Accidentes en el hogar por caídas en el adulto mayor. Caracterización a partir de un estudio en Las
Tunas
Yamile Leyva González
Miladis Estrella Céspedes Vidal
Luis Alberto Bover Fuentes
Volumen: 14
Número: 4
Recepción: 25/05/2022 Aprobado: 04/10/2022
señala un predominio de la dificultad auditiva, visual, locomotora, ciertas enfermedades
o el consumo de determinados fármacos, como factores extrínsecos, que provocaron
caídas en los pacientes estudiados. Otros como Martínez y otros (2020), informan que
las causas de los accidentes en el adulto mayor son multifactoriales, por lo que se han
identificado causas intrínsecas, dependientes del propio adulto mayor, y determinadas
por las condiciones patológicas del paciente, que propician la accidentalidad, tales
como: mayor actividad, vivir solo, las alteraciones del sistema osteomioarticular,
metabólicas,
cardiovasculares,
psicológicas,
neurológicas,
gastrointestinales,
degenerativa que provocan alteraciones en la marcha; las cataratas, entre las
enfermedades visuales; y las enfermedades cardiovasculares.
Los factores de riesgo para la ocurrencia de caídas en la senectud son variados y
diferentes en las áreas rurales y urbanas. En la primera los predominantes, son la falta
de lámpara o interruptor al alcance de la cama, así como el tránsito de animales
domésticos en el hogar, mientras que en las áreas urbanas predominan los factores de
riesgos personales como es el uso de calzado de suelas resbaladizas y desajustadas
(Lavareda y dos Anjos, 2017) y otros artículos (Naranjo y otros, 2021). Por su parte
refieren que la causa intrínseca más frecuente de la caída fue la alteración del
equilibrio. Con el proceso de envejecimiento son afectados el sistema visual, vestibular
y somatosensorial que altera y controla el equilibrio, por lo tanto, incrementa el riesgo
de sufrir caídas, además de presentar rigidez, disminución en la coordinación y de los
reflejos, alteración postural y de la fuerza muscular. La ingestión de fármacos,
fundamentalmente los sedantes, antihipertensivos y diuréticos son factores de riesgo
importantes dado que le provocan inestabilidad y confusión.
Con relación a los medicamentos que puedan facilitar los accidentes o las caídas, el
comportamiento favorable de la adquisición de los conocimientos, es comparable con
algunos estudios, como: de Santillana y otros (2002) quienes señalan que es primordial
que los ancianos comprendan que la polifarmacia o la utilización de múltiples drogas
pueden contribuir a serios problemas médicos en la tercera edad, entre ellos
hipotensión postural, confusión mental, ansiedad, vértigos, entre otros, que pueden
conducir a caídas y accidentes graves. Las pluripatologías con dos o más afecciones
resultan usual, en la senescencia, lo cual obliga a un elevado consumo de
medicamentos, unido a su uso incorrecto, así como el mal comportamiento en la
frecuencia de las dosis, confusión entre dichos fármacos o la automedicación. Todo lo
anterior contribuye a que las reacciones adversas sean más frecuentes y por tanto
mayor el riesgo de caídas.
Otros como Valdivia (2019) en su investigación observa que el motivo intrínseco de las
caídas que se presentó con más frecuencia fue el déficit de la marcha por déficit de
equilibrio (16,7%), el mareo (7,6%) y la alteración de la marcha por déficit muscular
(6,8%). Entre los motivos extrínsecos destacaron los obstáculos (20%), suelo
resbaladizo (16%), superficies irregulares (14%) y mala iluminación (6%). Es evidente
que la solución más viable es la prevención y promoción.
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