
industrialización.  
La repatriación por la fuerza de un gran número de inmigrantes ilegales mexicanos  
después de la Segunda Guerra Mundial por el gobierno de los Estados Unidos,  
provocó que el gobierno mexicano propusiera un plan para la industrialización de la  
frontera norte con los Estados Unidos, con el fin de aliviar la presión laboral,  
permitiéndoles a estos construir fábricas en la frontera mexicana. Sin embargo, para  
México, este plan puede aliviar la enorme presión laboral, apaciguar a los  
inmigrantes mexicanos repatriados, darles oportunidades de empleo, ahorrar  
impuestos y tarifas para los Estados Unidos. Aparte de eso, se puede aliviar la  
presión causada por la inmigración ilegal en México, por lo que se llegó a un  
acuerdo entre ambas partes.  
Este programa de industrialización fronteriza también ha llevado a que la población  
de México ahora se concentre en las ciudades del norte, donde la presión urbana es  
alta y la contaminación causada por la industria también está invadiendo las zonas  
fronterizas del norte de México. La principal crisis del problema de la  
industrialización fronteriza es la seguridad ecológica en la seguridad nacional. Como  
el desarrollo de la economía no puede basarse en la destrucción del medio ambiente  
ecológico, este modelo de desarrollo no es una solución a largo plazo en el proceso  
de desarrollo integral del país, por lo que el modelo de desarrollo a costa de destruir  
la economía eventualmente será abandonado.  
Si se considera que, un buen medio ambiente constituye un tesoro para todos,  
entonces se estará en línea con el concepto de desarrollo. Si la ecología no es  
segura, la salud de las personas naturalmente no está garantizada. Eso significa que  
también el gobierno mexicano deberá encontrar una solución al problema lo antes  
posible. La fundición gana solo escasos intereses y lo más importante es que los  
países desarrollados proporcionan ayudas tecnológicas.  
Entre los pros y contras de la industrialización fronteriza puede referirse el aumento  
de una cierta cantidad de ingreso nacional. Una segunda: aumento de los puestos  
de empleo de México y aliviar la presión del empleo. Mientras que la desventaja se  
localiza en la contaminación ambiental y el daño ecológico causado por el desarrollo  
industrial. También existen otros peligros ocultos para la salud de las personas,  
además de la distribución desigual de la población en México.  
El problema de la excesiva densidad poblacional se da cuando la mayor parte de la  
población se concentra en la frontera con más oportunidades de desarrollo y  
empleo. Por un lado, conduce al aumento de la presión del transporte, la educación,  
la atención médica, en las ciudades fronterizas y la reducción de la calidad de vida  
de las personas. Por otro lado, la pequeña población de otras ciudades, trae consigo  
que la fuerza laboral también es pequeña y la industrialización fronteriza afectará la  
seguridad ecológica y la seguridad nacional, lo que jugará un papel negativo en la  
seguridad nacional. Por lo que, se es del criterio que, desde la perspectiva de la  
seguridad nacional, la industrialización fronteriza es más dañina que beneficiosa  
para México. El desarrollo de la ciencia y la tecnología es la última palabra y la  
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tecnología superior puede traer desarrollo económico, así que el desarrollo  
económico no será encadenado por otros países.  
Consideraciones finales  
Desde la perspectiva de la seguridad nacional, el país fuerte es el principal  
constructor del entorno internacional, si el país débil tiene conflicto con el país fuerte,  
eventualmente conducirá a una seria amenaza a la autonomía del país débil. Si el  
poder dependiente para buscar asilo puede perder directamente la autonomía,  
tendrá un gran impacto en la seguridad nacional, el país débil debería buscar un  
equilibrio entre los dos, por lo tanto, en esta relación asimétrica, la iniciativa está  
mayoritariamente en manos del país fuerte.  
Sobre la base de los tres principales problemas de la frontera entre los Estados  
Unidos y México, el nivel de eficacia de las políticas a menudo depende de la  
autolimitación de los Estados Unidos, en lo que respecta a la cuestión del control  
fronterizo de drogas. Aunque los Estados Unidos han introducido muchas políticas  
sobre el control de drogas y del contrabando ilegal de armas, debido a la obstrucción  
de las armas de los Estados Unidos y los grupos de interés de drogas, es imposible  
resolver realmente este problema.  
Si los Estados Unidos y México realmente quieren resolver fundamentalmente el  
problema de las drogas, primero deberían cooperar para resolver los problemas de  
desarrollo de México, basados en intereses a largo plazo, no pueden simplemente  
contrarrestar la violencia con violencia. El gobierno de los Estados Unidos tendrá  
que pronunciarse a favor de fortalecer este control. Primero, cancelar la política legal  
de la marihuana y los centros de abuso de drogas; tomar medidas enérgicas contra  
las bandas de narcotraficantes; controlar estrictamente las armas y las municiones,  
reduciendo así la demanda de drogas en el mercado interno.  
En cuanto a la gestión de las migraciones ilegales en la frontera, los Estados Unidos  
están utilizando principalmente la construcción del Muro para interceptar la llegada  
de los inmigrantes ilegales, pero debería tratar de cooperar con México. La causa  
raíz de la inmigración ilegal es la brecha entre la economía del país y la relación  
desigual entre los países. Solo al reducir esta desigualdad, la gobernanza de la  
inmigración ilegal se puede realmente tener éxito.  
El gobierno mexicano también debería fortalecer el gobierno interno del país,  
purificar el entorno político interno, reducir la corrupción gubernamental y restablecer  
la confianza del pueblo en el gobierno, a fin de retener verdaderamente a su propio  
pueblo. En relación con la gestión de la industrialización fronteriza, México ha optado  
por desarrollar su economía a expensas del daño ambiental, que también es el  
movimiento indefenso de la mayoría de los países débiles y pequeños, por lo que  
este país debería reducir su dependencia económica de los Estados Unidos y  
fortalecer el control de la contaminación ambiental. En fin, todavía hay un largo  
camino por recorrer para resolver estos tres principales problemas fronterizos, donde  
Estados Unidos y México también necesitan trabajar juntos y apoyarse mutuamente.  
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